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Los rincones favoritos de Valencia de... Francis Montesinos

Jueves, 26 de abril 2018, 01:04

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Modernismo valenciano | La primera parada de la Valencia favorita de Francis Montesinos es el Mercado Central. Y es que el diseñador, según nos cuenta, nació "junto a esta maravilla de la arquitectura modernista". De ella destaca todo: sus escalinatas, sus vidrieras y la "monumentalidad" de sus espacios que, confiesa, le tienen "fascinado". Sin embargo, no quiere perder la oportunidad de resaltar "lo más importante, la alegría de sus vendedores y vendedoras".

Damián Torres
Modernismo valenciano | La primera parada de la Valencia favorita de Francis Montesinos es el Mercado Central. Y es que el diseñador, según nos cuenta, nació "junto a esta maravilla de la arquitectura modernista". De ella destaca todo: sus escalinatas, sus vidrieras y la "monumentalidad" de sus espacios que, confiesa, le tienen "fascinado". Sin embargo, no quiere perder la oportunidad de resaltar "lo más importante, la alegría de sus vendedores y vendedoras".
Modernismo valenciano | La primera parada de la Valencia favorita de Francis Montesinos es el Mercado Central. Y es que el diseñador, según nos cuenta, nació "junto a esta maravilla de la arquitectura modernista". De ella destaca todo: sus escalinatas, sus vidrieras y la "monumentalidad" de sus espacios que, confiesa, le tienen "fascinado". Sin embargo, no quiere perder la oportunidad de resaltar "lo más importante, la alegría de sus vendedores y vendedoras".

Dejar volar la imaginación | No muy lejos del Mercado Central, Francis hace una parada en La Lonja. "Desde pequeño siempre creí que ahí habitaban Sigrid, el Capitán Trueno, Alí Babá y la mora Zoraida. Creo que todos los niños del barrio hemos soñado y jugado en ese mágico jardín. Y el salón de las columnas, como palmeras mirando al cielo..."

Txema Rodríguez
Dejar volar la imaginación | No muy lejos del Mercado Central, Francis hace una parada en La Lonja. "Desde pequeño siempre creí que ahí habitaban Sigrid, el Capitán Trueno, Alí Babá y la mora Zoraida. Creo que todos los niños del barrio hemos soñado y jugado en ese mágico jardín. Y el salón de las columnas, como palmeras mirando al cielo..."
Dejar volar la imaginación | No muy lejos del Mercado Central, Francis hace una parada en La Lonja. "Desde pequeño siempre creí que ahí habitaban Sigrid, el Capitán Trueno, Alí Babá y la mora Zoraida. Creo que todos los niños del barrio hemos soñado y jugado en ese mágico jardín. Y el salón de las columnas, como palmeras mirando al cielo..."

Como niños | Pero si algo destaca realmente Francis de La Lonja de la Seda es su escalera interior en espiral que "parecía hacernos subir a las almenas". Además, cuenta que se enteró de que Norman Foster también quedó "prendado" de ella. (En la imagen, el arquitecto Ramón Ramírez, director de las obras de restauración del edificio).

Damián Torres
Como niños | Pero si algo destaca realmente Francis de La Lonja de la Seda es su escalera interior en espiral que "parecía hacernos subir a las almenas". Además, cuenta que se enteró de que Norman Foster también quedó "prendado" de ella. (En la imagen, el arquitecto Ramón Ramírez, director de las obras de restauración del edificio).
Como niños | Pero si algo destaca realmente Francis de La Lonja de la Seda es su escalera interior en espiral que "parecía hacernos subir a las almenas". Además, cuenta que se enteró de que Norman Foster también quedó "prendado" de ella. (En la imagen, el arquitecto Ramón Ramírez, director de las obras de restauración del edificio).

Raíces | La calle Caballeros es su "espacio" familiar. Y el de sus abuelos, sus padres, su adolescencia y su primera tienda. De ella destaca "ese olor a nardos y rosas en las procesiones, las Rocas, el Corpus, la Moma, la Mare de Déu dels Desamparats… Los balcones de casa, los pétalos y mi madre".

Juan J. Monzó
Raíces | La calle Caballeros es su "espacio" familiar. Y el de sus abuelos, sus padres, su adolescencia y su primera tienda. De ella destaca "ese olor a nardos y rosas en las procesiones, las Rocas, el Corpus, la Moma, la Mare de Déu dels Desamparats… Los balcones de casa, los pétalos y mi madre".
Raíces | La calle Caballeros es su "espacio" familiar. Y el de sus abuelos, sus padres, su adolescencia y su primera tienda. De ella destaca "ese olor a nardos y rosas en las procesiones, las Rocas, el Corpus, la Moma, la Mare de Déu dels Desamparats… Los balcones de casa, los pétalos y mi madre".

