Cierran por segunda vez este mes una playa de Sueca por residuos fecales
Medio Ambiente mantendrá la prohibición mientras el Ayuntamiento ataja la fuga, algo que se prevé para mediodía de este miércoles
La playa de Motilla, en término municipal de Sueca, vuelve a estar cerrada al baño por segunda vez en este mes y en un plazo de menos de dos semanas. Así lo ha dictaminado este martes la Conselleria de Medio Ambiente, al percibir contaminación de origen biológicó, esto es, por una bacteria de procedencia fecal, en uno de los cerca de 300 análisis rutinarios que se llevan a cabo en la Comumitat a diario. Al darse estos parámetros, se ha iniciado el protocolo habitual.
Esto pasa por cerrar al baño esta franja de costa al declararla 'no apta para el baño' y contactar con el Ayuntamiento en cuestión, en este caso el de Sueca. Los técnicos municipales ya se encuentran trabajando en solventar el problema, algo que será rápido pero, si noto se desarrolla según lo previsto, no hasta mediodía de este miércoles.
A primera hora el Servicio de Calidad del Agua tomará una nueva muestra. Los resultados se esperan para entre las 11 y las 12 horas y, en el caso de entrar en los parámetros, se permitirá de nuevo el baño. Como refleja el ptotocolo, una vez se han percibido los índices de contaminación se ha comunicado el cierre a los usuarios en los accesos a la playa, postas sanitarias o paneles informativos.
Al parecer, el origen de la contaminación no se debe a una avería importante del sistema de saneamiento de la cabecera de la Ribera Baixa, sino de una fuga. Esta es la segunda vez que ocurre en este mes de julio, y ya entonces la causa fue la misma. De hecho, parece ser que la contaminación registrada este martes es consecuencia del episodio anterior.
Según fuentes de la Generalitat, la Conselleria de Medio Ambiente controla semanalmente las 250 playas marítimas y las 15 continentales con muestreos de lunes a jueves para preservar la salud de los usuarios y de los bañistas. A la calidad del agua le afectan los temporales, las lluvias y el calor que provoca que la bacteriología se mantenga durante más tiempo. Estas contaminaciones, según las mismas fuentes, no suponen graves riesgos para la salud, pero reclaman a los usuarios hacer caso a las banderas rojas y a las recomendaciones igual que si hay temporal.
