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Guedes, autor de un doblete, regatea a Bartra. EFE/Pepo Herrera

Será lo que Guedes quiera

El luso, estrella de un Valencia que resiste para seguir a dos puntos de la Champions

TONI CALERO

Domingo, 21 de abril 2019

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El Real Betis recibe al Valencia CF para disputar el partido correspondiente a la jornada 33 de LaLiga Santander, a las 20:45 horas en el Benito Villamarín.

Once inicial confirmado de Marcelino García Toral: Neto; Wass, Garay, Paulista, Gayà; Soler, Parejo, Coquelin, Cheryshev; Guedes y Mina

Alineación del Betis: Pau López; Tello, Mandi, Feddal, Bartra, Junior, Kaptoum, Guardado, Joaquín, Lo celso y Jesé

Sigue minuto a minuto el partido de LaLiga en lasprovincias.es.

LA PREVIA de Toni Calero

Tres partidos en una semana y nueve, quizás diez, «ojalá diez» hasta decir adiós a la temporada del centenario. En el Benito Villamarín, buena plaza, arranca el baile final de un Valencia resistente hasta ahora para no ser atropellado por el salto entre competiciones. Despachó al Villarreal en la Europa League hace tres días y con sólo un entrenamiento en condiciones ha preparado el vestuario blanquinegro su visita al Betis. «No es decisivo», apunta Marcelino, pero lo cierto es que la jornada es propicia para pegar el cuerpo a la cuarta plaza. Cuando el Valencia salte al césped del Villamarín -escenario de la final de la Copa del Rey- ya sabrá cómo ha ido un encuentro fundamental, el que enfrenta a Getafe y Sevilla en el Coliseum. Son los dos equipos que preceden al Valencia en la tabla y según la ley que Marcelino siempre sigue a pies juntillas, lo mejor es el empate.

A partir de ahí, el conjunto blanquinegro debe hacer su trabajo contra un Betis deslucido en este tramo final de campaña. Su apuesta por la posesión sigue intacta pero los resultados le han ido dando la espalda. Si los de Quique Setién no consigue derrotar hoy al Valencia, lo tendrán crudo para estar en Europa la próxima temporada. «Todos los equipos estamos disputando algo importante. Si sumamos 18 puntos, estoy convencido de que tendremos un porcentaje muy alto de meternos en Champions, pero debemos pensar en el partido a partido. Para nosotros, ganar en Sevilla es dejar al Betis a nueve puntos y acercarnos a la cuarta plaza por el enfrentamiento directo entre Getafe y Sevilla. La dinámica del equipo nos hace ver las cosas con optimismo», destacó Marcelino.

Rotaciones obligadas

El Valencia, equipo que más partidos ha disputado durante la temporada de entre los veinte de la Liga española, está obligado a afrontar la recta final de la competición haciendo malabarismos para no sobrecargar a los futbolistas. Marcelino recupera para hoy a Rodrigo Moreno, pero no ha podido regresar a tiempo Piccini ni tampoco Jaume. A ellos se suman Kondogbia, baja hasta la próxima campaña y Kang In Lee, que se macha con la selección sub-20 de Corea del Sur. «Ha sido un pacto entre el club y la federación coreana. Todos creímos que, ante la falta de minutos, el mejor contexto es que saliera para tenerlos», explicó Marcelino. Entre lesiones y sanciones va salvando el técnico cada convocatoria y apuesta por once en función del choque y, claro está, la cantidad de kilómetros acumulada por cada futbolista.

«El fútbol actual sólo te permite mirar lo inmediato. Es lógico que dependiendo del estado físico y mental el futbolista esté en tope de rendimiento. Parece ser que los equipos de Marcelino se caen en las segundas vueltas y ahora parece que no se caen», reivindicó el técnico asturiano, que no concretó si Guedes actuará como delantero o si apostará por Rodrigo, que lleva dos partidos ausente por lesión. El hispano-brasileño suma 3.202 minutos (sexto de la plantilla) y hay otros como Parejo (3.955), Gayà (3.588), Paulista (3.299) o Soler (3.206) que acumulan una fatiga importante. Es evidente que Marcelino realizará muchos cambios respecto al duelo contra el Villarreal porque en apenas tres días afronta una de las visitas más complicadas del año (Atlético de Madrid) y el próximo fin de semana recibe al Eibar en Mestalla.

