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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
El obstinado líder que busca la paz de Colombia

El obstinado líder que busca la paz de Colombia

El mandatario colombiano se ha jugado todo su capital político en su gesta para poner fin a medio siglo de guerra interna, un sueño que prometió no abandonar pese a cualquier revés

colpisa

Viernes, 7 de octubre 2016, 11:34

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Juan Manuel Santos, dos veces presidente de Colombia, ha sido galardonado con el Nobel de la Paz por sus "esfuerzos tenaces para poner fin a una guera civil de más de 50 años", a pesar del triunfo del 'no' en el plebiscito sobre el acuerdo con la guerrilla de las FARC. Pese al revés, Santos ha mantenido el alto el fuego y ha reiterado su voluntad de incluir en el acuerdo a quienes políticamente se oponen, liderados por los ex presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana.

El colombiano se ha jugado todo su capital político en su gesta para poner fin a medio siglo de guerra interna, un sueño que prometió no abandonar pese a cualquier revés con un enfático "no me rendiré", el pasado domingo tras el referéndum en el país sudamericano.

"Seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato porque ese es el camino para dejarles un mejor país a nuestros hijos", dijo el domingo, con la sempiterna palomita blanca que suele llevar en la solapa, después de que el pacto sellado con la guerrilla FARC hace una semana fuera rechazado contra todo pronóstico en un plebiscito.

El presidente negó que buscara coronar con este premio su cruzada por la reconciliación de Colombia, azotada por décadas de violencia de guerrillas, paramilitares y fuerzas estatales que han causado ocho millones de víctimas, entre ellos 260.000 muertos. Como quiera que en su juventud fue miembro de la Armada Nacional, algo que recuerda cada vez que puede, ignora las críticas y con la habilidad de jugador de póquer que le atribuyen quienes lo conocen de cerca, sacó adelante el acuerdo porque está seguro de que "nuestro puerto de destino es la paz", dice.

Pero nada parece detenerle para lograr la paz en Colombia, suele madrugar y trasnochar. Superó un cáncer de próstata en 2012 y se sometió a fines de 2013 a una cirugía para levantar sus párpados y mejorar su visión.

Bogotano de 65 años, siempre anheló conducir los destinos de su país. Antes de iniciar su carrera política como ministro de Comercio Exterior del expresidente César Gaviria en 1991, incursionó en el periodismo en el influyente diario 'El Tiempo', entonces propiedad de su familia. Allí ganó el premio Rey de España con unas crónicas sobre la Revolución Sandinista en Nicaragua.

Ese trabajo "nos marcó profundamente a ambos", ha dicho el mandatario sobre la investigación que realizó con su hermano Enrique Santos, también clave en el proceso de paz con las FARC que se instaló formalmente en La Habana en noviembre de 2012, pero cuyas conversaciones confidenciales comenzaron apenas Santos asumió su primer mandato en 2010. Para cuando se estrenó en la Casa de Nariño, este político que se autodefine de "extremo centro" ya tenía trazado el camino para la salida negociada al conflicto armado.

Antes, como ministro de Defensa de su predecesor Álvaro Uribe había perseguido con implacable crudeza a las FARC y, tras descabezar a su cúpula, se alistaba para dialogar desde una posición de fuerza. Hizo la guerra para alcanzar la paz, han señalado analistas. Pero su viraje le costó no pocas críticas como "traidor" a la doctrina de mano dura de Uribe, quien desde entonces es su más feroz opositor.

Admirador de Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt y Nelson Mandela, lector voraz y declarado cinéfilo, Santos ha dicho que su verdadera fortaleza proviene de la familia que fundó en 1988 con María Clemencia Rodríguez, "Tutina", madre de sus tres hijos. Son "mis Santos", afirma.

Para muchos su obstinación de pragmático contumaz y su fama de político "hábil" allanarán sin duda el camino en esta nueva etapa. "Santos no es un jugador de póker como dicen. Es un jugador de bridge", comentó alguien que conoce bien al presidente. "Y en el bridge no siempre gana quien tiene la mejor mano".

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