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Patinetes eléctricos de Movo, este martes, en una céntrica calle tras el ayuntamiento. Jesús Signes
Grezzi siembra el descontrol al frenar la tasa de patinetes mientras llegan más empresas

Grezzi siembra el descontrol al frenar la tasa de patinetes mientras llegan más empresas

El alcalde guarda en un cajón la ordenanza fiscal a petición del edil días antes de que una firma reparta cientos de vehículos

Álex Serrano

Valencia

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Martes, 9 de julio 2019, 10:02

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Elementos ya habituales en el escenario urbano de toda la ciudad, son decenas las empresas que quieren entrar en Valencia con un servicio de alquiler de patinetes. Por ahora, lo tienen difícil porque la Junta de Gobierno Local paralizó el pasado viernes la ordenanza de tasas para vehículos de movilidad eléctrica a petición del concejal Giuseppe Grezzi, que actúa de facto como edil del ramo, y pese a la sorpresa del alcalde, Joan Ribó. Grezzi pidió una reunión entre Movilidad, Hacienda (encargada de la elaboración del texto) y Protección Ciudadana antes de aprobar el texto. Este limbo legal no ha impedido la llegada este martes de cientos de patinetes de alquiler de la empresa Movo, que desembarcó así en la tercera ciudad en que opera por detrás de Málaga y Madrid.

La ordenanza fijaba precios de entre 60 y 70 euros para patinetes y bicicletas eléctricas. Para ciclomotores, el texto hablaba de 78 euros por unidad y para motocicletas, de 82. Por último, los coches eléctricos pagarán 715 euros por vehículo en el caso de estar exentos de pagar en la zona ORA y de 1.028 en el caso de los no exentos.

«Lamentamos el retraso en la regulación de una realidad», dice el exedil de Hacienda

Grezzi exige una reunión con Protección Ciudadana antes de aprobar el texto

Todo esto queda ahora paralizado, tal como pudo saber este diario. Ribó accedió a la petición de su concejal en plena negociación del futuro gobierno, o, mejor dicho, en pleno compás de espera de ese acuerdo, paralizado desde hace una semana. El primer edil insistió en que la norma tiene que aprobarse en la primera junta de gobierno tras el pleno de organización. Desde Movilidad no quieren que aparezcan los «problemas», dicen, que se han dado en otras ciudades.

Enfado de Ribó al tener que paralizar el texto del PSPV

A regañadientes. Así accedió Ribó a la última petición del concejal Giuseppe Grezzi. El primer edil se sorprendió por la reclamación de retrasar la aprobación de la ordenanza hasta que haya una reunión interna entre las concejalías afectadas porque es consciente de las constantes reuniones entre Hacienda y las empresas de alquiler de vehículos eléctricos a lo largo de los últimos meses. El alcalde accedió, pero dejó bien claro que tendría que aprobarse en la primera junta de gobierno local ordinaria tras la celebración del pleno de organización del próximo día 17, cuando las áreas de gobierno estén distribuidas y repartidas. Ello obliga a que la reunión entre las concejalías de Movilidad, Hacienda y Protección Ciudadana se celebre a lo largo de este mes, donde Grezzi trasladará las dudas que le plantea la ordenanza y buscarán una solución que permita su aprobación.

La decisión de Ribó no sentó bien en el PSPV, con quien Grezzi ya protagonizó importantes desavenencias en el mandato anterior, como cuando anunció la prohibición de aparcar en el carril bus o como cuando intervino en una actuación policial y motivó una orden interna firmada por la entonces concejal socialista de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, contra las injerencias de concejales en el trabajo diario de los agentes. Fuentes municipales explicaron que falta una ordenanza que regule el servicio de alquiler de vehículos de movilidad personal, que podía haberse hecho antes, y afearon a Grezzi la falta de interés por la movilidad eléctrica. El concejal de Hacienda del mandato anterior, Ramón Vilar, lamentó que se dilate «la regulación de una actividad que ya es una realidad». «Hay cerca de 4.000 motocicletas y ciclomotores en sharing sin regulación y sin ingresar tasa en las arcas municipales», dijo.

Un «limbo legal» para aterrizar en Valencia

La llegada de la empresa española Movo a la ciudad con la puesta en circulación de cientos de patinetes de alquiler se aprovecha de un «limbo legal» provocado por la falta de aprobación de la ordenanza de tasas que le permite operar sin tener que pagar los impuestos que Hacienda pretendía. La firma distribuyó cientos de patinetes en diversas zonas del centro de la ciudad. «La compañía avanza en su objetivo de facilitar el acceso a diferentes opciones de movilidad entre las que poder elegir y para ello Movi siempre trabaja de la mano de los reguladores en cada una de las ciudades en las que opera», indicó la empresa en un comunicado remitido al os medios.

Marta de Eusebio, directora de Movo en España, confía en que «tener más opciones de movilidad va a suponer una transformación relevante en el día a día de cientos de ciudadanos cuyos hábitos de transporte irán cambiando poco a poco». Además, de Eusebio añade que «después de observar que más del 60% de nuestros usuarios usan nuestro servicio más de dos veces al día, estamos seguros de que Valencia no será la excepción».

Los patinetes eléctricos de Movo tienen una autonomía de carga de 35 kilómetros y se pueden utilizar tras instalar una aplicación en el móvil con la que será posible localizar y desbloquear el patinete escaneando el código QR que está en el manillar. Sus patinetes estarán conectados a una plataforma que permite su monitorización y localización en tiempo real. Por otro lado, la tarifa del servicio varía: desde 1,70 euros en trayectos de hasta 15 minutos, sube un euro por cada cinco minutos adicionales, según explicaron desde la empresa.

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