Las carreteras más peligrosas de la Comunitat siguen pendientes de mejora

Los tramos de carretera peligrosos se han reducido. Así lo refleja el estudio Eurorap, un informe continental que analiza la situación de las vías que forman parte de la red de carreteras del Estado.

En 2003, el mismo análisis mostró datos preocupantes. En toda la Comunitat había 183 kilómetros de riesgo, mientras que en estos momentos apenas llegan a los 50. La situación podría mejorar aún más, ya que la mayoría de los tramos peligrosos que quedan tienen mejoras pendientes. «Si se llevan a cabo obras, muy probablemente saldrían del informe», admitió a LAS PROVINCIAS Jorge Castellano, miembro del equipo que ha llevado a cabo el análisis.

En ese sentido, el experto explicó que estudian «durante tres años las carreteras por las que circulan más de 2.000 vehículos diarios. De estas, se cuentan los accidentes mortales y con víctimas graves y, al unirlo estadísticamente con la intensidad media que tienen, se ve la probabilidad de sufrir un siniestro importante», describió.

En la Comunitat existen cinco tramos peligrosos. Entre ellos se encuentra el de la N-332 que une Favara y Sueca. En diez kilómetros concentró 18 accidentes con fallecidos (5) y heridos de gravedad (22). Este riesgo se evitaría construyendo la variante Cullera-Favara, una obra que fue adjudicada en 2007 y que se paralizó tres años más tarde. En los próximos presupuestos, existe una partida mínima de 8 millones de euros para esta infraestructura, que tiene un coste total de 114.

Esta nacional cuenta con otro trecho de riesgo, a su paso por Gandia. Allí se acumulan cerca de 20.000 vehículos diarios. En este caso, desde la Cámara de Contratistas recuerdan que la duplicación de esta variante aparece en el BOE de marzo de 2013, después de que se aprobara su Declaración de Impacto Ambiental un año antes. Pese a ello, «no hay financiación y se desconoce cuando empezarán las obras».

También se han echado para atrás varios proyectos para solucionar los problemas en la N-340 a su paso por Castellón. Otro tramo con un importante riesgo se sitúa en el cruce entre esta vía y la N-238 a la altura de Vinaròs. En agosto, tras varios accidentes mortales, el delegado del Gobierno en la Comunitat, Serafín Castellano, reconoció que la calzada «requiere de mejoras». Pese a ello, todavía no se han concretado.

Como ha sucedido con las vías anteriores, los expertos han exigido cambios en el tramo de la N-340 que une Alicante con Murcia. Veinte de sus kilómetros, según el informe europeo, son de riesgo elevado. Una circunstancia que no es nueva, puesto que en el mismo estudio de 2006, este trozo de carretera era el más siniestro de toda España.

El último tramo peligroso se encuentra en Castellón (la N-225), cuenta casi cuatro kilómetros de distancia y une la capital de la Plana con el Grau.