Los jugadores son los que deben corregir
Tengo muy claro que el mensaje de Corberán es el adecuado en el inicio del partido
Amarga derrota del Valencia. Y mucho que analizar. Comportamiento anodino del equipo, que prácticamente repitió alineación, tan solo Danjuma por Hugo Duro arriba y que ... no ofreció lo que se esperaba. Al menos durante los minutos en los que estuvo en igualdad numérica sobre el terreno de juego. No entró bien en el partido, algo que ya sucedió ante la Real Sociedad y que los jugadores deben corregir, y digo los jugadores, y no el cuerpo técnico o su entrenador, porque tengo claro que el mensaje de Corberán, en lo que se refiere a un comienzo intenso, es el adecuado. Una vez comentado esto, la superioridad de los de Osasuna fue evidente en esos primeros veinticinco minutos de partido. Mal en defensa, presión demasiado alejada de los receptores de pelota del cuadro pamplonica, mal defendiendo el área, mal sacando la pelota desde atrás y mal en la progresión del juego. El Valencia defendía mal y además no se acercaba al área local.
Así es complicado no salir perjudicado, algo que sucedió cuando Budimir hizo el uno a cero en remate relativamente sencillo, tras una arrancada por derecha, mal presionada con respecto al jugador que dio el pase en profundidad y presionada tarde cuando llego el centro. Llegaron un par de sustos más, no demasiado claros, pero sí peligrosos. Lo que llamó la atención fue la poca capacidad para avanzar en ataque y llegar al área rival. El Valencia no reaccionó bien al gol local y en un contragolpe tras pelota a balón parado a favor de los nuestros, dos contra dos atrás y expulsión de Gayà que, teniendo toda la ventaja del mundo, se trastabilló y tras el tropiezo, rival que le gana la posición y derribo. Ahí el Valencia sí reaccionó bien, llegaron los primeros acercamientos, disparo de Danjuma y oportunidad clarísima, de las que no se puede fallar, del delantero del Valencia que no subió al marcador. Ellos debían corregir tras el descanso, debieron darse cuenta de que el resultado final dependía de lo que hicieran y no tanto de lo que pudieran hacer los visitantes, jugando con uno más.
Pero no lo ejecutaron nada bien. Tenían más tranquilidad y pausa con pelota en los pies, pero su presión fue deficiente, no dio la sensación de que había diferencia numérica, y el Valencia podía llegar. Demasiado abierto para los intereses de Osasuna, que solo ganaban por uno de diferencia y pudieron perder una ventaja de manera inexplicable, por no hacer lo que debieron. Y así fue, el Valencia no empató de milagro y terminó cosechando una derrota que necesita análisis, comentario y corrección del cuerpo técnico y jugadores. Y el club a fichar. A día de hoy, creo que no tenemos mejor plantilla que la temporada pasada, ojalá esta derrota así lo haga ver a los responsables. Corberán lo intentó todo, cambios de jugadores y de sistema. Bien en inferioridad, mal en igualdad. Y Raba que no debe enfadarse por ser cambiado o, al menos, no exteriorizarlo, las circunstancias mandan.
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