Voluntarios en la zona cero de la dana. ROBER SOLSONA/EP

Cinco medidores de la red de vigilancia de la CHJ dan fallos en plena alerta roja

Dos sensores del SAIH marcan error mientras otros tres tampoco reportan datos «por motivos técnicos o de comunicaciones»

Pablo Alcaraz

Valencia

Lunes, 29 de septiembre 2025, 00:19

«La Confederación está absolutamente preparada», aseveró Miguel Polo, presidente de la CHJ, en su primera entrevista concedida a la prensa once meses después ... de la dana, una tragedia sobre la que había guardado un escandaloso silencio sólo roto en su declaración ante la jueza instructora de hace más de una semana. Polo hizo esta declaración, tan contundente como relativa, tras ser preguntado por si las zonas afectadas por la riada del pasado 29 de octubre estaban en condiciones de afrontar unas lluvias torrenciales como las que se prevén para este lunes y este martes. Sin embargo, el organismo de la cuenca, que tiene entre sus funciones la vigilancia de los cauces y el aviso del incremento de los caudales, dispone de hasta cinco medidores que o dan fallos o no reportan datos «por motivos técnicos o de comunicaciones» al Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Ni que decir cabe que esta información es clave a la hora de afrontar la alerta roja por precipitaciones que golpeará Valencia los próximos días.

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La red de sensores que vertebra la demarcación del Júcar, tanto los que aparecen en la página web de consulta pública del SAIH como la veintena de aforos 'fantasma' que realizan mediciones de carácter reservado, estos últimos desvelados por LAS PROVINCIAS y no desmentidos por la CHJ, actúan como los 'ojos' que ven todo lo que pasa en los ríos, ramblas y barrancos de la cuenca. O al menos esa es la teoría porque la realidad es que por lo menos cinco caudalímetros no estarán en funcionamiento este lunes para reportar datos sobre el estado de los cauces. Cabe recordar que puede haber más dispositivos fuera de servicio dado que este diario sólo puede acceder a la versión abierta del SAIH y la CHJ ha mostrados sus reticencias a atender las consultas sobre estos marcos de control 'fantasma' en numerosas ocasiones.

Los medidores de caudal del azud de Font d'en Carròs, que examina el paso del Serpis por la comarca de La Safor, y el de Montemayor, situado sobre el río Mirón en Casas de Lázaro (Albacete), aparecen en el mapa del SAIH con una X que evidencia que existe un «error de medición». La CHJ apunta en la leyenda del sistema de control de cauces que cuando uno de sus aforos aparece con un círculo gris y un aspa negra en medio es una muestra de que ese punto de control «está en fallo».

Por otro lado, los sensores que alberga la Confederación en Los Frailes, para vigilar el paso del Júcar en Valdeganga (Albacete), el de Requena, para controlar el Magro, o el de la estación de Aguas Potables de Manises, para estar pendiente de la evolución del Turia, aparecen en un tono oscurecido que significa que están «sin dato actual». En este caso, el ente de la cuenca explica que el punto de control «no está transmitiendo datos por motivos técnicos o de comunicaciones».

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Para más inri, el informe de lluvias elaborado por la propia CHJ para analizar el último episodio de precipitaciones que sufrió la demarcación del Júcar a principios de septiembre evidencia que hasta cinco de sus pluviómetros no estuvieron operativos el pasado día 8. Según admite la entidad presidida por Polo en el citado estudio, «una anomalía en el sistema» fue la causa por la que «no existen datos» de los medidores de lluvia de Tragacete, Requena, Albacete, Real de Montroi y del aforo situado en la acequia Real relativos al último temporal.

En este sentido, cabe recordar que este periódico ya publicó que una quincena de pluviómetros de la CHJ fallaron el día de la dana a la hora de transmitir información que hubiera ayudado a armar la respuesta a la emergencia provocada por las inundaciones. Concretamente, los sensores pluviales que estuvieron inoperativos el 29-O fueron los de Albacete, Borriol, el barranco del Carraixet, Cárcer, Castelfrío, el aforo en la acequia Real, el embalse de Loriguilla, la laguna del Marquesado, Mutxamiel, Requena, Serra Grossa, Torrijas, Tragacete y Remedio de Utiel.

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Falsa alarma en el Poyo

En las últimas semanas, el grado de fiabilidad de los datos del SAIH, cuyo desempeño ha sido defendido a ultranza por los representantes gubernamentales en los 11 meses transcurridos tras el desastre, ha estado más que en entredicho e incluso han salido a la luz algunas de sus vergüenzas.

Vale con tomar como ejemplo la falsa alerta roja que decretó el único medidor que vigila la rambla del Poyo durante cuatro horas el pasado día 9. A tenor de este aviso, el flujo de agua que debía estar pasando por dicho punto de control, situado en un puente junto a la A-3 a la altura de Riba-roja, tenía que ser equivalente a un torrente de más de 150 metros cúbicos por segundo. La realidad es que esta circunstancia no podía darse dado que no había llovido ni una gota en toda la cuenca y, en consecuencia, el cauce se encontraba seco, tal y como demostró esta cabecera mediante una fotografía.

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La delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, desveló que el motivo que desencadenó la pifia fue que el sensor de caudal detectó la presencia de un camión e interpretó que se trataba de una crecida. Bernabé explicó que el cauce estaba en obras y los vehículos de los trabajadores causaron el error.

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