Oficio | Su siguiente visita es al Centre del Carmen y el Museo de Bellas Artes de Valencia, "con sus dos atrios, el gótico y el renacentista", donde estudió artes y oficios. "Estos espacios con sus nuevas exposiciones, modernas y transgresoras, me recuerdan la impronta que teníamos de jóvenes, creativos y rebeldes", confiesa.

Oficio | Su siguiente visita es al Centre del Carmen y el Museo de Bellas Artes de Valencia, "con sus dos atrios, el gótico y el renacentista", donde estudió artes y oficios. "Estos espacios con sus nuevas exposiciones, modernas y transgresoras, me recuerdan la impronta que teníamos de jóvenes, creativos y rebeldes", confiesa.
Oficio | Su siguiente visita es al Centre del Carmen y el Museo de Bellas Artes de Valencia, "con sus dos atrios, el gótico y el renacentista", donde estudió artes y oficios. "Estos espacios con sus nuevas exposiciones, modernas y transgresoras, me recuerdan la impronta que teníamos de jóvenes, creativos y rebeldes", confiesa.

Valencia al mar | Para Montesinos, El Cabanyal es "olor a salitre y clóchinas" y "calles por donde se perdían Sorolla y Blasco Ibáñez entre fiestas y procesiones". Del barrio valenciano destaca "tesoros gastronómicos" como Casa Montaña.

Irene Marsilla
Valencia al mar | Para Montesinos, El Cabanyal es "olor a salitre y clóchinas" y "calles por donde se perdían Sorolla y Blasco Ibáñez entre fiestas y procesiones". Del barrio valenciano destaca "tesoros gastronómicos" como Casa Montaña.
Valencia al mar | Para Montesinos, El Cabanyal es "olor a salitre y clóchinas" y "calles por donde se perdían Sorolla y Blasco Ibáñez entre fiestas y procesiones". Del barrio valenciano destaca "tesoros gastronómicos" como Casa Montaña.

Calle "preferida" | Volviendo a la ciudad de Valencia, el diseñador habla de la calle de la Paz, su "preferida" por "esa riqueza arquitectónica que construyó nuestra burguesía de comerciantes y exportadores". Su estructura le recuerda "a esa Valencia Belle Époque, rica, culta y exuberante, con sus míticas tiendas de música, joyas y moda y, ahora, desgraciadamente, invadida por franquicias y productos orientales".

Juan J. Monzó
Calle "preferida" | Volviendo a la ciudad de Valencia, el diseñador habla de la calle de la Paz, su "preferida" por "esa riqueza arquitectónica que construyó nuestra burguesía de comerciantes y exportadores". Su estructura le recuerda "a esa Valencia Belle Époque, rica, culta y exuberante, con sus míticas tiendas de música, joyas y moda y, ahora, desgraciadamente, invadida por franquicias y productos orientales".
Calle "preferida" | Volviendo a la ciudad de Valencia, el diseñador habla de la calle de la Paz, su "preferida" por "esa riqueza arquitectónica que construyó nuestra burguesía de comerciantes y exportadores". Su estructura le recuerda "a esa Valencia Belle Époque, rica, culta y exuberante, con sus míticas tiendas de música, joyas y moda y, ahora, desgraciadamente, invadida por franquicias y productos orientales".

Arquitectura | Su ruta concluye al final de la calle de La Paz. "Si paseas por ella, del Parterre a la Plaza de la Reina, te sonríe como una sultana la torre de Santa Catalina, con sus columnas salomónicas, y sus tradicionales horchaterías y su chocolate con buñuelos".

Damián Torres
Arquitectura | Su ruta concluye al final de la calle de La Paz. "Si paseas por ella, del Parterre a la Plaza de la Reina, te sonríe como una sultana la torre de Santa Catalina, con sus columnas salomónicas, y sus tradicionales horchaterías y su chocolate con buñuelos".
Arquitectura | Su ruta concluye al final de la calle de La Paz. "Si paseas por ella, del Parterre a la Plaza de la Reina, te sonríe como una sultana la torre de Santa Catalina, con sus columnas salomónicas, y sus tradicionales horchaterías y su chocolate con buñuelos".

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