Valencia tiene una boya de exposición
El dispositivo que sirve de vigía a la entrada del puerto se exhibe en Madrid con otros ingenios que cumplen una función similar: poner la ciencia al servicio de la ciudadanía
Entre los muchos atractivos que distinguen al frente marítimo de Valencia figura uno de índole más bien invisible: una boya. Una boya submarina, que cuenta ... con un testigo en superficie para ayudar a la navegación (tanto la profesional como la de recreo), que no es cualquier boya: se trata de uno de los quince dispositivos semejantes desplegados por el organismo Puertos del Estado en las costas españolas. Y es una boya de exposición, en sentido estricto: forma parte del arsenal de ingenios científicos de parecido orden que se exhiben en la madrileña plaza del Callao, en una muestra incluida dentro de los actos de la octava edición de la Ingeniería de Caminos en Madrid (SICMA25), organizada por la Demarcación de Madrid del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
La exposición, que se clausura este viernes, permite detenerse en la importancia que esta clase de instrumentos tienen para la vida diaria, a pesar de que a menudo pasan desapercibidos y de que contribuyen a movilizar la conciencia ciudadana en favor de la sostenibilidad y la protección medioambiental. La boya valenciana, por ejemplo, ayuda a medir en tiempo real el oleaje, la temperatura del agua y la dirección de los vientos, elementos imprescindibles para garantizar la seguridad de los territorios que vigila y también como vía de prevención de posibles amenazas.
Como explica Lola Esteban, decana del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, este tipo de dispositivos «contribuyen a divulgar el valor de la ciencia y la relevante aportación de los ingenieros de caminos, canales y puertos en el desarrollo económico, social y de la sostenibilidad». Y añade: «Se estima que en España necesitamos 200.000 ingenieros en la próxima década. La exposición tiene precisamente como uno de sus principales objetivos divulgar el valor de la ingeniería de caminos, canales y puertos para estimular a los jóvenes a estudiar esta carrera apasionante que mejora la calidad de vida de las personas». Y otro objetivo adicional: «En esta edición también es muy relevante nuestro interés en sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de preservar la sostenibilidad». «Solo tenemos un planeta y entre todos lo tenemos que cuidar y proteger», señala.

«España necesita ciencia para superar grandes desafíos»
La exposición que se clausura en Madrid este viernes se inscribe dentro de un telón de fondo que más allá de las piezas que exhibe: es una manera de reivindicar el oficio de ingeniero, que la decana del Colegio defiende con un discurso concluyente. «Diseñamos infraestructuras duraderas y que son capaces de adaptarse a los efectos del cambio climático, implementamos sistemas de gestión de residuos que promueven el reciclaje y la reutilización, reduciendo así la cantidad de desechos que terminan en vertederos y trabajamos en soluciones de transporte que reducen las emisiones de carbono, como el desarrollo de vehículos eléctricos y la mejora del transporte público», señala Lola Esteban. «La ingeniería de caminos es un pilar esencial para alcanzar un presente y futuro sostenible», observa. «Cada proyecto que emprendemos», prosigue, «tiene en cuenta su impacto a largo plazo en el medio ambiente y en la sociedad, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar de un planeta saludable y habitable». ¿Resumen? «La ingeniería de caminos se vive y se siente: bebemos, nos duchamos y regamos el campo con agua que hemos canalizado, nos desplazamos a alta velocidad en tren, metro o carreteras, puentes, aeropuertos y puertos que hemos diseñado y construido... España necesita ciencia para superar grandes desafíos en distintos ámbitos como las infraestructuras resilientes a fenómenos extremos, el abastecimiento de agua, la energía y la movilidad sostenible» concluye la decana. Mensaje con postdata: «Los ingenieros de caminos contribuimos a la modernización de España y ahora debemos superar nuevos desafíos contribuyendo a la resiliencia de las comunidades frente a eventos climáticos extremos».
La exposición se clausura con cifras que avalan la atención que merece las piezas que se muestra. Más de 10.000 personas han visitado ya el espacio expositivo, un dato que supera al de ediciones anteriores «y que indica que aumenta el interés por la ingeniería», señala la decana. «La ingeniería contribuye a la sostenibilidad de varias maneras clave», prosigue, «porque utilizamos materiales y técnicas que minimizan el impacto ambiental, reducen el consumo de recursos y aumentan la eficiencia energética». «Desarrollamos y optimizamos tecnologías para la generación de energía limpia, que son esenciales para reducir la dependencia de combustibles fósiles», afirma Esteban.
La exposición donde luce con un brillo propio la aportación valenciana cuenta con catorce maquetas, nueve experiencias de realidad virtual, tres simuladores y más de 25 visitas guiadas a infraestructuras clave. Y en el caso de las dos maquetas de la boya oceanográfica situada frente a la costa de Valencia que forma parte de la Red Exterior nacional de medición y transmisión de datos en tiempo real de Puertos del Estado, los organizadores de la muestra aprovechan para subraya la relevancia del rol que ejerce el sistema del que forma pare: la Red Exterior que se compone de 15 unidades, alimentadas con placas solares y baterías de litio e integradas en un mecanismo de prevención compuesto por más de 100 plataformas repartidas por todo el litoral español, que incluye boyas, mareógrafos, radares costeros y estaciones meteorológicas. Y por cierto: la boya de Valencia es la que tutela no sólo el frente de costa de la ciudad. Ejerce una misión vital de vigilancia desde Tarragona a Almería: natural que sea una boya de exposición.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
- Temas
- Realidad virtual
- ciencia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.