Thierry está listo para volver tras el parón: «La lesión me ha hecho más maduro»
El lateral derecho portugués del Valencia ya ha recibido el alta médica y será decisión de Corberán si empieza a pelearle el puesto a Foulquier
Thierry Rendall sufrió la peor lesión de su carrera deportiva hace cosa de un año, cuando en octubre de 2024, en un partido ante el Getafe en el Coliseum, cayó roto de dolor sobre el césped, llevándose rápidamente las manos a su rodilla. El diagnóstico fue el peor posible: rotura del ligamento cruzado anterior. Ahora, el lateral derecho portugués ya está recuperado y ha recibido el alta médica, por lo que está disponible para volver a entrar en las convocatorias del Valencia. En una entrevista con los medios del club, Thierry adelanta que estará disponible para poder ir convocado contra el Barcelona tras el regreso a la competición después de este parón de selecciones. «Me estoy encontrando muy bien. Está siendo una sorpresa porque hace dos meses, cuando volvimos para la pretemporada, todavía tenía molestias y yo mismo no pensaba que iba a poder estar un poco antes de lo previsto. a finales de septiembre», dice el carrilero luso.
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Recordar el momento de la lesión pone los pelos de punta al portugués. «Fue cerca del minuto 50, y en ese lance yo iba fuerte y cuando vi que venía Alderete, intento quitar el pie para no recibir la segunda amarilla y, en ese movimiento, la rodilla me fue hacia dentro y escuché un sonido. Noté un poco de molestia, pero fue más el susto del sonido porque eso nunca es bueno. Cuando entré al vestuario, estaba caliente y apoyé el pie en el suelo y le dije al doctor que estaba bien y que iba a salir a jugar y terminar el partido. Al final del encuentro, no tenía tanta movilidad en la rodilla, me dolía un poco. Creía que no iba a ser nada, pero fue lo peor», confiesa Thierry. «El día que el doctor me dice la gravedad de la lesión fue muy difícil hablar con mi familia y amigos, para explicarles la rotura del ligamento. Desde el principio, sabía que me iba a recuperar hasta cuando estaba fastidiado y con mucha molestia. El primer mes lo vi muy bien, aunque tenía molestias, después cuando empecé a realizar trabajo y gimnasio comenzaron los problemas», señala el luso sobre su recuperación.
Preguntado por cuál fue el momento más duro durante todo el proceso, el luso saca conclusiones positivas del complicado año que le ha tocado vivir: «Es difícil porque fueron todos malos. En el primer mes, estando con mi familia en Portugal y estando fuera sin poder estar en el vestuario con mis compañeros fue complicado, tanto que le dije a mi mujer que volvía ya a Valencia. Yo quería estar con mis compañeros. Para mí, que vivo de mi cuerpo al ser deportista y no poder hacer nada, fue complicado. Al cuarto mes de la recuperación, estaba en casa después de entrenar haciendo mi trabajo extra, y empecé a llorar. Tengo espejos en el gimnasio y me miré, y me pregunté que por qué lloraba. Sabía que iba a volver a jugar al fútbol y ese momento fue algo especial porque estaba solo. Me miraba al espejo y veía a una persona que tenía que seguir luchando a pesar de todas las adversidades», destaca un emocionado Thierry.
«Entrenando o en el fisio en el club me venían las lágrimas porque ha sido muy duro el proceso de recuperación. Rai, el fisio que me ha tratado, me decía que tenía que tener paciencia y que iba a haber días de todo con altibajos. Él tenía razón. Jordi Sorlí ha sido una persona fundamental en mi recuperación. Es muy difícil trabajar conmigo porque tengo poca paciencia y quiero estar siempre lo más rápido posible. Los fisios, el doctor… me han ayudado mucho. Muchas veces les digo que son las personas más importantes del club porque los jugadores estamos mucho tiempo con ellos y hablamos de todo de nuestra vida. Ellos acaban siendo mis amigos. Lo más importante fue estar centrado en el objetivo, que era volver», comenta el portugués, que está ya a disposición de Carlos Corberán, que será el que decida si está ya listo para disputarle minutos a Dimitri Foulquier.
Thierry ha estado trabajando para recuperarse hasta en vacaciones. «Lo hacía en vacaciones, en el gimnasio… e iba bien, no tenía molestias. Iba a cenar con mi mujer y, tras levantarme de la silla, no me podía mover y me pregunta que cómo podía volver a jugar si me pasaba eso en un restaurante. Fue un trabajo en equipo, fisios, readaptadores, médicos… fuimos hablando y viendo cómo respondía mi cuerpo, no pusimos plazo de vuelta. Cuando me fui de vacaciones pusimos el de volver a inicios de septiembre. Cuando volví, mi rodilla había ganado un plus. El trabajo mental también ayuda en este tipo de recuperaciones. Al iniciar con trabajo con balón en el césped, me comencé a venir arriba porque la sensación fue muy buena. Mucho mejor de lo que creía», dice el portugués, que agradece todo el apoyo recibido: «No hay palabras para describirlo. Mi mujer, mi madre, mis amigos… Cuando estaba en Portugal venían a mi casa después de trabajar y se preocupaban por ver cómo estaba o necesitaba algo, incluso se hicieron el viaje desde Lisboa hasta Valencia de ocho horas en coche para estar conmigo».
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Y es que para Thierry, el equipo es igual a familia. «Lo más importante para mí es sentirme que estoy dentro del grupo, aunque no pudiera entrenar o jugar los partidos. Estaba en el vestuario, en la sala con los fisios, cuando voy a Mestalla antes de los partidos. Me hacen estar dentro del equipo. Estar con ellos es muy importante. Esta lesión me ha hecho más maduro. Siempre fui una persona impaciente. Hay siempre cosas positivas que podemos sacar como no tomar nada como garantizado porque en un segundo te puede cambiar la vida, también me ha hecho ver que, realmente, soy una persona muy trabajadora», dice.
Ahora, la intención de Thierry es volver a su nivel para ayudar al Valencia, con el sueño de volver a pisar Mestalla. «Los veo muy bien, competitivos, y las incorporaciones nos pueden aportar mucho. Podemos hacer un año especial. Para el partido contra el Barcelona puedo estar disponible para ir convocado. Mis sensaciones son buenas, pero después jugar ya dependerá de Corberán. Me da igual la posición, como si tengo que jugar de delantero. Lo más importante es poder pisar el terreno de juego. Lo echo mucho de menos. La última vez que jugué en Mestalla fue con un resultado negativo contra Las Palmas y no se me olvida. En mi primer año aquí, ya notaba que Mestalla era diferencial. La afición nos ayuda mucho, me ha dado mucho cariño. Es importante jugar dónde te sientes querido porque el sentimiento pasa a ser diferente y, para mí, es muy importante el cariño de la afición», sentencia Thierry.
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