El cerco a los patinetes afectará a medio millón de conductores en la Comunitat
La Federación Española de VMP esgrime el mayor uso de estos vehículos por parte de los valencianos pese al incremento de las restricciones
El patinete eléctrico ha irrumpido de manera meteórica en el ecosistema de la movilidad valenciana erigiéndose como un elemento totalmente disruptor, tanto para lo ... bueno como para lo malo. El debate público generado sobre las bondades y aspectos negativos de este tipo de Vehículos de Movilidad Personal (VMP) cuenta con partidarios y detractores. Para muchos parece no haber término medio. Lo cierto es que para unos, su presencia en las calles supone un peligro para la convivencia con el resto de conductores y peatones mientras que para otros son ya su herramienta de trabajo. Dejando de lado el ruido, la realidad es que a medida que se populariza su uso en la Comunitat, se estima que medio millón de usuarios se desplazan ya a bordo de un patín, también aumenta la cantidad de restricciones que les tratan de imponer las distintas administraciones.
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La Federación Española de VMP, a través de su secretario, el valenciano Miguel Juanes, cree que cerca de seis millones y medio de españoles se desplazan a día de hoy en vehículos de movilidad personal. Extrapolando este conteo a nivel regional, la entidad apunta a que entre 400.000 y 500.000 valencianos son usuarios de este tipo de medios de transporte de manera habitual y su uso va al alza en la Comunitat.
«Es el vehículo que más ha progresado en menos tiempo en la historia de la humanidad», afirma al respecto Juanes, que también es profesor de autoescuela. Sobre las críticas por malos usos a las que se enfrenta este modo de desplazarse, el experto alega que es una cuestión que «no tiene el por qué significar tener que cortarle las alas» a un medio de transporte «económico y práctico». Además, lamenta que España sea «el país más restrictivo del mundo» para los VMPs por la gran cantidad de restricciones y regulaciones que se le quieren imponer. De hecho, lo ejemplifica de manera gráfica diciendo que nadie quiere prohibir los cuchillos, pese a que cada año se reportan más de 2.000 agresiones por arma blanca en el conjunto del país.
Ante esta circunstancia, desde la Federación nacional señalan que la forma más sencilla para acabar con esta problemática consiste en identificar a los vehículos obligando a que estos estén matriculados. ¿El motivo? Que en caso de que comentan alguna infracción se les pueda sancionar con mayor facilidad, tal y como sucede con el resto del parque móvil.
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«La sociedad en general acepta ese vehículo, lo que no quiere es que haya 'locos' utilizándolo. El problema son algunos usuarios y hay que acabar con ellos: si tienes una matrícula, el que la haga mal, que la pague», insiste el secretario de la entidad nacional de VMP haciendo un llamamiento a las autoridades regulen su actividad de forma «coherente». Es más, refuerza este argumento alegando que los patinetes eléctricos son un modo de transporte igualitario dado que los estudio reflejan que tiene un mayor porcentaje de uso entre las mujeres, se puede subir a bordo gente de todas las edades y los datos avalan que los utilizan más personas para trabajar -sobre todo de rentas bajas- que la bicicleta, cuyo empleo suele relacionarse más con el ocio. «La gente no quiere hacer trabajos en bicicleta ni llegar cansado», resume Juanes mientras asegura que los 'riders' que van a bordo de VMPs hacen más servicios y se cansan menos que yendo en bicicleta.
Mil euros de multa por no tener el seguro de responsabilidad civil
La nueva medida con la que la Dirección General de Tráfico (DGT), integrada en el Ministerio del Interior, pretende regular los patinetes eléctricos en España tendrá duras consecuencias contra sus infractores. Saltarse la obligatoriedad de contar con un seguro de responsabilidad civil siendo conductor de un VMP no será moco de pavo, y es que aquellos que no lo posean se tendrán que enfrentar a sanciones de mil euros.
La DGT argumenta la cuantía de las multas por no contar con el futuro seguro para los patinetes eléctricos en base al contenido recogido en la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor. Bajo este texto legal, desde Interior justifican que se les pueda imponer un importe de sanción de 1.000 euros a quienes no cumplan con este requisito una vez se encuentre en vigor.
Sobre la obligatoriedad del seguro de responsabilidad civil que entrará en vigor en enero de 2026, en apenas un mes, Juanes sostiene que un seguro «no va a hacer que el que haga el 'cabra' deje de hacer el 'cabra'». De hecho, el experto señala que debería extenderse el seguro obligatorio para el resto de vehículos dado que muchos de sus conductores también presentan actitudes de conducción temeraria o infringen las normas de seguridad vial. Otra de sus defensas es que la bicicleta, por ejemplo, lleva aparejado un mayor índice de mortalidad que los VMPs.
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En lo que respecta a la prohibición impuesta por algunas empresas de transporte público como Metrovalencia, donde ya no pueden subir a bordo, o la EMT, donde se anunció hace más de un año la intención de vetarlos, Juanes esgrime que hay más accidentes por explosiones de teléfonos en transporte público que por baterías de VMPs. «No hay nada que diga que la batería de un patinete eléctrico sea más peligrosa que la de una bicicleta eléctrica», dice enarbolando un informe de la empresa alemana TÜV Rheinland, encargada de certificar la seguridad de estos dispositivos por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Coto policial
La ciudad de Valencia es uno de los puntos donde se han planteado mayores restricciones al ser los grandes núcleos urbanos donde se concentra la mayor presencia de VMPs. A la prohibición de facto en el metro, se le suma el veto inminente en la EMT, el tener que apearse de los autocares metropolitanos en caso de que estos vayan llenos o la imposibilidad de cargar sus baterías en las dependencias municipales dependientes del Ayuntamiento. Para más inri, la Policía Local también ha desplegado una batería de iniciativas para poner coto a los patinetes eléctricos que incumplan la normativa de seguridad vial.
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El nuevo comisario jefe, Ángel Albendín, comentó en una reciente entrevista para LAS PROVINCIAS que los patinetes eléctricos «son un problema» para el peatón dado su elevado índice de lesividad: «De cada 10 accidentes que tiene un patinete ocho o nueve acaban heridos». Para prueba un botón y es que Valencia registra un 25% más de accidentes de esta modalidad de VMPs que Madrid: el año pasado el Cap i Casal reportó 1.034 siniestros por los 771 de la capital de España.
Por motivos como este es por los que desde el cuerpo policial dependiente del Consistorio se han impulsado medidas como el 'cazapatinetes', un cinemómetro móvil con el que los agentes realizan controles a los VMP para comprobar que no han sido trucados y que respetan la velocidad máxima permitida, o la puesta en marcha de cara a principios de 2026 de una unidad específica, compuesta por una decena de efectivos, que patrullará por los carriles bici a bordo de VMP en busca de quienes incumplan la normativa de seguridad vial.
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