Lo cierto es que los relevos de jugadores como Ferran Torres (1.599 minutos), Lato (1.020) o Roncaglia, que a pesar de llegar en el mercado de invierno suma ya 748, han venido de maravilla al técnico para oxigenar a los futbolistas con mayor protagonismo. En el bloque intermedio se sitúan desde Piccini hasta Cheryshev, con dos estrellas (Kondogbia y Guedes) por debajo de lo esperado en cuanto a participación por los problemas con las lesiones.

Contra el Betis, además, entran en juego las tarjetas, puesto que cinco jugadores (Coquelin, Wass, Parejo, Gayà y Mina) están apercibidos de sanción. Con todo ello lidiará Marcelino a la hora de afrontar un partido en el que prevé una posesión muy alta del rival. «Intentaremos que esa posesión sea con participación de sus centrales para estar lejos de nuestra portería, y que no intervengan jugadores que están en buena forma», explicó el asturiano sobre el plan para secar a los de Setién. El técnico verdiblanco padece las bajas de William Carvalho y Canales. Se agarra la afición bética al formidable estado de forma de Lo Celso para intentar frenar a un Valencia en estado de gracia. «Le sale todo. Cualquier jugador que chute, la mete», dijo Setién sobre el conjunto blanquinegro.

El valencianismo rogando nervioso por contrarrestar el gran dominio del Betis y Marcelino, 170 centímetros de puro hielo. Al técnico no le temblaba el pulso salvo para aplaudir el primer acercamiento del Valencia al área rival casi en el minuto 40. Un plan es un plan. Sólo le preocupó a Marcelino un cabezazo de Mandi que rozó el larguero. El resto, hojarasca. Así se escribió un Betis-Valencia mil veces jugado, con once tipos por detrás del balón agazapados para esperar al momento del robo y un grito de guerra lanzado al unísono: ¡Ahora! El rey de los contragolpes en Primera utilizando su mejor arma, las piernas de un Gonçalo Guedes supersónico y voraz. De aquí en adelante será lo que Guedes quiera. El Valencia es una máquina que alcanza el tiempo del todo o nada en plenas facultades, pero necesita un ejecutor. Y el portugués, fresco como luce porque acumula muy pocos minutos esta temporada, es el elegido. Su último mes y medio, con ocho goles en diez intervenciones, es de estrella, de un futbolista que pese a su juventud está listo para asumir la responsabilidad en las horas críticas.

Va a precisar el Valencia de muchas virtudes si quiere ganar la final de Copa contra el Barcelona, también para embarrar el primer año de Emery en el Arsenal e incluso para decirle al Getafe que la cuarta plaza tiene color blanquinegro, pero sin un elemento diferencial no hay futuro. El Valencia ganó ayer al Betis porque el '7' marcó dos tantos desde fuera del área que machacaron la moral de los verdiblancos, sólo activos en la recta final del encuentro. En pleno derrumbe de Quique Setién, con el Villamarín exhibiendo su hartazgo, celebraba el Valencia otra victoria que le permite seguir a dos puntos de la Champions. En Vallecas se quebró una sensacional racha, pero los números de los blanquinegros son sublimes, con una sola derrota de los últimos 22 partidos.

Por ello dijo Setién en la previa que ahora mismo cualquier futbolista del Valencia, en estado de gracia global, chuta desde el vestuario y la mete. Fue la forma escogida por el cántabro para avisar a su gente: al Benito Villamarín llegaba un equipo cuya confianza se sitúa por encima de la estratosfera. Caen los rivales, lo merezcan o no, pero caen. Para estudiar al Betis se encontró Marcelino en su salsa. No hay nada mejor para su filosofía que un equipo ansioso por ser protagonista a través del balón, tanto como para ver a Pau López saliendo en diversas ocasiones hasta prácticamente el centro del campo. En la virtud está la penitencia. Mandó el Betis (66% de posesión) sin que le sirviera para absolutamente nada. Cuando el destino de un equipo depende de la virtuosidad con el balón y la creatividad no encuentra su sitio, el riesgo se multiplica. Eso pasó.

