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Pau Ribas intenta abrirse paso ante Petway y Mantzaris. :: EFE/Alexandros Vlachos
Derrota polémica e injusta en Atenas
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Derrota polémica e injusta en Atenas

El conjunto valenciano compite por primera vez ante un grande en Euroliga y vuelve de Grecia con la cabeza alta y en la lucha por el Top 16

JUAN CARLOS VILLENA

Viernes, 21 de noviembre 2014, 00:04

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El Valencia Basket volvió anoche de Grecia con la cabeza bien alta. Dolido, cabreado e indignado, pero con el orgullo encima de la mesa por primera vez desde que comenzó la Euroliga. La clasificación del Grupo D sigue marcando hoy que los valencianos son colistas con un balance de 1-5, pero de los últimos cuatro partidos tres se disputarán en la Fonteta. La pasada temporada Efes y Bayern accedieron al Top 16 con cuatro victorias, y el Partizan con tres, con lo que en un grupo tan igualado todo parece indicar que se decidirá en la última jornada. Si Valencia Basket blinda junto a su afición el recinto de Hermanos Maristas tiene todas las opciones intactas de seguir jugando con los mejores.

La derrota en Atenas fue dramática y polémica. Con 77-76 en el marcador, tras un tiro libre anotado por Spanoulis en una falta cometida por un exceso de celo de Ribas, Nedovic cogió los galones. Restaban once segundos. El serbio, que había completado un gran debut, enfiló como un rayo el aro de Olympiacos. Allí fue empalado por Petway, aunque ninguno de los tres árbitros pitó falta. La jugada acabó con Darden y Pau Ribas luchando por el balón. Salto entre dos y 2,6 en el marcador.

El americano ganó el salto y golpeó el balón hacia atrás mandándolo fuera. La sensación en directo fue que la mesa dejó pasar varias décimas una vez traspasada la línea de fondo. Con menos de dos segundos Ribas resbaló y cedió el último tiro a Nedovic, que anotó un triple fuera de tiempo. Fuera de tiempo con el crono oficial del partido. ¿Pero hubiera sido fuera de tiempo si no se hubieran comido esas posibles décimas? Esa es la cuestión. El Valencia Basket no firmó el acta bajo protesta, pero revisará hoy el vídeo para decidir si es posible recurrir.

En la Euroliga existe un precedente claro. En 2001 el Baskonia protestó el triunfo del AEK 75-74 en el primer partido del playoff de semifinales, al entender que la canasta de Dikoudis sobre la bocina de la prórroga llegó fuera de tiempo. El juez único de la competición entonces era José Manuel Meirim y le dio la razón al TAU, aunque no le dio el triunfo. El partido se repitió y Stombergas masacró al AEK con un 9 de 9 en triples que lideró la victoria 65-90 de los vascos. Fuentes oficiales de la Euroliga informaron anoche a este periódico que el recurso sólo es valido si el acta se firma bajo protesta. Hoy saldremos de dudas.

La polémica final no puede esconder el partidazo que disputó el Valencia Basket en Atenas, el mejor de largo en lo que va de temporada. El equipo compitió por primera vez en lo que va de campaña contra un grande, de tú a tú. Sin miedos, con orgullo. Todo eso vale más que una victoria, y más cuando los taronja aún dependen de sí mismos en la Euroliga. Perasovic también firmó un planteamiento sin fisuras, con varias defensas zonales que ahogaron por momentos el talento de Olympiacos y el movimiento táctico de poner a Lucic de cuatro. El serbio cuajó su mejor partido de taronja, con 16 puntos y un gran despliegue físico. Es cierto que esa decisión relegó al banquillo a Aguilar y Harangody, aunque el rendimiento de Lucic fue tan bueno que el cuerpo técnico tomó nota de ello.

Nedovic debutó asumiendo galones, y por momento no dio la sensación de llevar tres días con sus compañeros. El resurgir de Sato, no todo es meter puntos, y la gran actuación de Ribas (matarle por la última falta a Spanoulis y el resbalón final sería tan injusto como el arbitraje, pese a que el jugador reconoció que se equivocó) permite al Valencia Basket seguir soñando con el Top 16. La derrota del Baskonia en Klaipeda, tal y como recordó Perasovic a la plantilla aún en las entrañas de La Paz y la Amistad, puede ser vital para el grupo.

Spanoulis monopolizó el primer cuarto, anotando 10 de los 26 puntos de Olympiacos en ese periodo (26-21) pero los valencianos despertaron con la máxima renta griega. Del 40-28 se pasó al 45-40 al final de la primera parte, con cinco puntos de Sato y siete de Ribas.

El tercer cuarto del Valencia Basket fue sencillamente perfecto, en ataque y en defensa. Ese 9-20 de parcial tiene que ser el símbolo de la remontada en la Euroliga. Las variantes zonales, desde una 2-3 a una 1-3-1, marearon a un Olympiacos que dependía en demasía de las genialidades de Spanoulis y del músculo de Hunter y Dunston. La buena dirección de Vives y la irrupción de Dubljevic permitieron el 54-60 al final del tercer cuarto. Medio minuto explosivo de Nedovic al inicio del último cuarto, con dos robos y dos mates, pusieron la máxima renta valenciana (54-64) pero los griegos aprovecharon la ansiedad para tirar de oficio y llevar el partido a un final agónico. En un último minuto brutal un triple de Dubljevic parecía sellar el triunfo (73-75), pero Spanoulis contestó con otro (76-75). Y pasó lo que pasó, pero los taronja cayeron con honor. Así, SÍ.

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