La sequía que comenzó en Castalia y acabó en el Bernabéu
Un gol de Kempes frente al Real Madrid el 18 de septiembre de 1983 puso fin a una racha del Valencia sin ganar como visitante que se prolongó durante 28 partidos y 553 días
El Valencia acumuló 553 días sin ganar un partido como visitante a principio de los años ochenta. Un año y medio sin cantar victoria lejos ... de Mestalla. Una larga sequía, sin triunfos a domicilio, que arrancó tras la obtenida la noche del sábado 13 de marzo de 1982 en Castellón, y que concluyó otra noche, la del domingo 18 de septiembre de 1983 en Madrid. Ese período comprende la disputa de 21 partidos de Liga, a los que se añaden 5 en competiciones europeas, amén de uno en la Copa del Rey y otro en la desaparecida Copa de la Liga. En total, 28 partidos oficiales sin vencer en desplazamiento. Curiosamente, en el partido que abrió y cerró este prolongado paréntesis, el Valencia lució la indumentaria con los colores de la senyera.
La última visita oficial al viejo campo de Castalia tuvo lugar en la jornada 28ª de la temporada 81-82. El Castellón era el colista y el descenso se antojaba inevitable para los albinegros. El Valencia, en la parte alta de la tabla, no desaprovechó la oportunidad para imponerse con autoridad, aunque miraba de reojo su exigente compromiso europeo con el IFK Göteborg, que estaba previsto para la semana siguiente en tierras suecas. En la capital de La Plana, sumergida en sus fiestas de la Magdalena, los valencianistas golearon por 1-4. Frank Arnesen destacó por encima del resto al marcar tres goles, el último de penalti. El otro extranjero de la plantilla, el austríaco Kurt Welzl, logró el tanto que redondeaba el marcador.
Centenares de aficionados acompañaron a su equipo, confiados por la teórica superioridad de un Valencia que se ratificó sobre el césped. Entre los protagonistas también figuraban Robert y Ribes, dos castellonenses que habían fichado por la entidad de Mestalla el verano anterior después de que el conjunto orellut lograra el ascenso a primera división. Ambos fueron titulares aquella noche en la formación dirigida por Manolo Mestre y tutelada por Pasieguito. Esa temporada, el Valencia se mostró intratable como local pero flojeó en las salidas. Su primer triunfo de la temporada como visitante había tenido lugar en el campo del Betis un mes antes, el 13 de febrero, en un partido no apto para cardíacos. El marcador final fue de 2-3, aunque los valencianistas llegaron a tener un 0-3 a favor. Las expulsiones de Castellanos y Ribes complicaron las cosas aunque, finalmente, el triunfo no se escapó.
En Castellón todo resultó mucho más plácido, al descanso el marcador reflejaba un triunfo por la mínima, pero al cuarto de hora de la reanudación, el Valencia se desmelenó con 3 goles en poco más de cinco minutos y aseguró una victoria que certificaba virtualmente su clasificación para Europa a falta de seis jornadas para la conclusión del campeonato. En las tres salidas restantes, obtuvo sendos empates en Santander, (1-1), y en Alicante, (2-2). En el Rico Pérez, de nuevo Arnesen se convirtió en la figura clave al marcar los dos goles. Además, se cosechó una derrota por la mínima en el Vicente Calderón en un extraño partido, con horario matinal y una convocatoria de huelga promovida por la AFE, que muchos jugadores no siguieron. El Atlético se impuso por 2-1.
La campaña siguiente, la 82-83, derivó en una pesadilla. El Valencia se libró del descenso en la jornada final gracias a un angustioso triunfo por la mínima ante el Real Madrid, que perdió ese día el título liguero. Antes del desenlace, el conjunto de Mestalla fue incapaz de vencer en alguna de las 17 salidas. No fue el único, porque Osasuna, Valladolid y la UD Las Palmas, tampoco lograron de ganar un partido como visitantes. Los canarios descendieron en compañía del Celta y el Racing. Salvado de forma milagrosa, en el siguiente ejercicio, con Paquito en el banquillo, el Valencia no tardó en conseguir la primera victoria a domicilio. El campeonato arrancó con un empate en Gijón, a renglón seguido un triunfo por 3-2 ante el Valladolid, y a continuación, la victoria en el Santiago Bernabéu por 0-1 con gol de Kempes de penalti.
En ese ejercicio, el 83-84, los valencianistas mejoraron ostensiblemente su rendimiento a domicilio y también vencieron en el feudo del Atlético de Madrid por 1-2. Con Roberto Gil en el banquillo, se sumaron otros tres triunfos fuera de casa: en Sarrià por 1-2, el día del debut del nuevo entrenador, ante el Mallorca por idéntico resultado en un partido que se celebró en Alicante por decisión federativa. La quinta victoria como visitante y la más contundente llegó en Zaragoza. El Valencia venció por 0-3 con dos goles de Robert y uno de Tendillo.
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