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La JCF suspende las normas sobre la vestimenta particular de las falleras

La JCF suspende las normas sobre la vestimenta particular de las falleras

Oltra arremete contra las reglar a las cortes impuestas por Fuset, que se ve obligado a rectificar y paraliza la exigencia sobre los escotes y el largo de las faldas

LOLA SORIANO

Sábado, 19 de noviembre 2016, 00:01

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Las nuevas normas de obligado cumplimiento que la Junta Central Fallera ha hecho firmar a las falleras mayores y sus cortes donde les prohibe llevar escotes pronunciados, faldas cortas o transparencias no han gustado nada a la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. La también consellera de Igualdad afirmó ayer que estas normas establecidas para las representantes de estas fiestas son «incompatibles con la democracia y con los valores, pero también con la ley».

A pesar de que ha sido un compañero de su partido, Compromís, el concejal de Cultura Festiva y portavoz del Ayuntamiento, Pere Fuset, el que por primera vez ha hecho firmar un documento de este tipo a las nuevas representantes de las Fallas, Oltra no ha dudado en afearle la decisión y aseguró que ve incompatibles «con los tiempos que corren y con el ordenamiento jurídico las directrices establecidas en estas normas que la Junta ha actualizado e incluso ha reconocido que alguna frase «pone los pelos de punta».

Si bien en el documento se incluyen exigencias y prohibiciones que son incompatibles con la ley de Igualdad, Oltra confesó que el punto 38, era precisamente el que le erizaba la piel. Se recoge que si la indumentaria que llevan las cortes o falleras mayores «se considera indecorosa o no apropiada al acto al que se asiste, el acompañante que las recoja tendrá la facultad de obligarles a cambiarse». Incluso va más allá y se incluyen consecuencias si no se acatan las consecuencias. «En caso de negativa, y previa consulta con la vicepresidenta correspondiente, dejarlas en sus domicilios».

Oltra replicó que «¿quién es el acompañante para decir a una mujer que debe cambiarse?». Añadió que esta manifestación entra peligrosamente en los marcos de las relaciones de desigualdad, posesivas, de supremacía sobre las mujeres que el Consell rechaza». De forma rotunda dijo que «nadie puede decirle a otro 've y cámbiate'». Y opinó que el hecho de que «se juzgue la vestimenta de la mujer no parece que sea de este siglo. Que encima se establezca relación de dominación entre acompañante y una corte no parece muy compatible ni siquiera con la ley».

Aunque no se trata de una competencia del Consell, como responsable de la cartera de Igualdad, ayer mismo anunció que estudiarán el documento y que desde el Instituto Valenciano de la Mujer y por la Igualdad se harán las recomendaciones que se tengan que hacer para que éste se adecue a lo que deben ser «unas políticas públicas de promoción de la igualdad entre hombres y mujeres». Indicó que trasladarán las consideraciones al Ayuntamiento porque cree que estas normas establecen «marcos de dominación y más allá de justificación de lo que no es justificable».

Oltra afirmó que entiende que se puedan hacer orientaciones sobre la indumentaria fallero, pero este documento, «va más allá de lo que puede exigir la etiqueta».

Preguntada sobre unas declaraciones del secretario de la Junta Central Fallera, Pepe Martínez Tormo, que dijo que las normas son para «protección de las chicas», la vicepresidenta del Consell ironizó con que la ropa «en general, protege del frío» e insistió en que «lo que protege a las mujeres es la libertad, no la vestimenta, y es que podamos ir vestidas como nos dé la gana, sin que pueda tener más consecuencias que las de poder constiparse». Incluso recalcó que «la longitud de la falda no depende de ningún otro que de aquel o aquella que se la pone».

Oltra recalcó que «no es bueno» que se den diferencias entre la normativa para mujeres y para hombres y apuntó que cabría preguntarse si «a estas alturas se pueden dar indicaciones sobre la vestimenta privada de una persona, más allá de lo que un evento pueda exigir de etiqueta». Consideró que una cosa «es que se hagan orientaciones sobre indumentaria tradicional, con un sentido de preservar estas tradiciones, y otra sobre vestimenta privada».

El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, quiso salir ayer del paso, tras recibir las críticas de la vicepresidenta del Consell y compañera de partido, y afirmó que lo que pretendía era hacerlas públicas para someterlas a debate. Añadió que compartía la filosofía de Oltra.

