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Ramón Vilar, en un pleno del Ayuntamiento de Valencia.

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Ramón Vilar, en un pleno del Ayuntamiento de Valencia. Irene Marsilla

La familia socialista llora la pérdida del edil Ramón Vilar, un histórico del partido

Ximo Puig, Gloria Calero, Sandra Gómez, Sergi Campillo y María José Catalá destacan el talante negociador del edil, al que sucederá Borja Sanjuán

Lola Soriano

Valencia

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Domingo, 12 de julio 2020

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La ciudad se tiñó ayer de gris y con una capa fina de lluvia para despedir al concejal de Hacienda y cuarto teniente de alcalde, Ramón Vilar, que falleció el sábado en Algemesí a los 64 años tras no superar un infarto.

Las muestras de cariño a este todoterreno de la política, que ya ocupó carteras de responsabilidad en el Ayuntamiento de Valencia en la década de los 80, no cesaron ayer en el tanatorio, donde su viuda, Isabel, y sus dos hijos recibieron cálidos apoyos. Su esposa recordó a Ramón como «una persona alegre, positiva que amaba su trabajo y a su tierra».

La familia socialista acudió en masa para dar el último adiós a este amante de los toros y gran aficionado y directivo del Levante UD. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lo recordó como un «amigo inolvidable, una persona comprometida desde bien joven con la justicia social y las libertades en Valencia». Destacó su capacidad «negociadora. Tenía facilidad para entender posiciones de otros. Eso hace mucha falta».

La delegada del Gobierno en la Comunitat, Gloria Calero, destacó que «era un gran gestor. El trabajo que ha hecho en el Ayuntamiento quedará para la historia. Era apasionado para todo, su vida era pasional en la política y en el Levante UD». La vicealcaldesa socialista Sandra Gómez, muy emocionada, dijo que el edil «era una persona extraordinaria. Ya estuvo en el Consistorio y volvió para devolver la estabilidad financiera al Ayuntamiento. Era un 'granota' de izquierdas. Deja un gran vacío».

El vicealcalde de Compromís, Sergi Campillo, que acudió en nombre del alcalde Joan Ribó, no dudó en abrazar a Gómez para consolarla y añadió que «nos vimos el viernes en la junta de gobierno y todavía estoy en shock. Era una persona tremendamente inteligente, tenía experiencia política y te enseñaba muchas cosas. Tenía una fina ironía».

La presidenta del PP de Valencia y líder de la oposición María José Catalá, reconoció que estaban afectados. «Pese a las discrepancias políticas, se podía conversar con él e incluso llegar a acuerdos. Era de una generación de políticos que se echa en falta. