La gestión de la dana se cuela en la manifestación del 1 de Mayo en Valencia

El ambiente que se respiraba en la calle San Vicente, desde donde partía el inicio de la marcha, a pocos minutos del inicio no daba demasiados motivos para creer que la manifestación de este jueves iba a provocar reacciones en el seno del Gobierno valenciano. Nubes, aire, desorden y prácticamente ninguna pancarta con el nombre de Mazón. Sin embargo, la música de la dolçaina y el tabalet y la llegada de la representación política, con Pilar Bernabé, Águeda Micó, Ximo Puig o José María Ángel, entre otros, ha empezado a animar el asunto.

Bajo el lema 'Proteger lo conquistado, ganar futuro' la manifestación del 1 de Mayo tenía como objetivo principal la aprobación de la reducción de la jornada laboral, el incremento de salarios por la vía de la negociación colectiva, así como la consecución de una igualdad real y efectiva. Por supuesto no han faltado cánticos como el tradicional «¡Que viva la lucha de la clase obrera!», que sonaba con más fuerza a medida que la protesta avanzaba por las calles del centro de la ciudad. Sin embargo, uno de los momentos más destacados de la jornada se ha vivido antes de que la cabecera echase a andar.

Pasadas las 11:00 horas, dos miembros de los comités de emergencia y reconstrucción de los municipios afectados por la dana han entregado a los principales representantes de UGT y CCOO una carta en la que se les solicita convocar huelga general para el próximo 29 de mayo. «Como víctimas y supervivientes, como población organizada en comités locales de emergencia y reconstrucción de los territorios afectados, como parte del pueblo trabajador y digno del País Valencià, solicitamos a CC OO y UGT que se sumen y convoquen la huelga general del próximo 29 de mayo, en un ejercicio de responsabilidad social», explican en el documento que han hecho llegar a Ana García y a Tino Calero, secretarios generales de ambos sindicatos en la Comunitat.

Los firmantes destacan que la situación que se vive en las zonas afectadas por la catástrofe del pasao 29 de octurbe «es una situación de excepcionalidad» no sólo por la magnitud de lo sucedio, sino también «por la gestión y la respuesta política criminal del Consell presidido por Carlos Mazón».

En el escrito, también se reclama la dimisión del presidente de la Generalitat al considerar que la figura política de Mazón «es incompatible con cualquier forma de normalización política, económica y social». En esa línea, las organizaciones exigen a los sindicatos «fortalecer su compromiso con la ciudadanía y hacer evidente el aislamiento social del ejecutivo valenciano».

«La excepcionalidad que vivimos exige respuestas a la altura y esta huelga sería la respuesta colectiva necesaria en un momento de emergencia social y económica nunca antes vivido. Porque si no paramos ahora, el desastre será permanente para todas y todos», concluyen los comités locales de emergencia y reconstrucción de territorios afectados por la dana que firman la carta entregada a Ana García y Tino Calero.

Ambos representantes han asegurado que mantendrán reuniones con los comités locales para «valorar si nos sumaríamos o no nos sumaríamos» a esa huelga general que se propone desde las organizaciones por la reconstrucción. «También es cierto que alguna otra organización sindical se ha puesto en contacto con nosotros para comentárnsolo, y ya les hemos trasladado que nuestra organización en su momento valorará en sus órganos de dirección esa posibilidad», ha explicado Ana García antes del inicio de la marcha.

Mucho más convencida sobre la posibilidad de apoyar una huelga general se ha mostrado la diputada de Compromís en el Congreso de los Diputados, Águeda Micó, quien ha catalogado al gobierno de la Generalitat de «criminal» al acusarlo de «no dar explicaciones, no dar la cara, no depurando responsabilidades de lo que pasó ahora hace ya medio año» y de «poner en peligro a los trabajadores, que murieron intentando salir de sus puestos de trabajo». La representante de Compromís en el Congreso ha reconocido ser conocedora de la posible huelga general y ha garantizado el apoyo de su partido «a todas las acciones que hagan a nivel social, a nivel sindical y a nivel político para poner encima de la mesa la mala gestión que ha hecho el Partido Popular por la crisis de la dana».

