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Un clamor contra el olvido y por la justicia
Decenas de miles de manifestantes marchan en Valencia en vísperas del primer aniversario de la tragedia para exigir la dimisión de Mazón por su gestión política de la riada
Del shock a la impotencia y de la rabia al dolor eterno. El recuerdo de los 229 fallecidos en el peor desastre natural de la historia de la Comunitat estuvo más presente que nunca a las puertas del primer aniversario de la dana. El llanto de las víctimas y los afectados el pasado 29 de octubre se ha visto en hasta doce ocasiones a lo largo de este año en las protestas que han tomado las calles para honrar la memoria de las víctimas y exigir responsabilidades por sus muertes. Su voz se ha llegado a escuchar incluso en el Parlamento Europeo o en el valle del Ahr (Alemania), a miles de kilómetros de la zona cero. Pero nada puede compararse a la última marcha celebrada este sábado, una jornada que fue un claro ejemplo de catarsis colectiva por el duelo que siente todo un pueblo. Más que una protesta, la marcha que recorrió la tarde-noche de ayer el centro de Valencia fue todo un clamor contra el olvido y en favor de la justicia.
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En el conjunto de la protesta se concentraron decenas de miles de personas, muchas más que en las últimas convocatorias, pero no fue ni mucho menos tan masiva ni multitudinaria como lo fueron las tres primeras marchas en las que la conmoción y la indignación con lo sucedido estaba todavía muy a flor de piel llegando a congregar entre 130.000 y 80.000 asistentes.
De hecho, regresó el baile de cifras en las estimaciones de asistencia llevada a cabo por distintos organismos oficiales. Véase como ejemplo que la Delegación del Gobierno en la Comunitat hablara de más de 50.000 personas mientras los datos de la Policía Local de Valencia, es decir, el Ayuntamiento de la capital, rebajase dicha cifra hasta situar la afluencia en 32.000 manifestantes.
El recorrido fue el más largo jamás hecho en la capital del Turia en este tipo de protestas pues se transitó por diversas calles del centro de la ciudad desde San Agustín hasta la plaza de la Virgen. Como en las anteriores convocatorias, se volvió a pedir la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón, por su gestión política del desastre que arrasó la provincia el pasado 29-O. En este sentido, el jefe del Consell volvió a estar en el centro de la diana de muchos de los cánticos que profirieron las miles de personas que secundaron la duodécima protesta por la dana. «El president, a Picassent» o «Mazón, dimisión», fueron algunos de los más coreados.
Tampoco faltaron los carteles con mensajes reivindicativos. Mientras los familiares de las víctimas mortales exigían «justicia» para esclarecer la responsabilidad de sus muertes, otros manifestantes enarbolaban letreros con lemas como «orgull de poble, no oblidem» o «1 any del 29/10 que en el que ens vau ofegar».
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El discurrir de la marcha fue algo lento al principio ante las grandes dosis de emoción, recuerdo y rabia que envolvían el ambiente y donde los ciudadanos que se encontraban en la acera de las calles del recorrido aplaudía el paso de la comitiva incluso con lágrimas en los ojos.
Homenajes
Dos de los momentos más especiales se vivieron antes de que la cabecera echase a andar. Los tres tractores que iban a liderar la marcha en homenaje al papel de los agricultores que estuvieron presentes en las zonas afectadas para achicara barro desde los primeros momentos de la tragedia mientras los servicios de emergencias estaban desbordados causaron auténtico furor entre los presentes que empezaron a batir palmas y lanzar vítores.
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Agradecimiento hacia bomberos y agricultores
La manifestación que conmemoró la efeméride de la tragedia de la dana también será recordada por el sentido homenaje en forma de agradecimiento que se les quiso brindar a dos colectivos cuyo papel en los primeros compases del desastre fue crucial por el auxilio prestado a los afectados.
La labor de agricultores y bomberos resultó fundamental en el achique de barro los primeros días en los que el fango anegaba cada rincón. Es por ello que los organizadores les tenían reservado un papel más que protagonista durante la marcha. Tanto fue así que tres tractores fueron los encargados de abrir paso a la comitiva hasta la rotonda de la puerta del Mar, donde los vehículos quedaron aparcados. Por su parte, los efectivos de distintos cuerpos de bomberos, ataviados con el casco, fueron recibidos con vítores y cánticos como «menos toreros y más bomberos».
Otro de los instantes más emocionantes previos al arranque se vivió cuando un grupo de bomberos se aproximó a las primeras filas de la protesta para arropar a las víctimas entre los aplausos de la gente.
Fuerte dispositivo policial
La jornada transcurrió sin incidentes, gracias, en parte, al amplio dispositivo policial de seguridad encargado de custodiar el normal desarrollo de la convocatoria especial para conmemorar el aniversario de la riada. La manifestación se saldó sin incidentes y de manera pacífica pese al fuerte cariz reivindicativo.
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Cabe recordar que durante la primera protesta, que tuvo lugar el pasado 9 de noviembre, sí se registraron graves altercados de orden público en forma de enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad además de las pintadas sobre el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento.
Final de la marcha
Nada de ello sucedió ayer pues casi más que una protesta, el lento paso de la marcha recordó a una solemne procesión en memoria de las 229 personas que perdieron la vida el pasado 29 de octubre. El tabal y la dulzaina fueron la banda sonora con la que acostumbran a amenizarse estas convocatorias y al son de la composición musical 'Processó de la Memòria', pieza que suena de manera asidua en estas manifestaciones, se levantaban imponentes torres humanas obras de las collas de muixerangas que tampoco se quisieron perder la víspera del aniversario de la dana.
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La plaza de la Virgen fue un hervidero de gente que guardó un silencio sepulcral para escuchar el llanto de las víctimas de la dana, pues algunas de ellas quisieron pronunciarse de manera espontánea tras la lectura del manifiesto y haber hecho sonar de nuevo estridente pitido del ES-Alert que llegó a los móviles de la provincia a las 20:11.
Entre los discursos más sobrecogedores estuvo el de la viuda del director de uno de los centros de educación secundaria de Cheste que falleció como consecuencia de la riada. La mujer expresó su agradecimiento a las personas que secundaron la marcha y les han arropado durante estos meses y compartió una noticia que le ayuda a llenar el vacío que siente en su corazón desde hace un año: el IES Número 1 de la localidad de Cheste se denominará a partir de ahora José Martínez Toral en su memoria.
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Por su parte, Ernesto Martínez, tío de una de las víctimas mortales a las que aún se le sigue la pista para encontrar su cuerpo, pidió que Mazón no fuese al funeral de Estado que tendrá lugar el próximo miércoles al no haber cumplido con sus obligaciones como jefe del Consell el 29-O: «Aquel día abandonó a su pueblo».
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