'Local management'
El discurso de Corona es desolador: no reconoce errores ni explica cómo va a mejorar laplantilla
'Local management', 'main sponsor' y 'media coach'. El flamante director deportivo del Valencia, Miguel Ángel Corona, ha recurrido a tres anglicismos para explicar, en ... una entrevista en el diario As, el desastre de la temporada recién terminada por el club de Mestalla. Primera mentira: la dirección local de la que quiere presumir Corona es una quimera, ahora y antes, porque todas las decisiones relevantes se toman en Singapur y, muchas veces, tras el sumiso peregrinaje de sus representantes en València hacia el dominio feudal de Peter Lim. Se escuchan las carcajadas de Lim cuando Corona habla del cambio hacia el 'local management' y de que «ciertas decisiones se pueden tomar desde Valencia». Por tanto, cuando dice «tenemos que afinar para ser mejores», «pensamos en mejorar» y «podemos ser mejores» resulta un discurso vacío porque no explica cómo, cómo, cómo.
Segunda falacia. ¿Qué pasó en el mercado de invierno? Se lesionó Nico, se justifica Miguel Ángel Corona, y la plantilla, de la que tan satisfecho estaba en una entrevista en Marca el 19 de diciembre, se le vino abajo. Claro, hombre de fútbol, es lo que tienen las lesiones, que son inesperadas pero se dan siempre, en todos los equipos, todas las temporadas. Pero, además, como le apunta el periodista Conrado Valle, la lesión se produjo el 31 de diciembre y el mercado de fichajes de invierno se abrió días después. Es decir, tuvo tiempo para buscarle un sustituto a Nico.
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Tercera patraña: el director deportivo ojea un documento de Media Coach para detallar la bajada alarmante de rendimiento desde el partido del Villarreal hasta el del Getafe. No nos habíamos dado cuenta de que el equipo se había desplomado tras el Mundial. Y ¿qué hizo Corona para impedirlo? Nada. ¿Qué errores reconoce el director deportivo? Uno. La inexperiencia de la plantilla confeccionada para el entrenador primigenio, Gattuso, como si Cavani hubiera salvado al equipo en el tramo final cuando, en realidad, fueron los tres chavales de la cantera (Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí), reclutados por Baraja ante la falta de otras opciones, los que evitaron el hundimiento, de manera milagrosa.
Corona lleva cuatro años en la dirección deportiva del Valencia y no sabemos qué tipo de fútbol le gusta, qué clase de entrenador, qué perfil de jugadores. Cero. Fichó a Javi Gracia para el banquillo y lo dejó tirado en cuanto el técnico navarro se enfrentó, a las primeras de cambio, a las mentiras de la propiedad. Dio un volantazo a la temporada siguiente y optó por la seguridad de Bordalás que, visto lo visto, fue un éxito no pasando apuros para salvar la categoría y alcanzando la final de Copa. Volvió a virar por completo de estilo al apostar (más bien pegar la 'cabotà') por Gennaro Gattuso, de la cuadra de Jorge Mendes, que quiso jugar con frac cuando el Valencia venía de mascar tornillos con Bordalás. Y, finalmente, ha vuelto al pragmatismo de Baraja porque «sabe dónde está, tiene un conocimiento del club, de la ciudad, del entorno...» y por recuperar «la simplicidad» en el juego, es decir, justo lo contrario de Gattuso. La coherencia no es una prioridad para el director deportivo. Ni ha pensado en dimitir. Y así seguimos, dando bandazos, 'in the middle of nowhere'.
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