Por su parte, la delegada de Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, ha esquivado ofrecer una respuesta concreta sobre la posibilidad de que los sindicatos convoquen una huelga general para el próximo 29 de mayo. «Hoy permítanme que todo mi esfuerzo y todo el esfuerzo del Partido Socialista sea para apoyar a los sindicatos que representan a la inmensa mayoría de los ciudadanos y las ciudadana», ha respondido Bernabé al ser preguntada sobre la propuesta de los comités locales de emergencia y reconstrucción de las zonas afectadas por la dana.

Durante la manifestación, las críticas por la gestión de la dana apenas han tenido protagonismo. «Mazón, esucha jóvenes en lucha», ha sido uno de los escasos cánticos contra el jefe del Consell que se han podido escuchar durante la mañana. Eso sí, en la «marcha alternativa» convocada por sindicatos como la CNT e Intersindical la figura de Mazón sí que ha estado en el foco de las protestas. Antes del inicio de la marcha, programado para las 11:30 horas, una pancarta con la imagen del presidente valenciano con las manos manchadas de snagre lucía en el suelo acompañada del lema «Mazón criminal».

Al término de la marcha, los representantes de UGT y CC OO han leído el manifiesto y han lanzado sus mensajes a los más de mil participantes en la marcha. La reducción de la jornada laboral, el incremento de salarios por la vía de la negociación colectiva, la puesta en marcha de medidas que garanticen la salud laboral o la búsqueda de soluciones ante los problemas de acceso a la vivienda han sido algunas de las principales reivindicaciones tanto de Ana García, secretaria general de CC OO-PV, como de Tino Calero, que debutaba como secretario general de UGT-PV.

García ha hecho un repaso a algunas de las crisis vividas tanto a nivel provincial como a nivel internacional en los últimos tiempos para recordar que situaciones como la dana o la guerra arancelaria «pueden provocar algún perjuicio al empleo y a al economía», por lo que, de acuerdo con el lema de la movilización, «queremos proteger todo lo que hemos conseguido» e incluso mirar a cotas más altas. García ha incidido en la necesidad de abordar la reducción de la jornada laboral, ya que «después de 40 años con una jornada de 40 horas a la semana, se dan las condiciones» necesarias para ello y de avanzar en la consecución de derechos laborales como la regulación del despido o la actualización del derecho a una vivienda digna.

Por su parte, Calero ha coincidido con su homóloga en la otra gran agrupación sindical a la hora de poner en valor los avances aconseguidos hasta el momento y la necesidad de seguir consiguiendo mejoras para los trabajadores. El secretario general de UGT-PV ha criticado los discursos que consideran que «la única solución a todos los problemas es la de volver al pasado». En ese sentido, Calero ha dejado una de las frases de la jornada: «No se vivía mejor en la época del franquismo».

Calero ha situado la reducción de la jornada laboral como medida prioritaria para «tener una calidad de vida mejor, para reducir la sinestralidad laboral, para reducir la presión que tienen miles de trabajadores y trabajadoras y que ha hecho que se incrementen los problemas de salud laboral y de salud mental en el ámbito del mundo del trabajo», aunque ha asegurado que la Comunitat todavía tiene «muchos problemas» pendientes de solucionar en materia laboral, por lo que ha resaltado la importancia de que se produzca una negociación desde el diálogo social.

En ámbito político, tanto Pilar Bernabé, delegada de Gobierno en la Comunitat, como Águeda Micó, diputada de Compromís en el Congreso, han reivindicado la protección de los trabajadores contra las diversas crisis que se suceden cada vez con más frecuencia. Bernabé ha criticado al Partido Popular por no apoyar«el primer paquete de medidas que un país pone en Europa para proteger a los trabajadores y a las trabajadoras de los sectores más afectados por la crisis arancelaria», mientras que Micó ha puesto énfasis «en la necesidad de proteger a los trabajadores y las trabajadoras, también en momentos de catástrofe», después de secundar la reducción de la jornada laboral.