Corberán: «Hay una discrepancia y sólo queda aceptarlo»
El técnico del Valencia opta por un discurso mucho más comedido que los propios jugadores
El valencianismo se acordará durante mucho tiempo de Gil Manzano. Sólo había que pulsar el sentir de los futbolistas nada más acabar el partido ... para darse cuenta de la indignación que se respiraba en el vestuario. Desde Pepelu cuando afirmaba que «no nos lo creíamos» hasta Barrenechea confesando que hasta los propios jugadores del Alavés «decían que no era penalti». El más irónico fue Diego López cuando expresó lo que sentía en ese momento: «¿Qué hacemos, nos reímos? Menuda broma». Ricardo Arias, en la propia radio del club, se mostraba también contrariado por lo que sucedía sobre el césped y decía: «Echo de menos a gente de peso que persigan al árbitro en el campo... no se les puede ni hablar a los árbitros, así está el colectivo arbitral».
Los jugadores del Valencia tirotearon a Gil Manzano. En cambio, Carlos Corberán prefirió utilizar una línea de discurso mucho más comedida. Por supuesto, entre líneas se extrae claramente que el entrenador valencianista ni mucho menos estuvo de acuerdo con Gil Manzano, pero prefirió el de Cheste calibrar muy bien sus palabras para, seguramente, evitar males mayores. «Es extraño, no es nada habitual», decía el preparador blanquinegro en referencia a que la llamada del VAR no hizo que Gil Manzano cambiara su decisión.
«En directo no he podido valorar la acción. El VAR tiene la pausa, las imágenes y le llamó. Normalmente, cuando llaman desde el VAR, uno confía en que el árbitro revise las imágenes. Pero ha habido una discrepancia de criterios y sólo queda aceptar la decisión del árbitro».
Desde luego el Valencia ha sido protagonista y afectado por esa opinión de Gil Manzano no coincidente con Hernández Maeso (VAR). «Como entrenador si pudiera cambiar... pero no puedo cambiar nada. Sólo depende de mí el juego del equipo. Sólo me queda aceptarlo».
Esa actitud de Corberán no le impidió admitir que el fútbol del Valencia dejó bastante que desear a partir del primer cuarto de hora. «No ha sido el mejor partido del equipo. La precisión en general ha ido disminuyendo. No ha habido fluidez, en ataque no ha sido el mejor ataque del equipo. Nuestro portero ha intervenido más veces que el portero rival. El fútbol es un juego de aciertos y de errores».
Mientras decía esto Corberán, los jugadores se despachaban con más contundencia con el colegiado. «Ellos mismos nos han dicho que lo iba a quitar», apuntaba Pepelu sobre lo que le transmitían los futbolistas del Alavés. «Nos hemos quedado asombrados por la jugada, nos penaliza porque creíamos que iba a cambiar de opinión», añadía.
Pepelu hizo pareja en Mendizorroza con Barrenechea. El argentino afirmaba: «Estamos con mucha bronca dentro del vestuario. Lo hemos visto dodos, hasta los propios jugadores del Alavés, que nos decían que no era. Uno de ellos nos dio la pelota. Es una lástima pero ahora sólo podemos pensar ya en el partido del domingo en casa».
Precisamente, de cara a este encuentro del próximo domingo, Corberán no arrojaba la toalla: «Quedan dos partidos por delante, el Valencia va a seguir compitiendo».
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