El Valencia se queja en el juzgado del acoso judicial al que le somete Libertad VCF

Nada ha arañado a Lim. Ni tan siquiera la Liga de Fútbol Profesional ha mostrado, sobre todo en lo que se refiere a Javier Tebas, un gesto hacia el clamor popular. Meriton sigue igual de fuerte que el primer día pese al tiroteo constante. Al menos, de cara al exterior, porque internamente el simple hecho de que no se pudiera celebrar con normalidad la última junta de accionistas ya es muestra más que evidente que ni Anil Murthy antes ni Layhoon después han conseguido apaciguar las aguas. Menos aún Kiat Lim, alejado todavía del foco mediático y sin tan siquiera haber hecho una rueda de prensa de presentación.

Eso sí, el acoso judicial se mantiene. Y de eso se queja precisamente el Valencia al propio Tribunal Superior de Justicia. Extinguida por agotamiento la plataforma De Torino a Mestalla, el grupo Libertad VCF es la única voz que hoy en día se muestra en la primera línea de fuego, más aún desde que Fede Sagreras pilotó el cambio de rumbo de la Agrupación de Peñas, ahora en cierta sintonía con el club hasta el punto de haber firmado tiempo atrás el convenio.

Esa queja del Valencia en el juzgado ha quedado patente en uno de los dos frentes que Libertad VCF mantiene vivos en el contencioso-administrativo. En uno se batallea por las fichas urbanísticas y en otro por las licencias, ambas patas aprobadas por el Ayuntamiento de Valencia. Pues bien, en concreto en la demanda que hace referencia a la licencia municipal para el Nou Mestalla, el club expresa a la sala del contencioso que tenga en cuenta esa constante exposición que tiene en el juzgado por la actitud de Libertad VCF.

«La animadversión de la actora hacia el máximo accionista del VCF es tan evidente que ha promovido numerosos procedimientos de diversa índole, cuyo único propósito es perjudicar al club, bajo el pretexto de liberar al Valencia (el VCF) de las manos de Peter Lim. Aunque resulta prácticamente imposible enumerar la totalidad de los procedimientos iniciados contra el Club o en los que se ha personado con el único propósito de entorpecer al VCF, consideramos oportuno ofrecer a este Juzgado una recopilación representativa de algunos de ellos, a fin de ilustrar la actuación maliciosa y obstruccionista que viene desplegando la actora», indica el escrito que recientemente presentó el club al magistrado del número 4 de Valencia como respuesta a la citada demanda de Libertad VCF por la licencia.

Y a continuación hace una exposición de algunos de los litigios que por diferentes motivos se han producido, con clara intención de influir de alguna manera en la decisión del magistrado a la hora de tener en cuenta la presente demanda. Los casos que enumera son: la impugnación del orden del día de la junta de accionistas de diciembre de 2020 (desestimada también en la Audiencia y recurrida al Supremo); la solicitud de diligencias preliminares del anterior procedimiento («El único objetivo de esta petición era difundirlos en prensa para atacar al Valencia»); querella por supuestos delitos societarios en el juzgado de instrucción número 11 (archivado y recurrida en apelación y desestimada por la Audiencia); denuncia ante la Liga de Fútbol Profesional «en la supuesta comisión de una infracción muy grave »de la que mi mandante no ha recibido sanción alguna«; al juzgado de lo Mercantil 4 para que se abriera proceso electoral para elegir un consejero independiente (»demanda fue íntegramente desestimada«); en el Juzgado de Primera Instancia número 14 en la que el presidente de Libertad VCF (José Pérez) y dos socios reclamaban a Layhoon y a Peter Lim un importe en concepto de daños morales por la gestión desarrollada desde que Meriton adquirió el paquete mayoritario del capital social (»obviamente, la demanda fue desestimada de manera más que contundente«); expediente derivado de la solicitud de Libertad para la patrimonialización de bien inmaterial del VCF con el fin de incrementar «la protección de la entidad contra la gestión de Meriton y solicitar «al Ayuntamiento de Valencia que se declare a Peter Lim como 'persona non grata'», tal y como manifestó la propia entidad (aprobada por el Ayuntamiento y procedimiento en curso); y por último el recurso contencioso-administrativa contra el acuerdo del pleno municipal para la probación de las fichas urbanísticas.

Concluye en este apartado el abogado del Valencia que «en atención a lo expuesto, queda claro que la actuación de la demandante no persigue la observancia de la normativa ni la correcta planificación urbanística (en el caso de este procedimiento), que debería ser la verdadera finalidad de la acción pública en esta materia. Por el contrario, Libertad demuestra una estrategia deliberada de acoso judicial contra el VCF con el único objetivo de intentar perjudicar al máximo accionista del club. La utilización de la Justicia como herramienta para hostigar de forma constante e injustificada a mi representada no es algo justificable. Los numerosos procedimientos iniciados, claramente infundados y carentes de base jurídica, evidencian esta intención única de perjudicar al máximo accionista del club, incluso aunque ello perjudique también -y lógicamente- al propio club y hasta a los asociados de Libertad en tanto que accionistas también, aunque minoritarios, del club».