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Nico Estévez: «Yunus también tiene un potencial técnico»

Nico Estévez: «Yunus también tiene un potencial técnico»

El segundo entrenador de Estados Unidos describe el liderazgo de tres de sus exjugadores en el Mestalla: Jaume, Gayà y Carlos Soler

CAYETANO ROS

Viernes, 15 de enero 2021, 00:19

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-¿Qué hace un valenciano de segundo entrenador de EE UU?

-Si lo piensas, es difícil de creer, pero cuando uno empieza en el mundo del deporte, se le presentan multitud de oportunidades y experiencias por vivir.

-¿Cómo es el día a día?

-Nos hemos tenido que mudar a Chicago, sede de la federación. Nos estructuramos en tres aspectos: 'scouting' de jugadores (tenemos unos 80 jugadores con nivel de selección), de rivales y mejoras en el equipo. Tenemos un 2021 muy intenso: la semifinal de la Nations League contra Honduras, la Copa Oro, la clasificación para los JJOO con la sub 23 y, a partir de septiembre, la clasificación para el Mundial de Catar 2022.

-Empezó como jefe de Metodología. ¿Es una persona muy metódica?

-Lo primero que me considero es entrenador. La metodología es saber diferentes maneras de entrenar, te ayuda a enseñar y a ser más organizado. Se trata de una idea de juego desde el primer equipo hasta abajo. Todos juegan de la misma manera y buscas jugadores con determinados perfiles. Ahora, por ejemplo, en la selección tenemos cuatro jugadores con los que yo empecé.

-Pero ¿cuál es su método?

-El primer objetivo es la posesión de balón para generar ocasiones de gol. Y en el aspecto defensivo, recuperar el balón lo antes posible; si es en campo contrario, mejor. No se trata de dar pases innecesarios, sino buscar la ventaja numérica, la posicional (que los jugadores entre líneas reciban para romper), la dinámica (tirar un desmarque en desventaja, como hacían Alves y Messi en el Barça) y la cualitativa (tus jugadores de más calidad).

-¿Eso lo lleva a su vida diaria?

-Sí, va ligado. Me he acostumbrado a madrugar bastante, a llevar los niños al colegio, a salir largas sesiones con la bici, a cocinar, que he aprendido con el Covid, a estar más tiempo con la familia (en Valencia estuve obsesionado con el trabajo y eso no es bueno). Y en el trabajo, hemos creado una base de datos con vídeos para enseñar, por posiciones, dónde te tienes que poner dependiendo de dónde está el balón.

-¿En qué le ha marcado haber estudiado en un colegio de Jesuitas de Valencia y licenciarse en Magisterio?

-A ser mejor persona y, sobre todo, a tener respeto por las ideas de todo el mundo. Y a ser creativo para ser mejor. Compaginé mi vida de entrenador con la de maestro hasta que en el Huracán Valencia ya pude dedicarme profesionalmente al fútbol. Mi padre fue profesor de Literatura inglesa en la Universidad de Valencia y mi madre maestra de español en el colegio Santa Ana.

-¿Cómo recuerda esos dos partidos que dirigió al Valencia en 2013 (entre el despido de Djukic y la llegada de Pizzi)?

-Con mucha emoción: yo era socio, accionista, toda mi familia somos valencianistas. Pasamos de ronda en la Copa frente al Nàstic; y caímos ante el Madrid en Liga (2-3), pero hubo una reconciliación muy importante para mí entre la afición y los jugadores, que fueron a aplaudir a la gente tras el partido. Se sintieron reconocidos.

-¿Recuerda la adrenalina?

-Fue una semana con dos partidos. No tienes tiempo, está todo por hacer: analizar al Nàstic, al Real Madrid, grupos de trabajo, cómo están los jugadores…Un día salimos a las 12.00 de la noche de Paterna y el de seguridad nos dijo: 'Ya habéis cansado a los periodistas y se han ido'. Tal es la cantidad de trabajo y de responsabilidad que no puedes disfrutar. Ahora sí, mi hijo, que también es valencianista, me pide alguna foto o vídeo. Es un orgullo como valenciano y como valencianista.

-¿Por qué es tan desconocido en Valencia?

-No lo sé, lo importante es que mis amigos y mi familia sepan lo que hago. Que mi trabajo hable por mí. Soy una persona discreta. Donde estoy me ha llevado el trabajo que hago, y quiero hacer más.

-¿Cómo ve ahora al equipo de Javi Gracia?

-Me alegro muchísimo por algunos jugadores que estuvieron conmigo en el Mestalla o en categorías inferiores: Jaume, Gayà, Soler, Lato…

-¿Cómo explica el liderazgo de Jaume-Gayà-Soler?

-Gayà tiene mucho temperamento y capacidad de contagiar con su energía; Carlos Soler es más callado, más de actuar, siempre concentrado, tirándose el equipo a la espalda, con capacidad para entender el juego, una gran técnica a la que ha añadido ahora el físico y una confianza de la posición que ahora ocupa (mediocentro); en cuanto a Jaume, lo fichamos para el Huracán porque nos dimos cuenta de que, en el Villarreal, pese a tener dos porteros por delante, siempre jugaba 13 o 14 partidos por temporada, algo estaba haciendo bien; ya en el Mestalla, vimos que tiene algo muy difícil de ver desde fuera: ayuda siempre al compañero, trabaja mucho para el entrenador, su mentalidad es 'voy a ganarme el día y el entrenamiento', favorece la competitividad del grupo, juegue o no juegue, él no va a cambiar.