Preguntado a las 17.50 horas si iba a retirar de inmediato estas normas, tras la reprimenda de la vicepresidenta y después de que la consellera de Igualdad anunciara que en el Consell iban a revisarlas y a pedir modificaciones, el concejal dijo que «antes de que el Consell tenga la opción de evaluarlas, espero que estén cambiadas». Pero más tarde, a las 20.58 horas, la Junta envió un comunicado donde se anunció que hasta que se acuerden y se redacten unas nuevas normativas, «se consideran en suspensión los puntos referidos a la indumentaria de particular de los actos oficiales».

Además, se anunció que la Junta «abordará en la asamblea del martes la composición de esta comisión para la redacción ágil de un nuevo documento» e incluso se añadió que «contará con la colaboración de los servicios de Igualdad del Ayuntamiento de Valencia y que desde el máximo consenso del mundo fallero suponga una visión contemporánea y coherente con el valor de la mujer en la fiesta».

El comunicado concluía pidiendo máximo respeto a la figura de la fallera mayor y la corte y hacia las Fallas, «una defensa especialmente importante en un momento en que nuestra fiesta, con sus embajadoras al frente del mundo fallero, tenemos que asumir uno de los mayores retos de nuestra historia», en referencia a la aprobación de la candidatura de las Fallas a Patrimonio Inmaterial por la Unesco.

Las respuestas de Fuset llamaron ayer la atención a uno de los presidentes que exigió desde el principio la retirada de las normas, Rafa Ferrando, de Isabel la Católica, y la respuesta de Fuset fue que se crearía una comisión de cara a 2018.

Han bastado unas críticas de Oltra para que el mismo día Fuset anuncie que se cambiarán este ejercicio y que suspende las actuales.

Fuset aseguró ayer que él tampoco estaba de acuerdo con estas normas, algo que no se entiende porque las ha hecho firmar por primera vez. Sobre esta contradicción, dijo que a él no le gustaban, pero «no puedo actuar y modificarlas de forma unilateral porque algunas veces me han criticado por hacer cambios y quería esperar parar abrir el debate y crear una comisión para cambiarlas». Añadió que los cambios «no se pueden hacer de la noche a la mañana». Admitió que «los cambios en el mundo fallero son muy lentos».

Este comentario no ha gustado nada al mundo fallero. Presidentes como Rafa Ferrando, lamentan que ahora le tire la culpa a los falleros. «En la asamblea de presidentes de septiembre ya les pedí conocer las normas, porque incluía puntos referidos a la relación de las cortes con sus comisiones y me dijeron que no me lo podían dar. Días después me dejaron ver el documento, pero no tener copia y fue días antes cuando se lo dieron a las cortes, porque ellas tampoco tenían copia y les prohibieron hablar del tema».

Culpa a los falleros

Según Ferrando, en la asamblea de octubre dijeron que las cambiarían «de cara al año que viene y ahora resulta que justifica sus metidas de pata diciendo que los cambios en el mundo fallero van lentos. Es decir culpa a los mismos falleros que hemos pedido la derogación de las normas y que él inicialmente negó».

Los dos concejales que han estado al frente de Fiestas antes que Fuset, Félix Crespo y Francisco Lledó, lamentaron ayer la polémica.

Crespo dijo que hay puntos que chocan con el derecho y la legalidad. «Se trata de unas normas que por primera vez han hecho firmar a las jóvenes sin haber pasado por el control del secretario general del Ayuntamiento ni de la asesoría jurídica».

También cree que puede ir en contra de la ley de Igualdad de Género, «porque es la primera vez que se incluye el punto de mandar cambiar a la corte o fallera mayor a casa». Crespo opinó que «qué criterio tiene que seguir el acompañante para hacerle cambiar de vestuario».

Francisco Lledó, comentó que «lo que antes había eran recomendaciones. Se reunía a las jóvenes y sus padres y se les orientaba con un guión, pero ellas siempre han sido lo suficientemente coherentes. Y que no digan que han usado unas normas que ya existían porque nosotros nunca les obligamos a firmar nada y han puesto puntos que nunca dijimos y que son muy fuertes, como mandar a la chica a casa a cambiarse».

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