La 'Plaza Roja' de Valencia nace con otra polémica

La 'Plaza Roja' en que se ha transmutado la plaza del Ayuntamiento de Valencia ya tiene nuevo rostro, pero le siguen viejas polémicas. El Consell Valencià de Cultura y la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos investigarán la reforma de la explanada tras una denuncia del grupo municipal popular. Mientras, el alcalde Joan Ribó y la vicealcaldesa Sandra Gómez visitaron ayer los trabajos, ya finalizados, y se felicitaron por la recuperación de miles de metros cuadrados de espacio para el viandante tras unos trabajos que han costado entre 800.000 euros y 1,2 millones, dependiendo de si la cantidad la da el equipo de Gobierno o la oposición.

El grupo municipal popular envió ayer dos escritos al Consell Valencià de Cultura y a la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos para que se pronuncien sobre las actuaciones realizadas por el gobierno municipal de Compromís y PSPV en la Plaza del Ayuntamiento. En concreto los dos escritos solicitan a ambas instituciones que informen sobre la valoración patrimonial, el impacto y la afección de dichas obras y modificaciones en espacios libres singulares en concordancia con la legislación de protección patrimonial vigente y más concretamente con el recientemente aprobado Plan Especial de Protección de Ciutat Vella.

Los populares señalan que la colocación de mobiliario urbano como «los maceteros terriblemente horribles que nos cuestan cada uno 1.000 euros a todos los valencianos no están a la altura del valor patrimonial de la Plaza del Ayuntamiento». Son palabras de la portavoz del grupo municipal popular, María José Catalá, que afirma los maceteros, el asfalto rojizo y la parte de la plaza donde se ha recuperado del adoquinado antiguo confdroman «una reforma chapucera hecha a base de pegotes». El grupo municipal popular ha denunciado en múltiples ocasiones que «es impresentable haberse gastado más de 1,2 millones de euros en una reforma provisional cuando ahora la prioridad está en ayudar a comercios, autónomos y pymes», recordó. «Y si no fuera poco el dineral que nos hemos gastado, además ahora el gobierno de Compromís y el PSPV quieren hacer un concurso de ideas donde se van a gastar más de medio millón de euros para reformar otra vez la plaza», lamentó Catalá. En este sentido, el Consistorio no descarta colocar nuevo mobiliario, como bancos, en la Plaza en próximas fechas.

Así, en el escrito presentado por el PP se recuerda que esta actuación tiene una afección al paisaje urbano en un entorno que cuenta con edificios singulares de elevado valor arquitectónico que, aun sin alcanzar la categoría de BIC, gozan de protección patrimonial como BRL como es la propia Casa Consistorial, el edificio de la sede de Correos, el Rialto, o el Ateneo Mercantil. Además, advierte que la actuación en la calle Colón podría chocar con los establecido en las normas urbanísticas y de protección del PEP de Ciutat Vella. Se recuerda, así, que no se gana espacio en los desplazamientos peatonales y hay un considerable incremento del tráfico al pasar de una cifra de 500 autobuses diarios a más de 850.

Por su parte, el equipo de Gobierno está encantado con la nueva plaza. «Acaba siendo lo que tenía que ser, una plaza para las personas, una plaza que rescatamos para la ciudadanía, para los hombres y mujeres que viven en esta ciudad», dijo el primer edil, que mostró su satisfacción por la recuperación de la plaza del Ayuntamiento como zona de uso y disfrute para la ciudadanía, «de la misma manera que se ha hecho ya en otros puntos como la plaza del Pintor Segrelles y se está haciendo también en otras como San Agustín», explicó.

Así, Ribó manifestó la voluntad del equipo de gobierno de continuar en la misma línea de actuaciones en determinadas plazas de la ciudad, pese a que haya «gente que se resiste», una actitud que calificó de «esperable y normal, porque hay gente a la que le cuesta asumir los cambios». No obstante, el alcalde defendió que la recuperación de las plazas como espacios de uso ciudadano y peatonal y la apuesta por las áreas sostenibles y saludables «son los mismos cambios que se están dando en el resto de Europa, que van en la misma dirección». «De hecho Valencia está siendo protagonista en muchas de las iniciativas que van en esta dirección», añadió.

Por su parte, Sandra Gómez ha recalcó que la remodelación de la plaza del Ayuntamiento era «una necesidad manifiesta, como ya se vio en el respaldo de la ciudadanía a través de los Presupuestos Participativos» y recordó que las obras concluidas ayer son una «actuación provisional». «La peatonalización definitiva conlleva unos plazos de aproximadamente tres, cuatro o cinco años, dado que primero hay que convocar un concurso de ideas, que conlleva un proceso de desarrollo y de evaluación; convocatoria de un concurso, adjudicación» y después ejecutar la reurbanización en sí, «que durará al menos 18 o 20 meses». «Ya se está desarrollando ese concurso de ideas que se prevé que entrará en contratación el próximo otoño, por lo que el año que viene ya podremos empezar a debatir», indicó.