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Jesús Signes
Por dónde ir en patinete eléctrico en Valencia

La nueva ordenanza: por dónde podrán circular o no los patinetes y bicis en Valencia

El texto indicará por dónde han de circular patinetes o bicicletas pero Grezzi lo oculta a la oposición

Jueves, 29 de noviembre 2018

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El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, ha presentado a principios de octubre de 2018 el borrador de la nueva ordenanza de movilidad, que ha tardado casi tres años y medio en elaborar, y lo hizo en una rueda de prensa en la que se centró en cómo circularán los patinetes en Valencia. Sobre el resto de cuestiones (aparcamiento, circulación de coches y motos, bicicletas, carga y descarga, transporte público), apenas ha dado pinceladas que habrá que esperar al texto para comprobar cómo se concretan. A finales de noviembre una mujer se convirtió en la primera víctima mortal en un accidente de un patinete eléctrico.

El grueso de la presentación ha girado en torno a la circulación de los patinetes eléctricos, tras la aparición en la ciudad de empresas de alquiler de vehículos de movilidad personal. En este sentido, el documento presenta pocas novedades, pues se limita a trasladar a las ordenanzas municipales la instrucción 16/V-124 que divide este tipo de aparatos en tres categorías. La ordenanza permitirá que los más pequeños, como los que Lime distribuyó por la ciudad este verano, circulen a 10 kilómetros por hora por calles y plazas peatonales pero no por las aceras y a 20 kilómetros por hora por los carriles bici. La categoría B, que incluye los de más potencia, no podrán ir por zonas peatonales pero a cambio podrán discurrir por ciclocalles, al igual que los más pequeños. Los patinetes podrán estacionar en aparcabicis, pero en el caso de las empresas que quieran sacar rédito económico será la concejalía de Dominio Público, en la autorización que ha de expedir a cada empresa, la que decida dónde pueden dejar los patinetes previa consulta a la concejalía de Movilidad.

El texto también hablará de las bicicletas. Los ciclistas urbanos no podrán circular por las aceras, pero a cambio podrán hacerlo por ciclocalles en ambos sentidos, incluido en sentido contrario a la circulación en calles de una sola dirección, y además no estarán obligados a rodar por los carriles bici, incluso en vías que cuenten con ellos. Se trata de una antigua reivindicación de las asociaciones valencianas de ciclistas, que además pidieron poder saltarse los semáforos en rojo para girar a la derecha, como se hace en otras ciudades europeas.

Sin embargo, poco o nada se ha desvelado sobre la circulación de coches. Más allá de la limitación a 30 km/h en calles de un solo carril por sentido que avanzó la semana pasada, Grezzi no ha informado de si habrá limitaciones a la circulación o al acceso a la ciudad en virtud de las pegatinas de la DGT que identifican a los coches más contaminantes o si se modificará la velocidad en determinadas entradas y salidas de la ciudad. Sí se habla en el texto de la creación de la zona verde en zonas residenciales como los barrios de Ruzafa, Benimaclet o varios de Ciutat Vella. En esa nueva zona de aparcamiento regulado por horas, sólo podrán estacionar los vecinos. Es también una petición vecinal en enclaves de la ciudad donde los edificios son viejos y no cuentan con aparcamientos.

Respecto al transporte público, la ordenanza sienta las bases de la protección del carril bus, de manera similar a como se ha hecho en Matías Perelló y Centelles o en la calle Colón. Para facilitar la circulación de los autobuses urbanos, las motos no podrán circular por estos carriles. Cuando llegó al poder, el tripartito eliminó la marca vial que lo permitía, instalada por el PP, porque aseguran que es más peligroso para los motoristas y una «antigua» reivindicación del colectivo de motoristas.

Sobre la carga y descarga, por su parte, la nueva ordenanza prevé que puedan acceder a trabajar en Valencia camiones de hasta 12 toneladas, como pedían, ha dicho Grezzi, «los botelleros». Además, se amplía el plazo de la parada para carga y descarga de 20 a 30 minutos.

Tanto la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia como los grupos políticos en la oposición municipal han criticado la medida. La entidad que preside María José Broseta ha explicado, en palabras de su máxima dirigente, que les parece «confusa» y de «difícil aplicación», y ha insistido en la necesidad de que las zonas peatonales «sean para los viandantes, que bastante problema tienen ya con el mobiliario urbano». PP y Ciudadanos han sido mucho más duros, asegurando que el edil de Movilidad «oculta» cuestiones, en el caso de los populares, y que el texto tiene «muchas lagunas», en el caso de la formación naranja. El concejal de estos últimos Narciso Estellés ha dicho que la ordenanza «incrementa la inseguridad en los medios de transporte».

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