Pepelu, tras anotar uno de los dos penaltis al Villarreal. EFE

Europa, una tentación para el Valencia

El buen balance de la primera vuelta abre la duda de si hay capacidad real para luchar por algo más| Con la tranquilidad que da saber que no bajó ningún equipo que a estas alturas iba noveno, Baraja tiene el desafío de duplicar los 26 puntos

Jueves, 4 de enero 2024, 00:44

Es madrugada ya y Rubén Baraja, todavía con por la adrenalina de uno de los mejores partidos de la temporada, vomita la prudencia del veterano ... aguando casi la verbena que montan algunos jóvenes periodistas. Al Pipo le preguntan un par de veces por la opción, una vez concluida esta primera vuelta, de que el Valencia cambie el rumbo, cruce la frontera y se lance –al menos verbalmente– hacia Europa. El técnico, sabedor por un lado de lo que lleva entre manos, por otro de cómo es la afición de Mestalla y por último hasta de quién es su jefe, pone la nota de cordura. «Hacer cuentas ahora no tiene sentido. Tenemos que disfrutar de este momento».

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El Valencia de la quinta del Pipo transita cómodo en una de las temporadas más difíciles de los últimos años, con un vestuario plagado de chavales que aún juegan a la play y que saben que han cumplido antes de hora con su cometido. Con 26 puntos en 19 jornadas, hablar del descenso –este año la salvación puede ser la más barata de los últimos años– es ya un poco absurdo. Además, y en lo que al Valencia afecta, porque no se encuentra ningún registro desde que la Liga en Primera tiene 20 miembros (1997-98) que diga que un equipo que al cierre de la primera vuelta es noveno termine al final de las 38 jornadas en descenso. Esta noche juega Las Palmas contra el Barça y los canarios, con un punto menos en la clasificación, son los únicos que podrían arrebatarle esa novena plaza.

¿Y por qué no se puede pensar en aspirar a coger el tren de Europa? Poder se puede, pero calcando lo realizado en esta primera vuelta de campeonato el Valencia cerraría la Liga con 52 puntos, insuficiente si tenemos en cuenta por ejemplo lo que ocurrió el año pasado. Osasuna fue séptimo con 53 y Athletic octavo con 51. Ahora bien, también hay ejemplos que podrían tomarse como referencia aunque habrá que cogerlo con pinzas. Precisamente fue el Villarreal quien en la 2021-22 y en la 2019-20 hizo una progresión interesante. Los amarillos terminaron la primera vuelta en 2022 novenos y acabaron séptimos, mientas que en 2020 iban novenos a estas alturas y lograron remontar hasta el quinto puesto (pasaron de 28 a 60 puntos).

Baraja tiene trabajo por delante porque hay riesgo de que con el objetivo cumplido, el equipo se tome la vida de otra manera. Suele pasar bastante y se encuentran bastantes situaciones que así lo refrendan: el Betis en la 2018-19 pasó del noveno al décimo; el Deportivo en la 2015-16 de noveno a decimoquinto y el Granada en la 2013-14 de noveno a decimoquinto también.

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Hasta Javi Guerra ya parece uno de los veteranos al perfilar lo que hay que hacer, que no es otra cosa que ir partido a partido: «El fútbol es de subidas y de bajadas», decía el centrocampista nada más terminar el derbi, despejando a tono de guasa también la opción de que pudiera salir en este mercado de enero: «Tengo contrato y si no es que me tiran o algo yo tengo pensado seguir aquí en el Valencia».

Guerra es una de las grandes referencias de este equipo en el que destaca con luz propia Pepelu. Los cinco millones de inversión por el exlevantinista nada tienen que ver con otro que costó lo mismo (Cenk). Pepelu está llamando cada vez con más fuerza la puerta de una selección que es verdad que tiene una amplia nómina de centrocampistas. No sólo es el que más minutos ha disputado (exceptuando Mamardashvili). El exgranota no sólo ha demostrado un motor casi inagotable (contra el Villarreal se plantó en 11,2 kms de recorrido con velocidades más que interesantes) sino que está destacado en varios rankings blanquinegros: el segundo que más tiros a puerta hace, el segundo también que más faltas comete (Baraja valora el equilibrio que aporta) y el que más pases acertados realiza con 43 de media por partido. Pepelu sobresale en un equipo definitivamente asentado por las dimensiones que adquiere Mamardashvili en su portería (el noveno que más paradas hace en Primera); el alto nivel que mantiene el capitán José Luis Gayà (sobresaliente frente al Villarreal); la seguridad que ya ha adquirido Mosquera pese a su juventud y el empeño que siempre pone Hugo Duro, ya sea tenga que jugar al lado de Yaremchuk o en solitario. Lo de Yaremchuk también merece un capítulo aparte. Lo hizo Guillamón y también el ucraniano, que se permitió el lujo de echarme mano a la oreja cuando marcó al Villarreal, en una reivindicación un tanto absurda. Llevar un gol en 19 jornadas de Liga para un delantero en un equipo casi bajo mínimos no es ninguna cifra de la que poder presumir. En otras situaciones Mestalla fue implacable.

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