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Los futbolistas del Bayern celebran el fallo de Pellegrino que daba la Champions al Bayern KAI PFAFFENBACH
San Siro le debe una al Valencia

San Siro le debe una al Valencia

El conjunto blanquinegro vuelve, 13 años después de su último duelo contra el Inter de Milán, al estadio en el que perdió su segunda final de Champions

Toni Calero

Valencia

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Domingo, 16 de febrero 2020, 23:59

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Con 94 años de historia, es lógico que el nombre de San Siro evoque al de un estadio de leyenda. En ese campo, de titularidad pública, se jugaron algunos encuentros del Mundial de 1934 y hasta cuatro finales de la Copa de Europa. Sobre ese césped levantaron su escenario artistas de la talla de Bob Dylan, Bruce Springsteen, Bob Marley, Michael Jackson y los Rolling Stones. Sus vetustas gradas agradecieron ya dos importantes remodelaciones y en estos momentos acoge los partidos del Milan y el Inter, gigantes dormidos del Viejo Continente y que tratan esta temporada de pelearle a la Juve el Scudetto antes de volver a sentirse importantes en la Champions League. En el torneo más prestigioso del mundo van a arrancar los octavos de final 16 equipos, entre ellos el Valencia, a quien le tocó el suerte el Atalanta y cosas del destino, regresar a San Siro para la ida de la eliminatoria ante los italianos.

En condiciones normales, a los blanquinegros les hubiera tocado jugar en Bérgamo (a sesenta kilómetros de Milán), donde se ubica la 'casa' del Atalanta. No obstante, el club italiano pidió a la UEFA disputar sus partidos en el Giuseppe Meazza (denominación oficial, la que prefieren los seguidores del Inter) tras las obras en su campo, el Stadio Atleti Azzurri d'Italia, que el pasado verano estaba en obras y además, tiene una capacidad muy reducida que sobrepasa por poco los 16.000 asientos. Así pues, el Atalanta afronta sus encuentros del Calcio en el Atleti Azzurri y los de competición europea, en San Siro.

Momento de la tangana entre el Inter y el Valencia en el 0-0 de noviembre de 2004
Momento de la tangana entre el Inter y el Valencia en el 0-0 de noviembre de 2004 ALBERTO PELLASCHIAR

El estadio milanés contrajo una deuda con el Valencia en 2001 que todavía no está saldada. Nombrar el Giuseppe Meazza es aludir a la final perdida contra el Bayern de Múnich, el penalti de Carboni, el de Pellegrino, las lágrimas de Cañizares y el duro semblante de Cúper intentando buscar explicación a tantas oportunidades desperdiciadas. Algunos de los valencianistas que hace 19 años estuvieron en las gradas de San Siro esperando llevarse su primera Champions y comparten ese recuerdo amargo, volverán mañana a acompañar al equipo blanquinegro en un cruce que genera ilusión pero a una distancia sideral de importancia respecto al choque ante el Bayern de Kahn, Kuffour, Effenberg, Scholl, Élber o Hitzfeld.

Aquel partido del 23 de mayo de 2001 es imposible de borrar en la memoria colectiva del valencianismo. «Cada vez que veo un partido de Champions me acuerdo del penalti fallado ante el Bayern. Te sientes responsable y la recuperación es muy dura», explicaba Carboni a este periódico en una entrevista con motivo del centenario del club. «Llegar a los penaltis es como ir al casino. Se escapó otra final y es muy doloroso. No hay consuelo posible», decía Cúper minutos después de ver desde el banquillo la tanda de penaltis.

Antes de esa segunda final de Champions perdida de forma consecutiva, el Valencia ya había visitado San Siro en dos ocasiones, la primera de ellas para un amistoso contra el Inter que los italianos se llevaron por 3-2. Era mayo de 1958 y en el conjunto blanquinegro jugaban Quincoces II, Piquer, Pasieguito, Sendra, Seguí, Mañó o un Walter que arrancó ese encuentro de suplente. El primer encuentro oficial se produjo en 1962 durante la Copa de Ferias que acabaría levantando el Valencia. El 3-3 ante el Inter en San Siro fue suficiente para pasar de ronda después del 2-0 cosechado en Mestalla.

Con la final de Champions ante el Bayern se abrió un período de enfrentamientos entre el Inter y el Valencia en Europa, una suerte de clásico moderno por ocho partidos (cuatro de ellos en Italia) en los que hubo absolutamente de todo. En 2002, cara a cara en la ida de los cuartos de final de la Copa de la UEFA que acabó con empate (1-1) y los goles de Materazzi y Rufete. El Valencia se acostumbraba a visitar San Siro pero nunca contra el Milan, porque de las siete veces en las que jugó allí nunca se midió al conjunto rossonero, que sí pisó Mestalla en dos ocasiones, la última para el Naranja de 2014.

En 2003 perdió el Valencia por primera vez –en partido oficial– en el Giuseppe Meazza. Vieri ajustició a los de Benítez (1-0) que por segundo año consecutivo caían en Europa a manos del Inter. El 0-0 de 2004 tuvo una menor trascedencia porque el duelo, que vivió una tremenda tangana con muchos futbolistas implicados, correspondía a la liguilla de la Champions y en 2007 pasaría el conjunto blanquinegro por el estadio milanés por última vez. El 2-2 de la ida fue suficiente para que el Valencia pasara de ronda en la Liga de Campeones.

Aficionados del Valencia y el Bayern comparten los momentos previos a la final
Aficionados del Valencia y el Bayern comparten los momentos previos a la final EFE

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