Los médicos temen que la vacuna del Covid colapse los centros de salud

Además, será difícil que antes de próximo verano esté vacunada el 70% de la población. Así, según apuntan los expertos, para alcanzar un grado de inmunidad suficiente, en la Comunitat sería necesario administrar las dosis a cerca de 3,5 millones de ciudadanos. En la actual campaña de vacunación de la gripe, en la que se han batido récords de celeridad y de personas vacunadas, los 283 centros de salud han administrado las dosis a un ritmo de unas 550 a la semana de media por consultorio (entre el 5 de octubre y el 17 de noviembre se han vacunado algo más de 920.000 personas). A esta velocidad –más alta de lo habitual–, los centros de Primaria tardarían entre 22 y 23 semanas (algo menos de seis meses) en aplicar la primera dosis de la vacuna del Covid-19 a ese 70% de la población. El problema radica en que las vacunas encargadas por España requieren inyectar dos dosis (separadas entre 21 y 28 días), lo que supone duplicar el trabajo y el tiempo, por lo que, con los recursos humanos actuales, no se llegará a los registros marcados hasta después del próximo verano. «Esto puede suponer la puntilla definitiva para una Atención Primaria moribunda», espetó Pedrera.

En esta línea, el vicepresidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, Javier Blanquer, advirtió que parte de los centros de salud no cuentan con los dos circuitos diferenciados (Covid y no Covid), lo que generaría un riesgo que se mezclara la población más vulnerable con posibles positivos, de ahí la importancia de contar con puntos de vacunación alternativos a los centros de salud. También es necesario disponer de infraestructuras adecuadas para el almacenamiento y el transporte (sobre todo para la vacunación a domicilio o en residencias de ancianos), contar con refuerzos de enfermería, auxiliares, administración y celadores, así como poner en marcha una campaña de concienciación sobre la importancia de administrarse la vacuna.

La población a la que puede llegar la vacuna en una primera fase por formar parte de los grupos prioritarios supera el millón de ciudadanos, ya que en la Comunitat hay cerca de 990.000 personas de más de 64 años y el personal sanitario se acerca a las 80.000 personas.

Los mayores de 64 años esperan la llegada de la vacuna con diferente ilusión, e incluso ciertas reticencias. Rafael es un octogenario que afirma que va a esperar. «Todavía no me vacunaré porque le faltan etapas, no lo haré hasta que esté experimentada y cumpla los requisito». Esta postura contrasta con la de su mujer, que asegura que ella sí piensa acudir, «igual que he hecho con la de la gripe».

Pedro Ibor, vicepresidente primero del Colegio de Médicos de Valencia y miembro del sindicato CSIF, como personal sanitario, tiene muy claro que en cuanto sea validada por las autoridades sanitarias competentes se pondrán la vacuna porque es persona de riesgo. El vicesecretario del colegio, Antonio Monrabal, incide en que él se vacuna siempre y ésta no será una excepción. Subraya además que «el peligro empezará a desaparecer cuando buena parte de la población se haya vacunado».

También Fernando García, presidente provincial de Sanidad de CSIF Valencia, será de los que den el paso primero, puesto «debemos hacerlo por responsabilidad hacia los pacientes y hemos de dar ejemplo». Pero para que la vacunación se pueda llevar a cabo en óptimas condiciones «y que no pase como con la campaña de la gripe en la que en algunos departamentos faltaron dosis al principio», García reclama que «se haga una buena programación, se ponga más recursos y profesionales, y que se habiliten espacios adecuados».

María Luz Gascó, secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería Satse, afirma que ella se va a vacunar. Según señala, «es la única expectativa buena y hay que darle un voto de confianza a los científicos y a las farmacéuticas». En su opinión, pese a la rapidez con la que se ha logrado obtener varias propuestas, hay que tener en cuenta que los científicos «se han volcado en su búsqueda».