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Aramburu defiende a Duane James, primo del NBA LeBron. :: a. d.
El Lucentum mira hacia la Copa

El Lucentum mira hacia la Copa

El equipo alicantino frena el intento de remontada del Granada en el último cuarto

JUAN PABLO LAORGA

Lunes, 21 de diciembre 2015, 02:46

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El Centro de Tecnificación había perdido esa insana costumbre de ver finales apretados de partido, algo que el curso pasado era casi un ritual. Sin embargo, esta temporada el Lucentum había arrollado a cada uno de los rivales que se le presentaban en Alicante, paseándose en últimos cuartos de choques sentenciados. Pero ayer se encontró con el Granada, un conjunto rocoso que llegaba a la casa lucentina con la intención de romper la condición de invictos de los alicantinos en su pabellón en lo que va de campaña.

Los andaluces llevaron al extremo al equipo de Kuko Cruza y cerca estuvieron de remontar un partido en el que el Lucentum casi siempre estuvo por delante. Aunque la tranquilidad de los locales en el tramo final decidió el choque. Y eso que los alicantinos no tuvieron su día desde la línea de tres, tan solo anotaron cuatro triples, y tampoco dominaron el rebote.

El partido se presentaba peligroso porque la presión es, y sigue siendo, enorme. La participación en la Copa sigue estando en juego y granadinos y alicantinos se jugaban sus posibilidades de estar en el torneo, ya que sus rivales en la clasificación no pierden fuelle. No es que la Copa sea el objetivo principal, pero ganarla supone garantizarse el factor cancha a favor en unos supuestos 'play offs' por el ascenso además de marcar territorio con el resto de equipos y con la victoria de ayer el Lucentum se mantiene con grandes opciones de estar e n la cita copera. Además de la presión añadida de no poder fallar para estar en la Copa, todavía quedaba en la memoria lucentina el recuerdo de los dos choques disputados en pretemporada contra el Granada, en los que los andaluces no tuvieron demasiados problemas en solventar.

Ambos equipos ya se conocían por los duelos estivales, además, al Centro de Tecnificación volvió un viejo conocido por la afición local. El villenense Jesús Fernández, que jugó en el Lucentum hace tres temporadas, regresaba como líder del Granada a la que fue su casa. Reencuentros aparte, los visitantes también viajaron con el mediático Duane James, primo hermano de la estrella de la NBA LeBron, quien ya es un clásico en las categorías inferiores del baloncesto español. Aunque su mejor jugador terminó siendo Berni Castillo.

La presión con la que los dos conjuntos afrontaban el partido se vio reflejada en los primeros compases. El comienzo fue muy intenso pero con poco acierto. La importancia del choque se notaba en el ambiente. El Centro de Tecnificación presentó la mejor entrada de la temporada en el último partido del equipo en casa este año. Además, la afición no dejó de animar durante los 40 minutos, subiendo la intensidad en los momentos clave y ayudando al equipo a lograr la victoria.

En los primeros minutos, el Granada fue el que menos falló. El Lucentum saltó a la pista demasiado dormido, con algunos de sus jugadores importantes muy despistados. Adri Fuentes, Guillén y Porcher no tuvieron su día y el equipo lo notó en los primeros minutos. Tan solo Bowie y Sherman estuvieron a la altura, pero no pudieron impedir que los andaluces terminasen el primer cuarto con ventaja en el marcador (15-17).

El segundo cuarto fue el decisivo, el que a la postre marcaría las diferencias. El Lucentum se revolucionó con la entrada de dos torbellinos: Jon Ander Aramburu y Xavi Hernández. Nada más saltar a la cancha, al inicio del segundo cuarto, los locales cambiaron la cara y dieron espectáculo a su público. Hernández y Aramburu se entienden a la perfección, su primera combinación del partido fue un pase del base balear cerca del aro que el vasco quiso aprovechar para colgarse del aro, aunque una falta se lo impidió, pero tal es su estado de forma que consiguió anotar. Un dos más uno con el que el Lucentum se ponía por delante.

Con Aramburu liderando al equipo, los locales tomaron ventaja hasta llegar al descanso con una ventaja de ocho puntos (22-14). Parecía que el Lucentum había despegado y solo tenía que dejar puesto el piloto automático para llegar al final con una ventaja cómoda, pero esta vez no fue así. Tras el descanso, el Granada saltó con la intención clara de dar la vuelta a la situación. Un inicio de cuarto arrollador (con un parcial de 7-0) sirvió para enseñar los dientes y avisar a los locales de que el partido no había terminado. Pero a las embestidas granadinas respondía bien el equipo de Kuko Cruza.

Al último cuarto los alicantinos llegaron con seis puntos de ventaja y con la sensación de que el Granada había ganado en motivación. Y así fue. Los andaluces se vinieron tan arriba que se pusieron por delante en el marcador con una ventaja de tres puntos. Fue ahí cuando fue protagonista la grada. La afición lucentina apretó y el equipo lo notó. Un gran Adrian Bowie se echó el equipo a la espalda y contagió tranquilidad a sus compañeros, que mantuvieron el temple en la recta final. Jesús Fernández tuvo la oportunidad de empatar pero no acertó desde la línea de tres.

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