-¿Qué piensa de Yunus Musah (debutó en dos amistosos con EE UU contra Gales y Panamá)?

-Rubén Mora, un amigo que estaba en el Valencia, ya me advirtió: 'Aquí hay un chico nacido en Nueva York que va muy bien'. Tiene mucho potencial, no solo físico: técnicamente también tiene que sentirse cómodo. Empezó de mediocentro y ahora está destacando por la derecha.

-¿Cómo explica la desafección de Mestalla con Lim?

-Intento entender a las partes: venimos de una pandemia, el Arsenal ha pedido un crédito de 25 millones de libras, la propiedad del Valencia está intentando hacer un equipo viable, decisión que nos gusta o no; todo va en relación con la comunicación.

-¿La destitución de Mateu y Marcelino también fue un problema de comunicación?

-Eso es más difícil de entender porque Marcelino y Mateu tenían un proyecto y una ambición que nos gustaban. Pero están echando a entrenadores después de victorias. Todo es posible.

-¿Cómo fue su paso por el Mestalla?

-No tuvimos consistencia en los resultados, pero salí mejor entrenador por lo que pude reflexionar. Yo venía de una experiencia en el Huracán donde los veteranos (Amarilla, Sanjulián y Paco) me ayudaron junto con el director deportivo (José Ignacio Hernández). Eso me faltó conjuntarlo en el Mestalla con el director deportivo (Rufete) y los líderes del vestuario. Pero el primer objetivo es sacar jugadores y salieron muchos: Gayà, Portu, Jaume, Rober Ibáñez, Lato…

-Lato fue capitán contra el Yeclano.

-Le envié un mensaje: '¡Qué bien te sienta el brazalete! A Lato lo hice debutar en el Mestalla. Respecto a Portu, él pensaba que estaba mayor para subir a Primera, pero con Rufete lo convencimos de que estaba a tiempo y de que tenía cualidades. Debutó con Pizzi e inició su carrera.

-¿Cómo fue la experiencia en el Huracán?, ¿de dónde salía el dinero?

-Ni idea, pero nosotros cobramos regularmente. Jugamos dos promociones de ascenso a Segunda y en la última estuvimos muy cerca contra el Real Jaén. Con 31 años, yo venía del fútbol formativo y los jugadores eran todos profesionales. Fue muy emocionante y aprendí mucho de ellos. Entonces me llama el Valencia y piensas que estás listo, pero te metes en otro proyecto y es otro mundo. Hay que tener la humildad para decir: 'Me falta esto, esto y esto'. Por eso me vine aquí (a EE UU), para adquirir los conocimientos que me faltaban.

-¿El fútbol femenino sigue por delante en Estados Unidos?

-El femenino ha ganado mundiales y tiene mucho reconocimiento. Trabajamos mucho por la igualdad desde la federación. Es una sociedad muy acostumbrada al deporte femenino porque vienen de las universidades, donde hay equipos masculinos y femeninos de todo. Se vive con naturalidad. Y desde que llegué, hace seis años, la selección masculina se está acercando a la femenina.

-¿Y el crecimiento exponencial de la Liga estadounidense (MLS)?

-El deporte, en América, está hecho para que el aficionado tenga una experiencia. La tiene con el béisbol, el fútbol americano, el baloncesto o el hockey. El fútbol debía encontrar ese espacio y lo está haciendo porque era cuestión de tiempo, dinero y estrategia. Han unido las tres. Han traído grandes jugadores, jóvenes con talento, academias profesionales y estadios nuevos. Todo eso ha generado una experiencia.

-¿Cómo es Gregg Berhalter (el seleccionador y el técnico que lo llevó a EE UU)?

-Como persona, no podemos estar más agradecidos. Como profesional, es hombre de querer aprender, de no parar, de seguir reinventándose, de simplificar y enseñar a los jugadores la complejidad de lo que quiere ver en el campo, de dirigir todos los departamentos…

-¿Qué impacto dejó David Villa en la Liga?

-Villa hizo todo tipo de goles (desde fuera del área, de falta, de penalti, de cabeza…) y, hasta el último momento, jugó al máximo nivel.

-¿Y el deseo de Messi de jugar en la MLS?

-Hay rumores aquí sobre quién tiene sus derechos, qué equipo lo ha puesto en la 'discovery list' (cada equipo tiene una lista de jugadores por fichar y se la pasa a la Liga). Cuando sonó Falcao para nuestro equipo, en Columbus, era porque lo teníamos en la lista, pero en ese momento el club no quería hacer esa inversión y entonces el segundo club que lo tenga en la lista negocia con el primero.

-¿Cómo está jugando Carles Gil?

-Es el capitán de New England. Tiene mucho impacto en el juego del equipo. Está en su mejor nivel.

-¿Qué potencial tiene la selección de EE UU?

-Son jugadores de gran progresión como Pulisic (Chelsea), Reina (Dortmund), Mckenny (Juventus), Dest (Barça)…y Yunus (Valencia). Tienen un potencial muy alto.

-¿Cómo vivió el asalto al Capitolio?

-Con sorpresa. Hay que respetar el resultado de las elecciones: uno que ganó y otro que no.

-¿Qué es lo mejor de Estados Unidos?

-La multiculturalidad, la diversidad, cada estado es un país diferente. Y darle a mis hijos (Sandra, de 12 años, y Nico, de 9) la experiencia de que el mundo es más grande de lo que pensamos. Ellos ya han pasado aquí más tiempo que en España y están perfectamente integrados. Tienen amigos de todas las nacionalidades y hablan inglés con acento americano.

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