Once días menos de clase en las pedanías de Valencia por avisos meteorológicos
El Ayuntamiento traslada la preocupación por la pérdida de tiempo lectivo a la Conselleria, que responde que los colegios pueden mandar deberes por internet
La concejalía de Educación del Ayuntamiento de Valencia calcula que los escolares de la ciudad y, en concreto, de las pedanías situadas en zonas inundables ... perderán 11 días lectivos al año por avisos meteorológicos. Así lo explicó en la última comisión de Bienestar Social la concejala delegada, Rocío Gil, que trasladó a la oposición que la cuestión preocupa tanto al Consistorio que lo trasladó a la Conselleria de Educación. «Ha contestado que cada centro tiene un plan para actuar en estos casos y tienen las plataformas habilitadas para dar clases telemáticas», trasladó la edil.
La cuestión no es baladí porque tras la dana la mayoría de Ayuntamientos han decidido suspender las clases en caso de aviso rojo por riesgo de lluvias o inundación. Una prevención comprensible y bienvenida por las asociaciones de madres y padres de alumnos pese a que, en ocasiones, puede suponer un reto para los progenitores. También, aunque suelen estar encantados con la cuestión, para los alumnos, que perderán varios días de clase por este motivo. Según los cálculos del Consistorio, en las pedanías del sur como Castellar-Oliveral, Horno de Alcedo, El Saler y Pinedo serán 11 días al año los que se perderán por avisos naranjas o rojos, así como por las alertas correspondientes que emita el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat.
El debate apareció en la comisión porque Compromís planteó la necesidad de introducir en el listado de colegios afectados por esta medida también los centros de las pedanías de El Saler y El Perellonet. «Están los casos concretos de los centros de El Palmar, El Perellonet y el de El Saler en los que entro muchísima agua y hubo que sacar a los alumnos», dijo la concejala de Compromís Lucía Beamud. Por su parte, Borja Santamaría, del PSPV, comentó que en la pedanía de El Saler «la gente no va a trabajar si su puesto está en zonas inundables, pero los niños van en bus al cole porque no se ha cerrado este centro».
Muros destruidos en las alquerías protegidas del sur de la ciudad
La dana de octubre de 2024 también dejó su huella en las alquerías protegidas situadas en la huerta al sur de la ciudad. Según un informe del Servicio de patrimonio Histórico, en muchas de las alquerías y barracadas catalogadas como Bien de Relevancia Local «se ha derrumbado algún muro y se encuentran en estos momentos abandonadas», aunque algunas parecen estar ocupadas ilegalmente.
El informe apunta que el estado de conservación de barracas como la de Brosquil o la de Blanco en Castellar-Oliveral y, sobre todo, la alquería Baix en Faitanar «ya era muy malo antes de la dana por lo que existen varios expedientes administrativos al respecto y ya estaban especialmente apuntaladas con anterioridad a la dana».
«A primera vista los técnicos aprecian que las medidas de apuntalamiento no han sido suficientes pues a pesar de las vigas existentes se han derrumbado algunos forjados. Se aprecia que por regla general los derrumbes no se han producido por lluvias sino debido a la presión generada por la corrinete en muros con poca resistencia», apunta el documento, que es claro respecto al mantenimiento de estos edificios: «La conservación de estos inmuebles exige actuaciones de mayor calado y puede haber más derrumbes en caso de producirse lluvias de intensidad media».
El servicio de Disciplina Urbanística del Consistorio ya declaró en situación de ruina inminente la Alquería dels Aiguamolls el pasado 26 de diciembre al advertir que suponía un peligro para las personas.
Gil explicó que los casos concretos «que inicialmente no salían en la recomendación según lo establecido en el Patricova como el Saler y Pinedo» se trasladaron al jefe de bomberos. «Ellos siguieron opinando que no procedía incluirlos en los casos de alerta naranja», explicó Gil, que añadió que son los técnicos «quienes tienen la formación para proponer» este tipo de medidas. Sin embargo, es una cuestión que preocupa tanto al Ayuntamiento que se ha convocado una reunión entre Protección Civil y los centros para analizar caso por caso.
«Esas excepciones puntuales puede realizarlas o acordarlas el Cecopal (Centro de Coordinación Municipal) aunque no estén en el protocolo, como cuando una dana llega por el mar y se amplían las alertas y las medidas en la fachada litoral», indicó la concejala. Es por ese motivo por el que los bomberos no consideraban necesario «meterlos en el protocolo»: «Se pueden adoptar medidas puntuales para casos concretos».
Este curso, de hecho, ya se han perdido tres días lectivos en los colegios de la ciudad. El caso más llamativo fue el del día 13 de octubre, cuando se suspendieron las clases en El Saler y Pinedo a mediodía y con alerta naranja, porque la alerta roja estaba decretada para el litoral sur de Valencia. La cercanía de la tormenta forzó al Consistorio a tomar esta decisión. La lluvia entró en los colegios y causó importantes daños pero los alumnos fueron evacuados sin incidencias gracias al dispositivo policial puesto en marcha de forma extraordinaria. Sin embargo, ni la comunidad educativa ni el Ayuntamiento quieren que esta situación se repita en el futuro, por lo que intentan unificar criterios. El debate en la comisión terminó en una moción alternativa presentada por el equipo de gobierno que hablaba de «reafirmar la aplicación del protocolo municipal, seguir reforzando la coordinación entre administraciones y continuar la comunicación con las familias y la comunidad educativa».
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