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Fernando Amat
Viernes, 23 de diciembre 2016, 00:33
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La administración de Lotería Nacional El Pilar de Callosa de Segura subió ayer un escalafón. La delegación número 2 repartió 3,7 millones de euros por ventanilla del segundo premio del Sorteo de Navidad gracias a que durante todo el año tiene asignado un número acabado en 36, uno de las favoritos de su clientela. La alegría llegó así a raudales, tanto para los premiados como para los gerentes que asumieron la dirección hace siete meses. El municipio recibió una lluvia de euros en la lotería navideña que no se veían desde hace muchos años.
Pasadas las 11.20 horas Callosa de Segura volvió a repartir suerte con el 4536. Un total de treinta décimos se vendieron en la administración que ya había dado un cuarto y quinto premio del mismo sorteo en anteriores ediciones. Los gerentes estaban desconcertados porque al principio casi no se creían que cada décimo tuviera un premio de 125.000 euros. Una verdadera fortuna para la mayoría de agraciados que lloraron en sus casas y en la misma oficina ubicada en la calle Desamparados. La dueña de la administración, Yolanda Guilló, aseguró que había solicitado más billetes que tuvieran la terminación dado que «durante todo el año se juega el número 23136». La lotera dijo que había insistido a varios clientes en que se llevaran este número y que hace dos noches «soñé que daba un premio gordo».
La primera acertante, una mujer de avanzada edad, se acercó a la oficina pero se tuvo que ir emocionada. Otra señora mayor acudió para dar las gracias porque su hermano era otro de los ganadores del segundo premio. Viandantes y conductores se pararon ante la administración para conocer cuánto dinero se había repartido.
El joven más contento del día fue Manuel Ballester, que veía el sorteo por la televisión cuando su abuelo dijo que tenía un décimo premiado. No le creyó hasta que comprobó los números. El joven se dio por satisfecho al tener el viaje de fin de Bachillerato pagado. Caso aparte fue el de Mari Carmen Soriano, que «cogió el décimo al azar» y que aseguró que lo empleará en pagar porque «tengo muchas cosas, incluso la hipoteca y el coche». Para la madre de la gerente tanta suerte consecutiva en la misma administración procede de su esposo fallecido en el 2007 que «no nos deja vivir a nadie por estas fechas. Siempre quiere que le tengamos presente», dijo en toco jocoso.
Pero el segundo premio también llevó un pellizco a Orihuela, en concreto a uno de los estancos más conocidos de la ciudad ubicado en el Barrio de Las Monserratinas. Fue un décimo electrónico el que dejó 125.000 euros en el negocio regentado por Sandra Moreno desde hace siete años, heredado «de mi padre y que anteriormente llevaba mi abuelo». Sin parar de atender llamadas de amigos o medios de comunicación y las enhorabuenas de clientes que se acercaron al local al conocer la noticia Moreno relató que era la primera vez que caía un premio del Sorteo de Navidad pero que su padre, Paco Moreno, tuvo la suerte antes de jubilarse de lograr repartir en el 2003 casi 3,4 millones con una Primitiva de seis aciertos. La responsable del negocio se mostró contenta «porque la suerte ha llegado a Orihuela después de la mala racha por las inundaciones».
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