Condenan a un conductor cazado en la autovía a 216 kilómetros por hora
Un radar móvil a la altura de Monforte del Cid registró el exceso de velocidad del chófer, que alegó en el juicio que su hija lo llamó para decirle que estaba enferma
Luis Candela
Lunes, 3 de agosto 2015, 00:34
Superaba en más de 96 kilómetros por hora el límite de velocidad que establece la ley en autovías. Más de un 80% por encima de los valores permitidos. Así lo registró un radar móvil de la Guardia Civil a la altura de Monforte del Cid en marzo de este mismo año, motivo por el cual el conductor ha sido juzgado y condenado. Deberá pagar una multa de 1.080 euros y sufrirá la retirada del carné de conducir durante un año y un día, según recoge el fallo al que ha tenido acceso este diario.
Nada menos que 216 kilómetros por hora marcó el cinemómetro instalado en el punto kilométrico 697,000, el 28 de marzo, en torno a las seis de la tarde, como quedó patente en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal 8 de Alicante y en el que depuso uno de los agentes responsables del radar.
Pese a tratarse de un radar móvil, cuenta con un margen de error de solo un 5% en velocidades superiores a los 100 kilómetros, según explicó el juez ponente de la resolución, fechada a 16 de julio de este año.
Sin embargo, el conductor, chófer de profesión, se excusó diciendo que acaba de recibir una llamada de su hija. Al parecer, la joven se encontraba enferma y el progenitor temía que le pudiera estar ocurriendo algo grave. Por este motivo, siempre según su versión, el procesado apretó a fondo el acelerador de su Lexus por una en el que la velocidad máxima es de 120 kilómetros por hora.
«No se probó nada al respecto», le reprocha el juez al penado, quien precisamente debería haber demostrado que así ocurrió. Pero es que, además, inicialmente, en el juzgado de instrucción de Novelda «no dijo nada» sobre ello, como prosigue el ponente de la resolución condenatoria.
Según ha podido saber este diario, cuando fue requerido por el instructor, el procesado relató que viajaba hacia Andalucía después de dejar a su jefe en la provincia de Alicante. El juez ha aplicado las penas solicitadas por el Ministerio Público en el juicio, pese a que el abogado defensor del hombre reclamaba la libre absolución de su patrocinado por los motivos aducidos de necesidad de acudir al domicilio.