El fin de una etapa en Les Arts

Se cierra un ciclo en el Palau de les Arts. La marcha de Mehta no sólo constituye la pérdida de una de las batutas más prestigiosas del mundo, sino que supone el fin de una era en que el coliseo aspiraba a hacerse un hueco en la liga internacional de la ópera. Sin Lorin Maazel y sin Zubin Mehta, el Reina Sofía pierde peso ante otros referentes líricos, como el Metropolitan de Nueva York o al Covent Garden de Londres.

La salida de Mehta, que fue despedido la noche del domingo con más de 15 minutos de aplausos de un público en pie tras la última función de 'Turandot', tiene consecuencias inmediatas: la desmembración de la orquesta. Lo alertaron los melómanos en LAS PROVINCIAS y se está confirmando. Después del verano otras dos plazas de la llamada 'mejor orquesta de España' se quedarán vacantes. El oboe se marcha a Orchestre de la Suisse Romande (OSR) en Ginebra y el primer chelo se incorpora a Orchestre Philharmonique de Monte-Carlo. «No serán los únicos en dejar Valencia», apuntó un vetarano intérprete de la formación de Les Arts. «En verano son numerosos los músicos que tienen pruebas para tratar de incorporarse a otras orquestas», remarcó.

Son muchos los instrumentalistas que temen el regreso postvacacional porque no saben «cuántas bajas habrá y cómo quedará la orquesta», remarcaron. Los que permanezcan, aseguraron, mantendrán «la profesionalidad y la excelencia de siempre». Los integrantes de la orquesta también están molestos porque, a su juicio, «no se está mimando una formación que nació tras unas pruebas a más de 5.000 aspirantes de todo el mundo». Se eligieron a los mejores, recordaron, y ahora se están marchando víctimas «de los recortes en el sueldo, de la baja actividad del teatro y de la falta de un proyecto», matizaron.

La orquesta nació de la mano de Lorin Maazel en 2006 con 90 músicos y hoy apenas alcanzan el medio centenar. Las carencias son «notables». La formación, según los músicos, carece de fagot y de los cuatro trombones originales sólo queda uno.

Se cierra un ciclo en el Palau de les Arts. La ejecución del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) dejará mermada la actual plantilla. Al menos, habrá un mínimo de 37 salidas en las que, según el acuerdo entre dirección y sindicatos, se primará las bajas voluntarias. ¿Con menos profesionales se podrá mantener la calidad? Cultura dice que sí.

La Generalitat también apremia a la intendente a que cierre cuanto antes la designación del nuevo director musical, una plaza vacante desde noviembre de 2013, cuando se marchó Wellber. Antes del cierre técnico del edificio debe estar resuelto el nombramiento y la ejecución del ERE.