El plan para reformar Guillem de Castro sigue pese al rechazo de vecinos y comerciantes

La iniciativa fue cuestionada ampliamente por la Federación de Vecinos y la asociación de Comerciantes del Centro Histórico, al considerar que no se trata de una prioridad en las inversiones y dudar de su idoneidad. Las mismas fuentes comentaron que se trabajará en un amplio plan de participación y que en el calendario de obras están primero la reforma de la plaza de San Agustín y la avenida del Oeste, además de la misma plaza del Ayuntamiento, entre otras.

Aún así, la contratación supone el primer paso para el desarrollo de un proyecto de «gran envergadura que redefinirá la distribución de los espacios entre el tráfico rodado y los peatones dentro de la ronda interior en Ciutat Vella, poniendo en valor los elementos culturales», señalaron.

El contrato que tiene un importe de 17.319 euros y se ha adjudicado a la empresa La Mingeniería, la misma firma a la que se ha encargado hacer algo similar con la remodelación de la avenida del Puerto. El Bulevar Cultural tiene como base estratégica el PMUS (Plan de movilidad urbana sostenible), y surge a partir de una propuesta de los presupuestos participativos que planteaba el recorrido desde el IVAM hasta el MUVIM y que la concejalía ha ampliado hasta el paseo de Ruzafa.

Entre otras cuestiones, explicaron desde la concejalía de Sandra Gómez que «mejora la calidad ambiental y contribuye a mitigar los efectos del cambio climático». Comprende un recorrido que conecta con gran cantidad de equipamientos culturales y educativas entre los barrios de San Francesc, La Roqueta, El Pilar, El Botánico y El Carmen.

Dentro del recorrido del Bulevar Cultural se encuentran museos, como el IVAM, la Beneficencia, el Colegio del arte mayor de la seda, el MUVIM; monumentos como las torres de Quart, la ermita de Santa Lucía, el conjunto del antiguo hospital, la iglesia de San Agustín, la estación del Norte y la plaza de toros.

Con el objetivo de aumentar el espacio para peatones, defienden que es necesaria la reordenación del espacio destinado al tráfico, que se consigue reduciendo el número de carriles en cada tramo. El ámbito de actuación alcanza unos 55.500 metros cuadrados y 1.965 metros de longitud, y se prevé que con la ejecución del proyecto se recuperen 18.000 metros cuadrados para peatones invirtiendo los porcentajes que ahora mismo están aproximadamente en 72% para tráfico y 28% para peatones, en un 61% para peatones y 39% para los vehículos. De momento no hay presupuesto para las obras.