Borrar
Urgente Bertín Osborne y Taburete, entre los artistas de los Conciertos de Viveros 2024
Almendras secas poco después de su cuaje, en el mes de mayo del pasado año, en el primer episodio de ola de calor en Alicante. :: r. a.
El calor y la sequía reducen más del 30% los ingresos de los agricultores

El calor y la sequía reducen más del 30% los ingresos de los agricultores

Las zonas más castigadas, que cargan de argumentos al sector para pedir a Hacienda la revisión en el IRPF, son la Vega Baja, el Alto Vinalopó y El Comtat

Bernat Sirvent

Lunes, 15 de febrero 2016, 00:51

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La ola de calor que afecta a la provincia desde el pasado mes de mayo, cuando se registraron temperaturas anormalmente elevadas que superaron durante unos días los cuarenta grados, y que se está prolongando hasta bien entrado el invierno de calendario ha destrozado las economías familiares de miles de agricultores alicantinos. De norte a sur y de este a oeste, no hay cultivo ni municipio que se escape a las pérdidas de rendimientos. El informe oficial sobre la reducción de módulos de carácter excepcional por incidencias meteorológicas en el año 2015 en la Comunitat Valenciana que hace unos días presentó a las principales organizaciones agrícolas el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero, (muy conocedor de los problemas hídricos de Alicante al haber ocupado la secretaría de Estado del Ministerio de Medio Ambiente en el Gobierno de Rodríguez Zapatero) eleva por encima del 30% la caída de ingresos en infinidad de cultivos y, en otros muchos casos, los sitúa en el 20%.

  • Sistema.

  • El secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, asegura que, a partir del próximo año, se va a sistematizar el modelo de recogida y gestión de datos del sector, ya que hasta ahora no lo estaba.

  • Reglamento.

  • El del IRPF, aprobado por el RD 439/2007, establece excepciones si hay «circunstancias excepcionales».

Son argumentos que cargan de razón al secdtor agrícola y a la consellera Elena Cebrián para pedir esta misma semana a su homónima en Madrid, Isabel García Tejerina, que haga llegar con total celeridad a su colega de Hacienda, Cristóbal Montoro, la necesidad de revisar muy a la baja los módulos aplicables a las actividades agrícolas dentro del rgalmento del impuesto sobre la renta delas personas físicas. Esta norma, aprobada por Real Decreto en el año 2007, establece que cuando el desarrollo de actividades a las que fuese aplicable el método de estimación objetiva se viese alterado por incendios, inundaciones u otras circunstancias excepcionales que afectasen a un sector o zona determinada, el Ministerio de Hacienda «podrá autorizar con carácer excepcional la reducción de módulos».

Esta excepcionalidad se está aplciando año tras año, en mayor o menor grado, pero siempre con carácter muy puntual sobre fenómenos climatológicos como el pedrisco, el viento y solo para unos pocos cultivos. En el ejercicio recién despedido, con falta clara de precipitaciones (el informe asegura que fueron secos o muy secos enero, febrero, abril, mayo, octubre y diciembre en 2015) se han registrado descensos en los rendimientos agrícolas superiores al 30% con respecto a la media de los tres últimos años en una generalidad de cultivos.

Las comarcas más castigadas por el calor y la falta de lluvias o riegos alternativos son, por número de municipios y producciones, la Vega Baja, el Alto Vinalopó y El Comtat. En último lugar, la Marina Baja.

En la Vega Baja, cuyos agricultores siempre están mirando al cielo y a las decisiones del Ministerio de Agricultura sobre el trasvase Tajo-Segura o sobre la propia cuenca tradicional, la alcachofa de Dolores y San Fulgencio perdió un 66% de rendimiento en 2015; un 45% en Rojales, un 36% en Algorfa, Guardamar y Jacarilla y el 30% en Los Montesinos. Las habas verdes, otro cultivo de postín en la zona con salida en el mecado interno y exterior, se perdieron un cien por cien en Algorfa, Callosa de Segura, Cox, Rafal y San Fulgencio y entre un 47% y un 37% en San Miguel de Salinas, Catral y Guardamar. La patata, indispensable en la dieta mediterránea y en el norte de Europa, se perdió más de la mitad en Algorfa, Jacarilla, Orihuela y San Fulgencio, sus centros de producción en la Vega. La mandarina de Benferri cayó un 30%.

En el caso de Villena, se perdió un 55% del renidimiento de la manzana en Villena (su cuna de producción en la Comunitat), el 50% de la almendra en Campo de Mirra y Beneixama, el 55% del brócoli y nabo en Villen, el 40% de la aceituna en Campo de Mirra y Beneixama, el 75% de la viña en Beneixama, el 36% en Villena también de vid de vinificación. En El Comtat, se perdió más de la mitad de la producción de melocotonero en Beniarrés, Alcocer de Planes y Benimarfull. Entre el 30% y el 70% de la producción de acelga, berenjena, calabacín y calabaza, cebolla, judía verde, lechuga, pimiento y sandía se perdió en Beniarrés, uno de los grandes centros de producción agrícola de la provincia por la proximidad del pantano del mismo nombre. Ni por esas. En Gaianes se perdió el 40% de la vida y el 60% del níspero en Tárbena, en la Marina Baja, uno de los centros de esta fruta oriental junto a Callosa d'En Sarrià y La Nucia.

Un 20% del rendimiento lo han perdido los cítricos como limones y mandarinas en Orihuela y Benferri., en la Vega, así como, en las Marinas, en Beniarbeig, Benimeli, Dénia, Ondara y Pedreguer, La Vila, Bolulla, Polop, La Nucia, Castell de Guadalest y Benidorm. Asimismo, el calor afectó al 20% del aguacate y níspero en Callosa, Bolulla, Guadalest, Tárbena y Altea, según el informe oficial de la Conselleria.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios