El curso empezará en la Comunitat con las mismas medidas pero reduciendo la distancia

En las últimas semanas, la extensión de la variante Delta, más contagiosa y que ha disparado la incidencia acumulada entre los menores de 19 años, apuntaba a un endurecimiento de las medidas antes del retorno a las aulas, pero las autoridades educativas decidieron ayer mantener las medidas que ya se pactaron entre mayo y junio y que a grandes rasgos apenas difieren de los protocolos del ejercicio anterior. Según datos del ministerio, el 99% de las clases funcionaron y únicamente el 2% de los centros tuvieron que cerrar en los picos máximos de contagios.

Así, la mascarilla será obligatoria para los mayores de seis años en todos los espacios del centro, aunque con la posibilidad de no utilizarla en determinadas actividades al aire libre. En la Comunitat, en este sentido, se podrá retirar en ejercicios de Educación Física que requieran una elevada intensidad y siempre respetando la distancia de seguridad.

La organización de las clases en Infantil y Primaria será mediante burbujas, en las que los alumnos no tienen que mantener la separación de manera constante. El ministerio las recomienda para 4º y 5, si bien la Conselleria de Educación las ha hecho obligatorias en toda la etapa, algo que no sucedió en el ejercicio previo. En los cursos de Secundaria sí habrá distancia en las aulas, aunque pasará de los habituales 1,5 metros a 1,2, lo que en la práctica permitirá que quepan más alumnos en aras de garantizar la presencialidad total, la principal novedad del próximo curso.

Las cautelas aumentarán en el caso de que la situación epidemiológica empeore y se llegue a los niveles de alerta 3 y 4, pero sólo para 3º y 4º de la ESO, Bachillerato y FP. En ese escenario la distancia volvería a 1,5 metros y se podría autorizar la semipresencialidad, priorizando la asistencia diaria del alumnado con más dificultades académicas y sociales. El cambio de nivel dependerá de la Conselleria de Sanidad y se basará en diferentes parámetros (incidencia acumulada, tasa de positividad, trazabilidad de los casos o presión asistencial). En este caso las medidas educativas son similares en España y en la Comunitat.

Otras directrices para prevenir contagios que continúan igual que en el ejercicio pasado son la ventilación cruzada y frecuente en las aulas y la organización escalonada de las entradas y salidas al colegio, los recreos y el comedor.

Si la variante Delta es el mayor peligro contra la presencialidad, la vacunación es la gran esperanza de normalidad. «Nos va a permitir garantizar la presencialidad», subrayó la ministra Pilar Alegría, que abrió la puerta a relajar las medidas si cae la incidencia acumulada. «Esta es la situación de inicio, si los datos epidemiológicos van mejorando, iremos flexibilizando las medidas porque así lo determinarán las autoridades sanitarias. Pero hoy por hoy, la prudencia ha sido clave en el éxito educativo y seguiremos aludiendo a ella», insistió.

En la Comunitat, el conseller Marzà preveía ayer que el 100% de los mayores de 12 años lleguen al inicio con una dosis inoculada (70,7% en la actualidad).