La Guardia Civil busca una estufa de parafina en casa del presunto pirómano de la Devesa

Lo que buscaba la Guardia Civil, sin que hasta el momento haya trascendido que la tiene, es una estufa de parafina que el acusado asegura que posee. «Está al final del pasillo», llegó a decir en una declaración el detenido, que ha autorizado la entrada al domicilio. Sería la justificación de la adquisición de una garrafa de parafina en enero, cuya compra alarmó a los vecinos. Su aparición, vacía, cerca de su casa este mes de febrero hizo que el foco se pusiera sobre él de forma mucho más evidente, aunque la Guardia Civil le investiga desde hace varios meses. Los agentes también quieren comprobar cuándo y dónde adquirió la garrafa, para saber si es habitual que haga este tipo de compras. Comprobarán asimismo que, de existir, la estufa se utiliza y que, de hecho, se ha utilizado recientemente.

Es el resultado de un miércoles trepidante en el que el único acusado por los incendios de verano y otoño del pasado fue detenido de nuevo por la Guardia Civil, en este caso acusado de los fuegos del 11 y el 12 de febrero, así como de un quebrantamiento de la orden de alejamiento que le impedía adentrarse en el bosque del parque natural. Declaró ante el titular del 7 de instrucción, que decretó, en sendos autos trasladados este jueves a las partes, tanto la orden de alejamiento de la Devesa como la colocación de un dispositivo GPS que permita al juzgado saber dónde se encuentra en cada momento el acusado. Sobre el quebrantamiento de la orden judicial, el juzgado le impondrá una multa: la fiscalía pide una sanción de 2.700 euros.