Tello fue el primer agitador del encuentro y el once del Valencia, un bloque solidario para soportar la tormenta esperando a que amainara. Las imprecisiones eran constantes y ni siquiera Neto acertaba a dar el pase correcto. El chasquido de la rodilla de Denis Cheryshev tras un apoyo horrible sacó del letargo al Valencia. No por el trabajo del sustituto del ruso, un Rodrigo desquiciado que acabó expulsado justamente, sino porque al grupo de Marcelino le hacía falta un chispazo para conectarse. El Valencia caminaba hacia un mundo mejor en los últimos compases de la primera parte y el Betis empezó a entender que su dominio había sido estéril. Tanto remar para nada. Y más cuando Guedes se puso a encadenar regates hasta ver varios rivales tumbados y la portería bien centrada. Ni Bartra, ni Feddal ni tampoco Pau López supieron cómo detener el derechazo del portugués. El 0-1 fue un mazazo para el Betis y la pizarra de Setién, cabizbajo caminar hacia los vestuarios maldiciendo la acción del tanto.

El gran problema del Betis es que el incordio estaba dentro de su cabeza. Desde su eliminación europea va dando tumbos y ha caído al noveno puesto en Liga, complicándose y mucho la clasificación para repetir el próximo curso en el viejo continente. El Betis no tuvo cuerpo para encajar el sopapo de Guedes, así que en un abrir y cerrar de ojos recibió el segundo. Tras una jugada de estrategia, balón al portugués y otro latigazo que sorteaba piernas para acabar en el fondo de la portería. Ese, por cierto, fue el tanto 4.501 de la historia del Valencia en Primera División. El 4.500 también lleva el nombre de Guedes.

Si se han enumerado las decenas de cosas que hizo bien el Valencia para afrontar los últimos quince minutos de partido con dos tantos de ventaja, también cometió unos cuantos errores de ahí en adelante. Se fue Guedes al banquillo porque Marcelino está obligado a ir cuidando a los jugadores y al minuto llegó el tanto de Lo Celso. ¡Qué jugador! El salto de Gabriel Paulista con las manos extendidas trajo el claro penalti a favor del Betis y la transformación del argentino. El 1-2 dio vida al Betis y recordó que el Valencia se ha acostumbrado al sufrimiento en el año del centenario.

Real Betis Balompié

Pau López; Mandi (Loren, m.58), Bartra, Feddal; Joaquín, Guardado, Kaptoum (Lainez, m.75), Junior; Tello, Lo Celso; y Jesé (Sergio León, m.69).

1

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2

Valencia CF

Neto; Wass, Garay, Paulista, Gayà; Carlos Soler, Parejo, Coquelin, Cheryshev (Rodrigo, m.34); Guedes (Gameiro, m.77) y Santi Mina (Lato, m.69).

  • GOLES: 0-1, M.45: Guedes. 0-2, M.48: Guedes. 1-2, M.78: Lo Celso, de penalti.

  • Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Expulsó por dos tarjetas amarilla al valencianista Rodrigo, que las vio en los minutos 62 y 82. Además, amonestó a los locales Guardado (m.46+), Júnior (m.54), Feddal (m.58) y Lo Celso (m.73).

  • ASISTENCIA: Partido de la trigésima tercera jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Benito Villamarín ante cerca de 43.000 espectadores. El Betis estrenó unas camisetas ecológicas hechas con material reciclable.

La marcha extra metida por el Betis se convirtió en un tremendo acelerón cuando Rodrigo vio la segunda amarilla. Marcelino le dio una suave colleja para despedirle y se preparó para sufrir de lo lindo los últimos diez minutos. En esos momentos la figura de Neto se convirtió en imprescindible, no sólo por las paradas sino por evitar los peligrosos rechaces en un área repleta de camisetas verdiblancas. Parecía cerca el 2-2, pero el Valencia resistió en el escenario de la final de Copa, que no es ni mucho menos un mal presagio. El dulce regreso a casa desde Sevilla casi se confunde con la salida hacia la capital para jugar ante el Atlético de Madrid. El calendario aprieta y el Valencia responde.

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