Una lonja de acogida
La recaudación de las subastas matinales del 2016 ronda los 4 millones de euros
C. M. A.
Domingo, 14 de agosto 2016, 01:20
Aunque la Lonja del Pescado de Torrevieja ya no tiene la importancia que alcanzó hace no demasiado tiempo, con más de una quincena de embarcaciones con sede en el puerto salinero dedicadas a las faenas de cerco y arrastre además de las de paso de diferentes puertos de la Comunitat Valenciana y de las vecinas costas murciana y andaluza, su única subasta, la única que se celebra a diario, de lunes a viernes, sigue teniendo su relevancia. Esta actividad es importante no ya por la flota local, sino por la que de otros puertos aún recala y descarga el fruto de su trabajo. Hace ya una década que la subasta de la tarde, la de mayor volumen económico por las especies que traía a puerto, pasó a ser un recuerdo. El único arrastrero que mantiene la base en Torrevieja, el 'Samuel Ruso', llega cada tarde con sus capturas de pescadilla, lenguado, salmonete y algún que otro marisco como la quisquilla o la gamba, entre otras especies, y una vez descargadas se trasladan por carretera hasta la lonja de Santa Pola, que es la que mayor volumen de género acumula en la zona sur de la provincia de Alicante y sobre todo, donde los precios llegan a alcanzar una cotización más alta. A esta fórmula también se unen unas pocas embarcaciones locales que faenan con la modalidad del trasmalle, que también traen a tierra preciados manjares del mar.
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La subasta de la mañana es la que mantiene vivo el ancestral oficio de la pesca en Torrevieja y la que le da la vida a la Cofradía de Pescadores, cuyo cabildo, con su patrón mayor a la cabeza, Pedro Ángel Carmona, está dedicado sobre todo a ofrecer el máximo de servicios y comodidades a los pescadores que en su inmensa mayoría llegan de fuera y cuyas tripulaciones se nutren en muchos casos de trabajadores norteafricanos y también de algunas nacionalidades del este europeo, aunque también es cierto que los hay españoles e incluso torrevejenses.
No pocos son los problemas a los que se enfrenta diariamente el patrón mayor de la cofradía en el puerto, un dominio que pertenece a la Generalitat Valenciana, con el traslado del muelle pesquero pendiente, con una fábrica de hielo averiada 'sine die' y muchos de los hangares de la lonja abandonados. A todo ello se suma que la cofradía sigue siendo titular la lonja en precario ya que desde 2014 está pendiente la renovación de la concesión y uno de los servicios básicos, el de la retirada de los residuos, competencia directa de la conselleria y no del Ayuntamiento como ocurre tan solo a unos pocos metros, sufre una serie de restricciones en los puntos de depósito e incluso «con amenazas de la propia conselleria de dejar de prestar el servicio de recogida de basura», confirma el patrón mayor.
Con todo, la subasta matinal mantiene un más que aceptable flujo de negocio y trata de mejorar y modernizar sus recursos, como la implantación de la caja de corcho, que deja atrás las tradicionales de madera o plástico, aunque alguna de estas todavía siguen en uso. Sin ir más lejos esta misma semana llegaron a puerto más de siete mil cajas de melva, más otras tantas que lo hicieron en días anteriores, con una cotización global de más de cincuenta mil euros que fueron a parar a importantes mayoristas que se han convertido en los primeros clientes de la lonja de Torrevieja, entre ellos la firma de supermercados Mercadona.
Pero según los datos de la Cofradía de Pescadores en el año 2015 hubo otras especies pelágicas que también destacaron como el boquerón, que superaron los 753.000 kilos con un precio total de casi 1,2 millones de euros, o la sardina, captura tradicional de Torrevieja que llegó hasta los 350.000 kilos con un precio en subasta de 645.000 euros.
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También fue abundante la alacha con cerca de 270.000 euros recaudados y la melva con más de cien mil euros por 70.000 kilos. También fueron destacadas las capturas de bacoreta, emperador, caballa, jurel e incluso pulpo. La recaudación global de 2015 fue de 2.432.020 euros. Pero estas cifras se han superado sensiblemente en lo que llevamos de año, rondando los cuatro millones de euros de recaudación global, donde el boquerón es el rey con más de un millón de kilos, junto a la sardina que ha superado ampliamente el medio millón, seguida a distancia por la bacoreta, la propia melva y el emperador. En este 2016 cabe destacar la recuperación de una de las capturas también clásicas en el litoral torrevejense como es la del atún rojo, especie de la que no se llegó a contabilizar ni un solo kilo el pasado año y que en este ya ha superado los 94.000, aunque no de gran tamaño por lo que tan solo lograron en subasta algo más de 12.000 euros.
Con estas cifras la lonja de Torrevieja, con la subasta que a diario dirige Antonio Torres, sigue siendo un referente para las capturas tradicionales y también para muchas embarcaciones de otros puertos que vuelven de año en año por la buena acogida con que se les dispensa.
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