Los hospitales valencianos aumentan sus operaciones programadas antes del cierre de camas en julio

Los hospitales aprovechan que en esta época del año suele haber menos afluencia de pacientes por las buenas temperaturas y los escasos virus respiratorios, aunque siempre hay días que se acumula la llegada de enfermos, para dedicar más recursos a los quirófanos con intervenciones programadas, algunas no urgentes y otras de prioridad 1 (más graves) y 2. Y en esta ocasión cobra más importancia porque ha habido más episodios que nunca que han paralizado estas operaciones en la provincia.

Se trata de la dana y de la semana en que cerraron los centros sanitarios por la alerta de lluvias a principios de marzo. Dos circunstancias extraordinarias que obligaron a suspender toda actividad programada para atender sólo las urgencias. En este último caso fueron tres días que supusieron un caos pero que se ha podido resolver, pero con la dana es diferente, ya que fueron varias semanas, con todo el mes de noviembre incluido, en las que los hospitales estuvieron sin funcionar al cien por cien en los quirófanos. Y eso generó un aumento de la lista de espera que ahora pretenden rebajar, para que no se acumule entre septiembre u octubre.

Con este aumento de la actividad ahora, algunos hospitales empiezan a pagar las consecuencias. Es el caso de La Fe, donde este viernes llegaban a haber 35 personas en urgencias esperando una cama para ingresar, algunas de ellas con casi dos días en el centro sin que le den habitación. En el centro está habiendo un aumento considerable de operaciones de prioridad 1, las más urgentes y que el conseller siempre ha dicho que son las que más le preocupan.

Además se encuentran con la situación que muchos enfermos crónicos y de larga duración se quedan ingresados allí porque no pueden derivarlos al Doctor Moliner, ya que desde el 16 de abril no acoge más personas debido a que cerrará en verano por la reforma. Cabe recordar que el año pasado, también en mayo, fue cuando el centro se vio obligado a poner dos camas en una treintena de sus habitaciones por este motivo del aumento de operaciones.

Y también en el General, donde las obras de Urgencias complican más la situación. Este jueves se saturaba con más de 60 pacientes a la espera de una cama libre, ya que estaban todas ocupadas precisamente por estas operaciones programadas, y los pacientes que llegaban han tenido que quedarse más tiempo del habitual en los barracones de hospitalización temporal que hay en el patio.

Durante los meses de verano todos los hospitales de la Comunitat cierran habitaciones, lo que deja menos servicio de camas para los pacientes. Aproximadamente una de cada cinco camas se cierra en verano. Un sistema que comienza el 1 de julio, se incrementa en agosto (cuando el año pasado cerraron más de mil camas en la región) y que dura también todo septiembre. Coincidiendo con las vacaciones de los sanitarios y que por tanto baja la actividad en los quirófanos, se reducen mucho las operaciones programadas no urgentes.

Hay veces que estas operaciones no necesitan que el enfermo se quede ingresado esa noche, pero si se da la circunstancia de que, por la evolución del paciente o el tipo de intervención, muchas de las actuaciones sí lo requieren, se produce ese cóctel explosivo que satura el centro y deja a muchos enfermos sin cama para ingresar, hacinados en salas o incluso en los pasillos, como se ha visto en otras ocasiones.

En julio se actualizarán los datos que Sanidad ofrece cada seis meses sobre las listas de espera quirúrgicas, con cifras de enero a junio en los hospitales de la Comunitat, y para ese momento los centros quieren presentar unas buenas cifras con este aumento de operaciones, para paliar las que en enero dejaron un importante incremento de las listas de espera, que pasaron de 79 a 93 días de demora para ser operado de media en la región, principalmente por la dana.