El hostal clandestino de Mestalla reabrió durante una semana al denunciar al Ayuntamiento por el precinto del local
El dueño del negocio alegó que la valla de la Policía obstaculizaba las medidas de evacuación en caso de emergencia
Los vecinos del barrio de Mestalla volvieron a temer por la pérdida de su tranquilidad vecinal. Durante la primera quincena de noviembre, la valla que ... servía como precinto del hostal clandestino, que generó problemas en la zona durante más de un año, había desaparecido. El movimiento de clientes y la actividad parecían recuperadas en un negocio que ha sido una auténtica molestia para los residentes. Al parecer, el dueño del negocio intentó eliminar el precinto de la Policía Local colocado como medida cautelar mientras la Justicia investiga el cierre definitivo del bajo por no contar con la licencia de actividad.
Publicidad
Cabe recordar que el hostal clandestino se encuentra cerrado por orden del Ayuntamiento de Valencia como medida cautelar. El dueño del negocio está en medio de un litigio con la conselleria de Turismo y la Justicia se encuentra en pleno proceso para dirimir si puede o no continuar con su actividad. El motivo, más allá de las molestias que pudiera causar a los vecinos, es que el complejo no cuenta con la licencia de adecuación ambiental aprobada, y por tanto se le ha rechazado la licencia de actividad. De hecho, el Juzgado ha realizado una primera sentencia confirmando el cierre del negocio, pero su dueño trata de dilatar el proceso gracias a su derecho de apelación de dicha sentencia.
Mientras se dilata la orden de cierre, el propietario del hostal trata de continuar con el negocio por todos los medios. Precisamente por ello el Ayuntamiento de Valencia utilizó sus recurso y precintó el local cautelarmente hasta que se resuelva el caso. Sin embargo, el propietario denunció al Consistorio en octubre por la vía contencioso-administrativo. Aunque el local está precintado, aquellos clientes con una reserva de larga duración o que hubieran pagado por una cama antes de que se emitiera la orden de precinto tienen derecho a permanecer en el local.
Con esta situación, el dueño del hostal alegó por vía contencioso que el Ayuntamiento de Valencia debía retirar el precinto de la entrada (reforzado con una valla disuasoria). Al continuar algunos clientes dentro del negocio, el dueño defendía que la valla obstaculizaba la vía principal de evacuación en caso de emergencia que así se estipula en los protocolos del local. De hecho, el dueño del negocio demostró que hasta 15 personas se encontraban todavía viviendo en el hostal como clientes del mismo. Así, el 4 de noviembre el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Nº2 de Valencia dio la razón al dueño del local. La Justicia ordenó al Ayuntamiento de Valencia a retirar la valla y le prohibió utilizar cualquier tipo de medida que bloqueara la entrada al establecimiento.
Publicidad
Del mismo modo, el Juzgado avisó al Consistorio que no podía impedir el acceso ni la permanencia a ningún cliente que llegara con reserva mientras el cierre definitivo del negocio permanezca con el expediente abierto en el Juzgado. Además, prohibía al Ayuntamiento realizar cualquier desalojo o entrada a alguna de las estancias del hostal sin la orden judicial pertinente.
Sin embargo, el Ayuntamiento entendía que debía evitar su reapertura y alegó a la sentencia del Juzgado de lo Contencioso. Durante una semana el hostal volvía a operar en el barrio de Mestalla, pero el letrado del Ayuntamiento presentó un recurso de alegación donde se explicaba que en ningún caso el precinto evitaba la evacuación en caso de emergencia, además que la salida precintada permitía la evacuación parcial del local, no total. Ante estos argumentos, la Justicia decidió desestimar la primera sentencia y revertir todas las órdenes emitidas por lo Contencioso a fecha del 13 de noviembre.
Publicidad
Así, el Ayuntamiento de Valencia al día siguiente (un viernes), acudió de nuevo personada por medio de una patrulla de la Policía Local para precintar de nuevo la entrada al hostal clandestino. Esta vez, eso sí, no han colocado una valla a la entrada, si no una cinta en forma de 'X' que evidencia que el local está cerrado por la autoridad competente. Los vecinos vuelven a respirar tranquilos, pues la reapertura temporal del local que tantas molestias ha causado cierta preocupación, tal y como confirmaron a este diario.
Vecinos de la calle Finlandia, calle Alginet, calle Pintor Ricardo Verde, calle Amadeo de Savoya, avenida Aragón y avenida Suecia se unieron para denunciar que en la primera vía mencionada el hostal generba numerosas molestias al entorno. «Los huéspedes consumen alcohol y fuman sustancias ilegales en plena vía pública, generando un ambiente hostil e insalubre», aseguraron a este periódico los residentes de la zona. De hecho, según pudo comprobar este periódico, en el último año los agentes fueron requeridos en la zona más de una veintena de veces. Las denuncias de los vecinos llevaron al Ayuntamiento a actuar de urgencia en el caso.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión