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David Albelda se apoya en el mural de sus compañeros de éxitos durante su última temporada como jugadores.
El plan deportivo de Cerberus

El plan deportivo de Cerberus

La masa salarial pasaría de 60 a 90 millones para evitar la salida de jugadores

Héctor Esteban

Lunes, 12 de mayo 2014, 14:03

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El director deportivo de Cerberus, David Albelda, ya tiene perfilado el proyecto deportivo para el Valencia en el caso de que la oferta americana sea la ganadora en el proceso de venta del club, que esta semana afronta su recta final. Bajo el nombre de «Nou Camí», el planteamiento se sustenta en tres pilares fundamentales: incrementar en un plazo de cuatro años la masa salarial de los jugadores para evitar que se sientan tentados por otros clubes -el objetivo es pasar de 60 a 90 millones de euros en cuatro años-; que entre un 25 y un 30% de la plantilla sea valenciana, y un plan de captación de jóvenes jugadores que permita construir el equipo desde abajo.

Estas son las claves del proyecto del excapitán valencianista, que sabe que tiene 100 millones para gestionar en cuatro años. Se puede gastar todo el dinero la primera temporada o ir dosificándolo.

El primer paso que plantea Cerberus es el de auditar deportivamente la situación del equipo. Desde la plantilla hasta la logística. Esta es la función, según las fuentes consultadas cercanas a la propuesta americana, que tendrá que desarrollar Trevor Birch. Una gestión deportiva con criterio empresarial con el fin de analizar cuáles son las necesidades reales del Valencia. Cerberus no planea una revolución de nombres sino una reorganización.

La presencia de Birch en Valencia será testimonial. Un plazo de entre dos y tres meses para ver cuáles son las necesidades del club, realizar un informe y a partir de ahí empezar a volar el equipo desde una autonomía más personal. Albelda está formándose a marchas forzadas para poder coger las riendas lo antes posible.

Sobre los tres pilares fundamentales del plan deportivo de Cerberus trabajará Albelda, que busca para la temporada que viene un equipo mucho más físico que el actual. El problema con el que se va a encontrar él o el inversor que llegue es que el equipo tiene ahora mismo en nómina más de una treintena de jugadores entre los que hay en plantilla, los cedidos y los fichajes cerrados como son el caso de Rodrigo de Paul y Nicolás Otamendi.

La columna vertebral con la que pretender trabajar el nuevo director deportivo coincide en un 90% con la que maneja la mayoría de las ofertas. Los jugadores que han estado un punto por encima de los demás esta temporada son evidentes y no es muy difícíl acertar con aquellos que tienen un puesto asegurado en el Valencia. La confianza en Diego Alves como portero titular es total, lo que obligaría a Guaita a buscar una salida con Jaume como portero suplente si da las garantías suficientes. El chico del filial es una apuesta de futuro.

Mathieu tiene su continuidad asegurada si quiere y se perfila como central titular junto a Otamendi. Las bandas están cubiertas salvo que Joao Pereira quiera seguir. Uno de los objetivos fundamentales para Cerberus es mantener la dupla Bernat-Gayá para el margen izquierdo. Ambos cumplen con el mandato de valencianizar el equipo. La necesidad para el plan deportivo de los americanos es un central diestro porque la salida de Ricardo Costa se da por segura. La continuidad de Keita es fundamental, aunque si no sigue se buscará un medio centro defensivo de kilates. Esta será una de las posiciones en las que se reforzaría el equipo. Javi Fuego y Parejo tienen la continuidad asegurada.

Confianza en Pizzi

El plan deportivo de Cerberus pasa también por mantener a Paco Alcácer, el gran icono ahora del valencianismo, y gastarse el dinero en un segundo punta. Es complicado que Jonas, al que le queda un año de contrato, se quede. El argelino Feghouli, bien motivado, vale para el proyecto. De los jugadores que llegaron en invierno sólo vale Keita; Vinícius y Vezo serían cedidos, mientras que el resto no seguiría. De los que salieron en enero es complicado que vuelva alguno.

El actual entrenador, Juan Antonio Pizzi, tiene un año más de contrato con el Valencia. La idea de Albelda de tener un equipo más compacto y más sólido enlaza con la forma de juego del técnico actual. No habría problema para que Pizzi siguiera en el banquillo. Durante los últimos años el Valencia se ha caracterizado por ser un conjunto más de toque, de poco músculo de la mitad del campo hacia arriba. Sin un perfil de jornalero que achicara el agua para que otros exhibieran calidad y criterio.

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