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Algunas de las farolas arrancadas, listas para ser troceadas y robadas, ayer por la mañana. lp
El saqueo se agrava en el Grao a falta del desbloqueo del plan de viviendas

El saqueo se agrava en el Grao a falta del desbloqueo del plan de viviendas

Farolas caídas, chabolas en el viejo circuito y vallas arrancadas toman el circuito de F-1 mientras los vecinos cuestionan el proyecto urbanístico

Paco Moreno

Valencia

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Jueves, 13 de septiembre 2018, 20:02

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El nuevo barrio del Grao ha provocado un conflicto entre los socios de gobierno del Ayuntamiento, solventado de manera provisional tras una reunión este lunes entre los portavoces de los grupos municipales. Otro asunto es la realidad de lo que ocurre en la zona, saqueada prácticamente hasta los cimientos desde que se celebró el último Gran Premio de Fórmula 1, allá por 2012. Chabolas, vallas arrancadas, farolas caídas en el suelo y cortadas en la base para ser troceadas antes de su traslado a un desguace, amén de un tramo del viejo cauce que ayer tenía una tonalidad entre verde y chocolate por las últimas lluvias caídas, que desbordan el colector norte de aguas negras.

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, presentará hoy en público por primera vez los detalles de un plan urbanístico que persigue la construcción de 3.000 viviendas. El presidente de la asociación de vecinos del Grao, Jesús Vicente, cuestionó ayer lo que ha trascendido de momento del sector, como la construcción de un puente provisional sobre las vías del corredor mediterráneo o la anchura del cauce.

«Esto es un territorio sin ley», indicó el dirigente vecinal sobre la situación del antiguo circuito, donde en el interior del trazado hay media docena de chabolas, un número en aumento los últimos meses. «Se trata de inmigrantes africanos sobre todo», señaló Vicente.

Del alumbrado público, comentó que «en realidad no hay y los vecinos que se aventuran cuando hay poca luz por el Cuc de Llum tienen que echar mano de móviles y linternas para no caerse». El Ayuntamiento habilitó hace más de un año un itinerario provisional desde la calle del cementerio municipal hasta la pasarela peatonal, para salvar el viejo cauce y que sirva de conexión con los barrios de las Moreras y Nazaret.

La mayoría de farolas están tumbadas en el suelo, listas para ser troceadas y cargadas en furgonetas. «De aquí no va a servir nada porque se han llevado hasta el cableado, tendrán que rehacerlo por completo», señaló Vicente, para quien es esencial que se amplíe la anchura del cauce con la eliminación de uno de los tramos del circuito, que se mantiene en el proyecto, al considerar desde el gobierno municipal que se lograrán más de 135 metros.

La Generalitat reclama al Consistorio unos cuarenta millones de euros por el circuito de Fórmula 1 a su paso por el Grao, dado que parte del trazado se aprovechará para las nuevas calles. El mal estado de las instalaciones nos supondrá ninguna rebaja en esa cifra, confirmaron fuentes municipales.

Al otro lado del viejo cauce, en el barrio de Nazaret, el portavoz de una de las asociaciones de vecinos, Julio Moltó, dijo sobre el plan del Grao que con «la poca información de la que disponemos hacemos las siguientes consideraciones: Faltaría un proceso de participación ciudadana que no se limitase a lo estrictamente exigido por la normativa».

Comentó que estaría «bien hacer una exposición con los trabajos que se han hecho en las Escuelas de Arquitectura de las Universidades sobre el PAI del Grao. Falta una visión global de todas las piezas del final del cauce histórico del Turia: Grao, Marina y nueva terminal cruceros compatible con recuperación salida de río al mar a cielo abierto y Parque de Desembocadura».

El representante vecinal habló de un corredor verde hasta el Saler y el parque de Nazaret. «Hablamos de la conexión del centro con el litoral a través del cauce del Turia. Hay que sacar el viejo circuito del cauce y reponer el tramo del puente de Astilleros que desapareció con las obras».

Por último, reclamó que se concrete ya la solución hidráulica del final del río que evite la contaminación y el riesgo de inundaciones. «Pedimos que se incluya en los presupuestos de la Generalitat y de la Confederación Hidrográfica del Júcar para 2019. También consideramos indispensable el soterramiento de las vías para unir barrios», para dudar de los rascacielos previstos. «Torres turísticas en primera línea de la fachada marítima desconectadas de la trama urbana preexistente?. ¿Vivienda asequible o elitista?. Los barrios y las ciudades las hacen las personas o los edificios».

Acuerdo para acelerar derribos en un cuartel de San Vicente

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, cerró ayer un acuerdo con el director general de la empresa estatal SEPES, Alejandro Soler, para el inicio de los derribos en un cuartel de la calle San Vicente Mártir, en concreto el de Ingenieros donde se sitúa el antiguo colegio Santo Ángel de la Guarda. En una reunión celebrada en Madrid, se trataron los últimos flecos previos a las demoliciones, que deben ser asumidos por el Ministerio de Defensa.

Sarrià señaló que será el primer paso para las obras de urbanización, algo obligado para entregar una parcela escolar a la Conselleria de Educación y facilitar así la construcción de un nuevo centro escolar. En el sector se han previsto unas 350 viviendas, en una zona próxima al futuro Parque Central.

Sarrià confió en que antes de final de año se produzcan los derribos. «El mandato acabará con las obras en serio», dijo, en referencia al compromiso de un nuevo colegio. Los alumnos asisten a clase a unas aulas prefabricadas en la esquina del bulevar sur con la avenida Gaspar Aguilar.

Para más adelante se ha previsto una actuación similar en otro cuartel, el de Artillería, junto a Cruz Cubierta, donde se aprobaron 600 viviendas. Los dos proyectos están pendientes de ejecución desde hace lustros y ambos incluyen equipamientos escolares para la zona.

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