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Marzà incumple la promesa de mejorar el salario de los profesores universitarios

Marzà incumple la promesa de mejorar el salario de los profesores universitarios

El Consell dijo que tendría listo el convenio del personal laboral antes de 2019 y ya se plantean jornadas de huelga en protesta por el retraso

Joaquín Batista

Valencia

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Miércoles, 27 de marzo 2019, 01:11

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La legislatura termina y la Conselleria de Educación todavía no ha sacado adelante el convenio colectivo del personal laboral de las universidades públicas, herramienta básica para la mejora de las condiciones de trabajo (permisos y licencias) y retributivas de los colectivos docentes más precarizados. Pese a que fue el Botánico el que creó la mesa negociadora entre administración, sindicatos e instituciones académicas, los avances han sido muy lentos, hasta el punto de que se han incumplido los diferentes plazos anunciados desde Educación y se ha exasperado a los que serán beneficiarios de las mejoras, que incluso plantean movilizaciones y convocatorias de huelga.

El convenio colectivo afectará al personal laboral, lo que incluye las figuras docentes de profesorado contratado doctor, ayudante doctor, asociado y colaborador, así como a profesionales no funcionarios del PAS e investigadores. La negociación es compleja pues es necesario acercar las posturas de tres actores: universidades, representantes de los trabajadores y administración, pieza fundamental del puzzle pues debe comprometer la financiación necesaria para llevar a buen puerto las subidas salariales que se pacten.

La apelación de los asociados a Puig y a los partidos del Botánico no ha obtenido respuesta

La última vez que se reunió la mesa negociadora fue en diciembre, exactamente el grupo de trabajo específico que se centró en desatascar la cuestión retributiva, la más espinosa al existir discrepancias entre los centros y ante las exigencias sindicales, que planteaban mejoras más elevadas y uniformes. De hecho, la idea trasladada desde la administración de que fuera un convenio de mínimos (mejorables a posteriori a criterio de cada universidad) no convenció a la mayoría sindical.

Fuentes del sindicato Csif explicaron ayer que tras el último encuentro, desde la conselleria, que es quien convoca la mesa, se les transmitió que a la vuelta de Navidades se volverían a reunir con la intención de firmar el articulado definitivo. Pero hasta el día de hoy no han tenido más noticias. La misma información manejan las diferentes fuentes universitarias consultadas por este periódico.

En abril de 2018, en plena huelga indefinida del profesorado asociado de la Universitat para denunciar su precaria situación laboral, el departamento que dirige Vicent Marzà mostró su esperanza de que todas las partes hubieran pactado el articulado en verano. A la vuelta, el plazo se prolongó al último trimestre del año, durante el acto de apertura del curso actual. Lógicamente también se ha incumplido.

La UV, a la espera de autorización para la subida interna

La Universitat de València está a la espera de que la Generalitat le autorice la subida salarial del profesorado asociado pactada hace un año con todos los sindicatos de la institución académica, que fue refrendada por el Consejo de Gobierno. Así lo explicaron fuentes del Rectorado, que añadieron que también disponen de la reserva de crédito para aplicar el incremento, cuyo objetivo final pasa por equiparar a sus asociados con los mejor pagados de la Comunitat. Además se trata de una mejora a nivel interno, para la que no es necesaria la firma del convenio colectivo.

La oferta que asume la administración pasa por un aumento progresivo del salario del personal docente que se materializaría en tres años. Todas las figuras se equipararían a la retribución más alta que se percibe actualmente (por ejemplo, en los asociados, a los salarios de los de Alicante) y se añadiría un 3% adicional, lo que en algunos casos supondría una subida de más del 20% respecto a la nómina actual.

Para el personal investigador, desde Csif se han reivindicado nuevas mejoras teniendo en cuenta que en muchos casos dependen de financiación externa a través de proyectos. Las mismas fuentes explicaron que también hay consenso en relación a la creación del profesor contratado sustituto, que funcionaría como un interino que cubriría necesidades temporales de trabajo.

A mediados de mes la plataforma de PDI Asociado de la Universitat remitió un comunicado denunciando el retraso del convenio y el desencanto ante los últimos borradores conocidos, así como la pérdida de una legislatura para encontrar una solución pese a las promesas de los partidos del Botánico. Se envió una carta a Ximo Puig y a las formaciones políticas que no ha obtenido respuesta, según explicaron ayer. No descartan movilizaciones ni la convocatoria de una nueva huelga, para la que se busca el apoyo sindical y el de los profesionales docentes de otras universidades.

El colectivo de profesores ayudantes doctores de la Universitat, por su parte, reconocen que hay incertidumbre y asumen que difícilmente verán algún avance en lo que queda de legislatura. Reivindican una mejora salarial urgente (cobran unos 1.300 euros netos asumiendo la mayor carga docente posible) y advierten de la imposibilidad de atraer talento con estas condiciones laborales, que además lastran al máximo la labor investigadora.

Grau y Novo, en las instalaciones del centro. LP

Piden la reforma urgente del colegio San José de Calasanz

El grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia defenderá una moción en el pleno del jueves para que el Consistorio y la Generalitat impulsen la «rehabilitación integral urgente» del Ceip San José de Calasanz, que se encuentra en un estado «lamentable», según la formación. El centro, ubicado en el barrio del Grao, tiene más de 75 años de vida y «necesita una reparación inmediata» para que el próximo curso académico «comience con todos los desperfectos reparados», tal y como reclamó ayer el concejal Cristóbal Grau.

El falso techo de una parte de sus instalaciones se vino abajo en noviembre de 2017, lo que obligó a colocar puntales de obra en la planta baja del edificio, así como a la consiguiente reubicación de buena parte del alumnado en otros espacios del centro para garantizar su seguridad, tal y como explicó el edil.

Tanto Grau como su compañero Alfonso Novo visitaron el centro y reprocharon «la tomadura de pelo del Plan Edificant y la ausencia de compromiso alguno para atender las verdaderas necesidades de los colegios públicos de la ciudad, tanto por parte del gobierno municipal como por el conseller de Educación, Vicent Marzà».

Los concejales reclaman al Ayuntamiento que ejecute los trabajos «de forma urgente, al margen de la compleja y lenta burocracia del Plan Edificant y de manera independiente y previa a la rehabilitación integral del centro incluida en el citado plan». Grau añadió que los dos planes de construcción y adecuación de colegios del Consell «han resultado un rotundo fracaso, sobre todo en Valencia».

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