Cuatro cuencos servirán para ralentizar el caudal del agua en el barranco en Chiva
Las obras de emergencia se añaden al refuerzo de los taludes con escollera y la limpieza de arrastres en uno de los lugares más castigados por la dana
La Confederación Hidrográfica del Júcar acomete en el municipio de Chiva la excavación de los llamados «cuencos de disipación», en cuatro zonas situadas en el ... fondo del barranco, con el fin de ralentizar la velocidad del agua en el caso de avenidas como la ocurrida en la dana del pasado 29 de octubre.
Fuentes del organismo estatal confirmaron el inicio hace unos días de uno de los cuencos en el sector conocido como San Isidro, una de las zonas más castigadas en el casco urbano y donde el Ayuntamiento ejecuta también obras de reurbanización. El concejal de Urbanismo de Chiva, Javier Tarín, indicó este martes que el Ayuntamiento trabaja ahora en la zona de Vista Alegre y el colector de la zona de Bechinos, esto último en el casco antiguo, con lo que estaría «ya prácticamente todo terminado» en cuanto a esta parte de la reconstrucción.
En los trabajos que se hacen en el barranco, el edil destacó el inicio de la excavación del cuenco de disipación, justo donde estaba la mina de San Isidro y que acogerá una gran zona de frenado de caudal. «Van a abrir una zona de varios metros para retener el agua», indicó sobre la creación de escenarios parecidos a la cascada de un río.
«Hemos conseguido que se incluyan una serie de obras con las que podría decirse que estaría ya toda la solución para el barranco en la parte del casco urbano». Chiva está considerada parte de la zona cero de la dana, con unas inundaciones que se llevaron por delante varios puentes y pasarelas peatonales. La elevada velocidad de los arrastres por los desniveles fue uno de los motivos del alto nivel de destrucción.
De ahí que los cuencos de disipación sean una solución adecuada para los ingenieros de la Confederación del Júcar en la reconstrucción de los cauces. No en vano, esta estructura es utilizada en obras hidráulicas, como aliviaderos y canales, para disminuir la energía del flujo de agua. Se coloca al final de un dispositivo de alivio y utiliza obstáculos como bloques de impacto, resaltos hidráulicos, umbrales y turbulencias para convertir la alta energía cinética del agua en una menos destructiva.
El balance de daños en Chiva fur brutal, con una reconstrucción que sólo en las ayudas del Ministerio de Política Territorial supera los 36 millones de euros. En las obras de emergencia, la Confederación ha empezado por el pilotaje de hormigón, el encepado y los muros de contención. «El agua llegará, dará un salto y frenará para que no tenga la salida tan rápida», consideró.
Tarín estimó que el cuenco tendrá una caída de agua de siete a ocho metros. «Será como una cascada de agua, que ya existía de manera natural y ahora se profundizará», dijo el concejal sobre estas infraestructuras.
De manera paralela, el Ayuntamiento trabaja en un proyecto a la altura del Puente Viejo, junto a la iglesia, donde se ahondará el barranco unos tres metros con el fin de que tenga más capacidad de caudal. Con esto se quiere mejorar la defensa de la población, una de las principales preocupaciones todavía vigentes cuando se está a punto de cumplir el undécimo mes desde las trágicas inundaciones.
Uno de los motivos de que estas obras hidráulicas no estén acabadas, según dijo la Confederación el pasado julio, es la falta de «compatibilidad» con otras intervenciones, como es el caso de la construcción de una pasarela peatonal, así como otro puente.
De esta manera quedaron resueltos unos itinerarios para los viandantes que obligaba a dar rodeos. Para el Puente Viejo fueron utilizadas piedras de sillares, con el fin de mantener el aspecto original. Junto a otro paso del camino Perenchiza y que sirve para salvar el barranco del Gallego, la inversión conjunta ascendió a 3,36 millones de euros.
La estimación de la Confederación es que aguas arriba de Chiva se llegaron a concentrar hasta 1.100 metros cúbicos por segundo, lo que da a idea del enorme empuje de los arrastres. De ahí que en el Plan de Recuperación y Mejora de la Resiliencia tras la dana, el Ministerio de Transición Ecológica plantee para esta población «mecanismos de disipación de energía en el cauce», así como un rediseño de algunos barrancos, que acabaron desbordados el 29 de octubre y produjeron fuertes daños incluso antes de la llegada del caudal al barranco del Poyo.
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