La ruta de las bicis de alquiler robadas: de Valencia a Marruecos

Así lo relata José Luis Escamilla, propietario de Sun and Bikes. «En los últimos meses, el robo de bicicletas de alquiler en Valencia ha aumentado significativamente, perjudicando tanto a los usuarios como a las empresas que gestionan estos servicios. Están en riesgo nuestros negocios y puestos de trabajo y la imagen de Valencia como ciudad segura», comenta Escamilla.

«Nosotros hemos podido averiguar a través de algunas de las bicis robadas que llevaban dispositivos de geolocalización el recorrido de alguna de ellas. Las bicis que les roban a los turistas en muchos casos pasan por las Casitas Rosas en la Malavarrosa, de ahí van a Murcia a un punto de receptación y de ahí a Marruecos vía Algeciras», explica el dueño de la tienda, que añade que el año pasado les robaron 11 bicis. «Este año ya nos han robado 5. Cada bici tiene un valor de 450 € más el valor del correspondiente candado. No nos atrevemos a ofrecer bicis eléctricas por el alto coste que tienen», asegura.

«Este problema es común a todas las tiendas de alquiler, todos estamos sufriendo grandes pérdidas. Algunos comerciales vendedores de repuestos que tienen contacto con muchas tiendas de alquiler nos han indicado que se habla de más de 200 bicis robadas. La situación está generando un gran impacto negativo en la ciudadanía y en el sector turístico, ya que los turistas se ven expuestos a robos proyectando una imagen negativa hacia el exterior», añade Escamilla.

De la misma opinión son en otras tiendas de la ciudad cuestionadas por este diario. Con un público compuesto sobre todo por turistas, uno podría pensar que las bicicletas se pierden porque los turistas no las atan bien a los aparcabicis o porque las tiendas ofrecen candados de mala calidad. Las empresas consultadas lo niegan. Vladimir Misaiev, propietario de Pelican Bikes, desvela que se han organizado en un grupo de Whatsapp donde comparten información. Es por eso que él sabe que en lo que llevamos de año «se han robado ya casi 100 bicicletas». El punto negro es bajo las banderas de la Marina de València.

Misaiev y sus compañeros han pedido a la Policía Local que aumente la vigilancia sobre la Marina «porque cada día desaparecen una o dos bicis.». «Siempre hubo robos por descuido. Ahora cortan los candados. Hemos empezado a poner dos candados por bici», lamenta Misaiev, que añade que una bicicleta de estas características «puede costar 450 euros». De hecho, a veces la Policía Nacional logra detener a los delincuentes pero «como es menos de 600 euros no pueden detenerlos».

De hecho, fuentes de la Policía Local se limitaron a decir que no tenían datos porque no se encargan de la cuestión, mientras que desde la Policía Nacional recordaron otras actuaciones contra el robo de bicicletas, como la que se dio a principios de mes en Gandia, donde dos personas fueron detenidas como presuntos autores de un delito de apropiación indebida y estafa tras vender a tiendas de segunda mano 28 bicicletas eléctricas previamente alquiladas, por un importe de 17.000 euros, que nunca llegaron a abonar.

La investigación se inició a principios del mes de abril por parte de agentes de Policía Judicial de la Comisaría de Gandia, colaborando también la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia, tras tener conocimiento de una denuncia interpuesta por parte de una empresa en la que se daba cuenta de la apropiación indebida de una gran cantidad de bicicletas eléctricas. El perjudicado narraba que había formalizado un contrato de alquiler de 28 bicicletas con los responsables de una supuesta empresa de alquiler vacacional, cada una de ellas valoradas en más de 2.000 euros. Para certificar el pago, los sospechosos le remitieron captura de pantalla de las transferencias en concepto de reserva de las bicicletas, sin embargo nunca llegaron a abonar realmente el montante del alquiler, el cual ascendía a más de 17.000 euros.

A raíz de las pesquisas llevadas a cabo por los investigadores, se logró localizar 20 de estas bicicletas en un establecimiento de compraventa de objetos de segunda mano en la localidad de Gandia, averiguando que habían sido vendidas por uno de los sospechosos, que recibió por esta transacción la cantidad de 7.000 euros.

Posteriormente, los agentes localizaron cuatro bicicletas más en la ciudad de Valencia, las cuales se encontraban en una tienda de características similares, consiguiendo así recuperar un total de 24, todas ellas apropiadas indebidamente, siendo entregadas las mismas al responsable de la empresa de alquiler.

Asimismo, en una investigación paralela, los agentes constataron que los mismos autores estaban implicados en la apropiación indebida de otras 13 bicicletas eléctricas que habían sido alquiladas a una empresa diferente, la cual tampoco llegó a recibir el pago. Finalmente, los policías lograron recuperar tres de ellas, habiendo sido vendidas el resto.