El futuro del Valencia: Chen muestra el camino a Lim
Malestar en la afición | El que era dueño del Espanyol desde 2016 dijo hace unos meses que no iba a vender el club y este verano cedió la mayoría accionarial por 130 millones a un fondo americano
Tómenlo como un juego previo al partido de esta tarde (19 horas) en Barcelona contra el Espanyol. Adivinen quién dijo esto: «Espero que el equipo ... dispute la Champions en menos de tres años. El club no venderá jugadores». O esto otro, por si no está del todo claro el personaje en cuestión: «El club no está en venta. Tenemos la misma ilusión que el primer día. Mi trabajo está enfocado en un proyecto estratégico, que nos permita avanzar de forma sostenible». ¿Está claro el autor de tan sesudas intervenciones? No, no se trata de Peter Lim, ni de su hijo Kiat, hoy día presidente del Valencia, ni de aquel presidente (Anil Murthy) que se atrevió a pronosticar un vaticinio para 2030 con aquello de «ganar la Liga en diez años con futbolistas de la Academia». Se trata de Chen Yansheng, un empresario chino que a sus 55 años ha sido el gran protagonista en los últimos tiempos del rival al que hoy quieren hincarle el diente el equipo de Corberán.
Cualquier aficionado valencianista podría haber pensado que las anteriores afirmaciones las hubiera dicho el mismo Peter Lim o Kiat, pero también Layhoon o el mencionado Murthy. Parecen en cualquier caso cortadas por el mismo patrón asiático. Pues bien, una vez despejada su verdadera autoría, conviene aclarar para aquellos más reacios a entender la similitud que no solo el Espanyol no ha jugado Champions en los últimos nueve años –Chen compró las acciones en 2016– sino que bajó dos veces a Segunda en los últimos tres años, y que desde mitad del pasado mes de julio, el club catalán ya no es propiedad del empresario chino sino de Velocity Sport Partners, una filial inglesa de un fondo de inversión norteamericano llamado ALK Capital y que capitanea Alan Pace. Es éste un apasionado del fútbol al que le creció la motivación por este deporte cuando 1992 vio un Clásico en el Camp Nou y ganaron los culés con un gol de Stoichkov.
La operación entre Velocity y Rastar (firma de Chen) se cifró en 130 millones de euros y contempla la creación de un holding que permitirá una alianza estratégica entre ambos con el fin de reflotar a la entidad blanquiazul. Velocity tiene desde 2020 el 84% del accionariado del Burnley.
Si esta multipropiedad que tiene ahora el Espanyol es o no la mejor solución para los problemas se verá en cualquier caso en un futuro a medio-largo plazo. En Inglaterra existe el ejemplo del Manchester City. El grupo de los Emiratos Árabes Unidos también cuenta con el Troyes francés, el New York City y el Girona, entre otros. VSL y el City Group son de hecho los dos únicos modelos de multipropiedad que cuentan con un equipo en la máxima categoría del fútbol inglés y español. No es la única fórmula que hay en marcha porque Red Bull, por ejemplo, posee, entre otros, el Leipzig y el RB Salzburg. Recientemente, también ha adquirido parte del Leeds United y el Paris FC. Peter Lim tentó en su día a su amigo el Príncipe de Johor y en Valencia se lió una buena, justo cuando el club pretendía poco menos que ningunear a la Generalitat, entonces presidida por Ximo Puig.
Kiat Lim sigue insistiendo en que Meriton no va a vender sus acciones. LO acaba de decir hace apenas unos días pero es evidente que la lista de clubs que pertenecen a un mismo conglomerado empresarial o propietario se ha incrementado de manera considerable en los últimos años. Y la sombra existe desde aquella respuesta de Layhoon cuando ya no negaba la opción de manera rotunda sino que primero prefirió contestar remitiendo a Kiat y después admitir que si la oferta era buena... se podría estudiar.
Lo que es más que evidente es que el clima en la Ciudad Condal con el equipo ha cambiado radicalmente. Y no sólo por los más que aceptables resultados que está cosechando Manolo González sino porque la afición blanquiazul estaba ya más que harta del estilo impuesto por Chen: su silencio y su ausencia han sido ampliamente criticadas por los seguidores. Aquí, en Valencia, Kiat Lim no ha visto al equipo en directo desde que es presidente.
En Barcelona han sido famosas las intervenciones vía telemática de Chen en las juntas, método que levantó todo tipo de bromas en redes sociales que insinuaban que sus comparencias eran generadas por inteligencia artificial. También en redes se pronunciaba este mismo lunes Kiat Lim, pero para subir unas historias de unos dibujos de una serie de manga. Sin comentarios.
Eso sí, del nuevo presidente valencianista se dice que está en permanente contacto con los ejecutivos de aquí. Lo mismo que pasaba en Barcelona, cuando Mao Ye, el CEO del Espanyol, insistía en señalar que Chen estaba presente «en el día a día», aunque fuera a través de videoconferencias casi diarias. Chen, como Peter Lim, sí que se zambullía en lo que a los mercados de fichajes se refiere e incluso llegó a vivir en la Ciudad Condal en una primera etapa, pero luego desapareció radicalmente de la escena. De todo el séquito singapurense que ha pasado por Valencia sólo Anil Murthy ha sabido degustar los encantos de la ciudad.
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