Corberán se mantiene fiel a Corberán
El técnico repite los registros que obtuvo en sus cinco primeras jornadas la temporada pasada | El Valencia sumó con el de Cheste en el banquillo siete puntos, los mismos que lleva ahora tras ponerse de pie después de una severa goleada
Carlos Corberán es fiel a Carlos Corberán. Que nadie se crea que el técnico del Valencia CF tiene una doble personalidad ni un gemelo ... que se llama igual de nombre ni nada por el estilo. Simplemente, quizás por lo sumamente metódico que resulta en su quehacer diario, se copia a sí mismo y si en los cinco primeros partidos del de Cheste con el Valencia la temporada pasada sumó siete puntos (eprdió contra Real Madrid y Barça, empató en Sevilla y ganó a Real Sociedad y Celta), resulta que en este nuevo curso, tras las cinco primeras jornadas el equipo ha sumado... siete puntos también.
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Y eso es bueno para el Valencia. Aunque haga casi el ridículo y le enchufen seis por la vía rápida, como siete y cinco le hicieron la temporada pasada. Las matemáticas no engañan y si este Valencia es capaz de calcar los números de la mitad del curso pasado, la cosa no le va a ir del todo mal. Esos mismos números de Corberán que muchos cifraron de Champions, aplicados en 38 jornadas deberían dar esta vez para algo más que para sobrevivir dignamente en Primera. Con Rubén Baraja, en el inicio del campeonato pasado sólo se sumó un punto, un serio aviso de que las capacidades del equipo iban a dar más quebraderos de cabeza de lo esperado. Tantos que a Peter Lim le entró por primera vez el miedo y aflojó el estrangulamiento al que había sometido al club. Desde ese momento, entre Corberán y los refuerzos, el Valencia espabiló y los números del entrenador de Cheste se plantaron al final de Liga en un 1,62 puntos por encuentro. En esta nueva etapa de momento lo lleva algo más bajo todavía: 1,4.
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Eso sí, algún día alguien tendrá que ser valiente y decirle a la afición cuál es de verdad el objetivo deportivo este año, con todas las consecuencias que eso pueda acarrear. Hasta que ese día se rompa la estrategia del 'silencio', lo único que se puede hacer es examinar a corto plazo los pasos que vaya dando Corberán y su grupo de jugadores. Y en ese aspecto, la cosa no pinta del todo mal. Si hace justo una semana se habla del desaguisado y la torpeza exhibida contra el Barcelona, ahora la perspectiva cambia con el 2-0 al Athletic. Y a una amplia mayoría de aficionados le puede dar igual hasta el hecho de que el equipo de Valverde pudo guillotinar a los valencianistas en varias ocasiones durante el primer tiempo. Es fácil suponer que el plan de Corberán era dejar que el rival se hiciera dueño y señor de la situación para luego hacerle daño a la contra pero de ahí a ofrecerle en bastantes momentos el cuello para que se lo rebanara dista mucho.
Victoria tras goleadas
Corberán cambió a la media hora del encuentro de banda a Diego López y Rioja. Pero la actitud del equipo no varió hasta la expulsión de Vivian, provocada por un arranque de fuera de Santamaría. El Valencia cambió de cara y despejó las dudas del set recibido en Barcelona. Lo curioso es que fue que lo mismo pasó la temporada pasada tras el 7-1 en Montjuic. En la siguiente jornada los valencianistas ganaron al Celta 2-1. Corberán tiene cierta habilidad para sacar a su gente del fango. Después del 0-5 ante el Barça de Copa le ganó 2-0 al Leganés. De momento le va bien, pese a que los silbidos de Mestalla fueron más que patentes en el primer tiempo. A partir del 10', la gente se cansó de ver a los jugadores del Valencia deambular por el césped dando una imagen más que preocupante. Nada desde luego hacía presagiar cómo se desarrollaría el final del partido.
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