Los senderistas y la falta de carroña frenan la recuperación del buitre en el monte alicantino

El buitre leonado, una especie de ave necrófaga o carroñera de importante dimensión y vuelo característico en las zonas montañosas de la provincia, casi llegó a desaparecer en Alicante y en el conjunto de la Comunitat Valenciana en los años 70. De hecho, solo quedaron unas tres parejas en el norte de Castellón. Con un plan a la carta puesto en marcha por la dirección general de Gestión del Medio Natural de la Generalitat en el año 2004, empezó a garantizarse la conservación y recuperación de la especie. Sin embargo, el proyecto funciona mucho mejor en las vecinas provincias de Valencia y Catellón que en Alicante. La culpa la tienen, según la propia Conselleria de Medio Ambiente, las molestias que causan los senderistas en las zonas de nidificación del norte de Alicante y, aún más, la ausencia de carroña, pese a lo cual la propia Conselleria ha considerado especie invasora la cabra arrui o del Atlas Marroquí que puebla muchas montañas del área de confluencia de Alcoi.

No es difícil divisar en los cielos del norte de la provincia un día cualquiera a media mañana una o varias parejas de buitres leonados. Sin embargo, lo que podría parecer una recuperación acelerada de la especie no es más que un espejismo, según explica a este diario el Servicio de Vida Silvestre de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la Conselleria de Agricultura.

En la provincia de Alicante, gracias a la labor de Fapas-Alcoi (Fondo para la Protección de los Animales Salvajes), que inició un programa específico de reintroducción de la especie que se había extinguido totalmente durante los años del desarrollismo de los 60 y también en virtud de esa Resolución de 13/12/2004, de la Dirección General de Gestión del Medio Natural, sobre la conservación y recuperación de aves carroñeras (buitre leonado y alimoche), la población del leonado empezó a crecer desde que en el año 2004 volvió a nidificar.

Desde ese año, la especie ha incrementado la población y se ha reproducido en distintos puntos próximos a las sierras más elevadas de Alcoi y Jijona. Incluso se ha expandido a la provincia de Valencia, hacia Bocairent y Albaida. Durante el pasado año, el buitre nidificó en cuatro puntos distintos de la provincia y llegó a sumar un total de veintitrés parejas, lo que daba un «moderado éxito reproductor», que la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente cuantifica en 0,61 crías por pareja. Así, no es difícil observar el vuelo de cinco o seis parejas, entre adultas y jóvenes, en las sierras de Penya Roja, la Carrasqueta, Font Roja, Montcabrer o Mariola.

Sin embargo, los técnicos de la Conselleria advierten de que algo está pasando, y no es bueno para la especie, desde el año 2011, cuando existían unas 32 parejas solo en el Barranc del Cint de Alcoi (próximo al parque de la Font Roja), pues en estos momentos solo se contabilizan en esa área unas trece parejas. La Conselleria pone negro sobre blanco y apunta hacia las «molestias» en las zonas de cría por parte de los senderistas y a la escasa disponibilidad de carroñas en la zona.

Pese a que la suelta de carroñas se produce de modo selectivo, no hay nada como la natural para alimentación de estas aves. Por ello, fuentes de la guardería medio ambiental explican a este diario la importancia de que se mantenga la caza mayor en los montes del norte de la provincia y no se reduzca la densidad de poblaciónd e la cabra arrui, tal y como se ha declarado ya por parte de la propia Conselleria, que la considera especie invasora en una amplia zona del parque natural de Sierra Mariola. El programa de la dirección general contenía las medidas para garantizar la conservación y recuperación de las especies indicadas, incluyendo la protección de colonias, seguimiento de poblaciones, funcionamiento de comederos, investigación y establecimiento de contactos y mecanismo de participación con los conservacionistas.