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Colocación de una terraza, ayer en una calle de Ruzafa. J. SIGNES
El Consistorio reducirá también las terrazas en Ruzafa tras las protestas

El Consistorio reducirá también las terrazas en Ruzafa tras las protestas

Habrá menos mesas y sillas en los cruces y la anchura estará limitada a la fachada de los locales con una supresión del 50% en algunos casos

PACO MORENO

VALENCIA.

Jueves, 3 de mayo 2018, 00:34

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Las terrazas de los bares serán más pequeñas en Ruzafa, según lo anunciado ayer por el concejal de Licencias, Carlos Galiana, antes de una reunión con hosteleros y vecinos donde se trataron las posibles soluciones para reducir los ruidos nocturnos y las quejas de los residentes de este barrio. La reducción llegará al 50% en algunos establecimientos.

Sólo este año se han tramitado 431 reclamaciones ante el Síndic de Greuges, lo que refleja la saturación de locales de ocio en la zona. Fuentes de la entidad Russafa Descansa indicaron que la última estimación asciende a 260 negocios con autorizaciones de mesas y sillas.

Galiana señaló que se han estudiado las propuestas de las entidades vecinales y de las organizaciones hosteleras, para llegar a la conclusión de que la mejora puede ser sustancial al reducir el número de mesas y sillas en los chaflanes de los cruces principales, así como no autorizar el permiso por colindancia, es decir, que la terrazas pueda ser mayor que la anchura de la planta baja si hay un consentimiento por escrito de la comunidad de vecinos afectada por la instalación.

Respecto a esto último, dijo que el modelo será similar al empleado en la calle Convento Santa Clara, en Ciutat Vella, donde el Consistorio reordenó las terrazas de los bares tras una sentencia favorables a unos vecinos denunciantes de la saturación de mesas y sillas.

Las medidas serán puestas en marcha de inmediato, sin esperar a que caduquen las autorizaciones actuales. El Consistorio ya ha actuado de esta manera en el barrio del Carmen y la pedanía de El Palmar, donde en este último lugar se está a la espera del marcado del espacio que se permita ocupar en la vía pública.

El edil de Licencias añadió sobre El Palmar que otra de las modificaciones será la obligación de recoger las mesas y sillas al acabar la jornada, facilitando el aparcamiento en la calle. Los hosteleros de la zona criticaron hace poco estas restricciones, al entender que numerosas familias de la pedanías viven gracias a empleos en la hostelería.

De las medidas anunciadas por el edil antes de la llamada Mesa de Terrazas, fuentes de Russafa Descansa comentaron que «se trata de un parche», para reclamar la puesta en marcha de unas restricciones propias de una Zona Acústicamente Saturada (ZAS), con reducción de horarios sobre el actual y de concesión de nuevas liciencias de actividad.

Esta entidad ha presentado una demanda en el juzgado para que se tramite la ZAS desde el principio, como se ha hecho en otros barrios de Valencia. La respuesta del gobierno municipal a la demanda ha sido intentar desacreditar las medidas realizadas por una empresa a petición de los vecinos y ofrecer un extenso balance de servicios de la Policía Local, donde destacan las 175 denuncias a locales el pasado año.

Fuentes cercanas a Russafa Descansa indicaron que «desacreditar las mediciones y sus resultados no se sostiene y lo dejaremos claro en nuestro turno de intervención». Del balance policial afirmaron que «demuestra el trabajo de la Policía Local, pero también que hace falta por el elevado número de servicios que prestan en el barrio».

El edil de Licencias comentó que los vecinos querían «una rebaja general del 30% de mesas y sillas, por lo que esta solución pensamos que puede contentar a todo el mundo». En la Mesa de las Terrazas se habló también de una iniciativa similar en Benimaclet, aunque en el caso de este barrio está más verde, por lo que se desconoce cuándo se aplicará. El concejal señaló que también se puso sobre la mesa el caso de Benimaclet, otra zona castigada por el botellón. La Mesa no adoptó ayer una solución definitiva a la espera de recabar la opinión de más colectivos. Galia admitió por último que «Ruzafa es uno de los barrios más afectados por el ruido y el botellón.

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