El voluntario sin pala que limpia el barro de noche en Albal
Un robot de 380 kilos retira el fango de las calles bajo la atenta mirada de los vecinos | La máquina, con una autonomía de seis horas, aterrizó en l'Horta Sud hace 10 días
Patricia Orduna
Valencia
Sábado, 28 de diciembre 2024, 01:38
Albal tiene un nuevo vecino. Es un tanto extraño, llama la atención de quienes pasean tranquilamente para realizar sus quehaceres diarios. Tiene la piel metálica, ... es de pequeñas proporciones y de vez en cuando habla. No carga con su pala ni se pone fuerte o se cansa de tanto barrer fango, pero ya lleva más de una semana ayudando a que Albal recupere la normalidad tras la dana. Es 'Umiclean', un robot de pequeñas dimensiones -aunque pesa 380 kilos- que trabaja incansablemente día y noche en las calles de este municipio valenciano mientras los vecinos miran atentamente cómo realiza su labor.
La barredora-fregadora autónoma, de origen valenciano, está ideada por la empresa de robótica móvil Umibots. Desde Valencia, esta máquina desembarcó en Albal a mediados de diciembre, y desde entonces no ha parado de limpiar. Como explica el CEO de la empresa, Clodo González, este robot «iba a encargarse de la limpieza del casco antiguo del pueblo, pero el ayuntamiento ha decidido ampliar a más zonas esta tarea». Así, los vecinos de Albal pueden ver los trabajos de 'Umiclean' en el entorno del Ayuntamiento, del mercado municipal y algunas otras calles.
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En concreto, está destinado a limpiar las zonas peatonales, parques y jardines, aunque por las noches incluso baja a la calzada para limpiar el polvo del asfalto. La máquina mide más de un metro de largo y ancho, pesa casi 400 kilos -por lo que no vale la pena ni intentar robarla- y cuenta con unas escobas giratorias que, combinadas con el agua que dispensa desde su depósito, permite limpiar el polvo de la acera en lugar de levantarlo y transportarlo. También es imbatible contra el barro, que ha tenido que limpiar durante los primeros días en Albal. «Llegamos cuando hacía falta bastante limpieza, y todavía se necesita», destaca González.
Los vecinos no deben temerle, pues no les va a atropellar ni a atacar. Aunque pueda funcionar de manera autónoma, sin que nadie le controle o dirija, está preparado para cumplir las tareas que se le asigna. Este robot cuenta con una tecnología láser que le permite detectar obstáculos, frenar y avisar si va a ir marcha atrás. Para evitar choques, antes de ponerse a limpiar se preocupa por mapear de manera inteligente la zona, por lo que por muchas farolas, bancos y árboles que se le interpongan, nunca se chocará.
Como todo voluntario, 'Umiclean' también necesita descansar, aunque tampoco mucho. Este robot tiene una autonomía de seis horas, momento en el que se vuelve a su base para recargar la batería y poder volver a las calles cuanto antes. Tiene un espacio habilitado por el consistorio del pueblo para poder recargarse, y es además en este punto donde acude cuando tiene su depósito lleno de polvo. Allí lo vacía y vuelve a la carga. Así lleva siendo el día a día de esta máquina desde mediados de diciembre, y no parece que vaya a acabar pronto, pues todavía queda mucho polvo por limpiar.
Aunque se trata de un prototipo, son muchas las ciudades de España que ya han pedido contar con «la primera máquina autónoma de limpieza viaria» en sus calles, pero eso será cuando acabe su labor más importante en estos momentos, que es ayudar a Albal. Después, avanza González que ya tienen previsto acudir a lugares como la plaza del Ayuntamiento de Valencia y poblaciones como Castellón, Madrid y San Fernando. Además, en algunos lugares como la capital del Turia ya se ha confiado en aparatos similares. Sin ir más lejos, el pasado verano se presentó en la playa de la Malvarrosa un robot de la misma empresa de 'Umiclean' cuya función principal era barrer la arena para eliminar pequeños residuos, e incluso también era capaz de circular por la orilla de la playa para retirar algas.
Además, insiste González en que este tipo de máquinas «no llegan para quitarle el puesto de trabajo a nadie» sino que simplemente se trata de una manera moderna y efectiva de ayudar a limpiar distintas superficies. Esta es la común creencia que se cruza cada día cuando trata con vecinos, y se muestra preocupado porque, según defiende, eso «no es cierto». «Creemos que toda ayuda es buena para, en este caso, poder quitar el polvo de Albal», subraya el CEO de Umibots, que también señala que él simplemente se encarga de poner a disposición la maquinaria, pero es ya cada ayuntamiento quien realiza la contrata de las empresas de limpieza.
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