Once meses después de la dana, Benetússer avanza en su reconstrucción con más de setenta millones de euros en inversiones y cuarenta proyectos en marcha.
Nacho Roca
Bebetùsser
Lunes, 13 de octubre 2025, 00:26
Casi un año después de la dana que anegó Benetússer, la localidad trata de reconstruirse paso a paso, con el ruido constante de las obras ... como banda sonora del regreso a la normalidad. Las calles, que hace once meses eran un lodazal, hoy están llenas de zanjas y señales de reconstrucción. El municipio ha dividido su recuperación en cuarenta proyectos, una cifra que probablemente crecerá conforme se detecten nuevas necesidades. «Estamos haciendo la reconstrucción de sur a norte, desde la zona más castigada a la menos afectada», explica la alcaldesa Eva Sanz, que ha vivido en primera línea uno de los periodos más duros de la historia reciente del pueblo.
La magnitud de la inversión refleja la dimensión del daño. Benetússer dispone de 48,7 millones de euros procedentes del Ministerio de Política Territorial para rehabilitar edificios públicos y vías dañadas, y otros 22 millones del Ministerio para la Transición Ecológica destinados a la renovación del alcantarillado. Una parte esencial del proceso es la transparencia, por eso el consistorio ha creado el portal RecuperemBenetusser.es, donde la ciudadanía puede seguir en tiempo real el estado de las obras y entender los pasos necesarios para su ejecución.
En estos momentos, el municipio ha presentado nueve proyectos al Ministerio de Política Territorial. Seis de ellos ya cuentan con luz verde para iniciar las obras, entre ellos la rehabilitación de la comisaría de policía local, el pabellón deportivo, el campo de fútbol (que volvió a la actividad hace apenas un mes gracias a la colaboración de la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana), el complejo de piscinas, las pistas deportivas y el frontón con sus vestuarios. Otros tres proyectos, centrados en la reurbanización de varias avenidas y calles principales, están pendientes de aprobación.
La Conselleria de Medio Ambiente también ha desempeñado un papel clave en la recuperación del municipio. Se han repuesto un centenar de contenedores y retirado toneladas de lodo, escombros y coches dañados. Benetússer, junto a otros municipios afectados, ha solicitado a la Conselleria la retirada de los residuos provenientes de las riadas. Este trabajo se enmarca en un dispositivo autonómico dotado con 204 millones de euros que ha permitido eliminar más de un millón de toneladas de materiales y que ahora se amplía para gestionar los residuos de las obras de reparación en viviendas y locales a través de gestores autorizados y ecoparques.
En el polideportivo municipal, epicentro de la destrucción, las máquinas trabajan sin descanso. Allí el agua arrasó las instalaciones, dejó inutilizados los vestuarios y cubrió de barro las pistas. El plan de reconstrucción no solo pretende devolver a Benetússer su aspecto anterior, sino reforzarlo ante futuras adversidades. La alcaldesa lo resume como una oportunidad para «ser un municipio mejor preparado frente a la climatología adversa». El proceso se ha concebido de manera participativa con el Consejo Económico y Social del municipio, que se ha convertido en el órgano ciudadano encargado de seguir de cerca la ejecución de los proyectos y recoger las aportaciones vecinales.
Entre los vecinos, la mezcla de alivio y cansancio es evidente. Montse, vecina de la calle Palleter, recuerda aquella noche con un escalofrío. «El ambiente era raro, no llovía, pero se notaba algo en el aire. Cuando el agua empezó a venir por la calle, en veinte minutos ya estaba por encima de un metro. El ascensor se quedó abajo, lo perdimos todo».
También Isabel, residente en la calle Doctor Perpiñá, revive con angustia los recuerdos del agua subiendo por las ventanas y los gritos de los vecinos. «Los del primer piso estaban en mi casa. Era un desastre ver cómo se lo llevaba todo. Mi nieto estaba solo y se quedó en pánico. Hoy va al psicólogo, poco a poco vuelve a hacer vida normal». Su testimonio muestra que la reconstrucción emocional avanza más lentamente que la física.
Las huellas del desastre todavía se sienten bajo la piel del pueblo. Las personas mayores y quienes tienen movilidad reducida sufren especialmente las consecuencias del retraso en algunas reparaciones. «Falta mucho por hacer, pero Benetússer tiene una ciudadanía fuerte, comprometida y solidaria, y por eso sigue luchando para salir de todo aquel desastre», expresa la alcaldesa.
Con el ruido constante de las obras como banda sonora del regreso a la normalidad. Las calles, que hace once meses eran un lodazal, hoy están llenas de zanjas y señales de reconstrucción
Una localidad con menos de un kilómetro cuadrado de superficie y con una alta densidad de población que perdió a diez de sus vecinos el día de la dana del 29 de octubre de 2024
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión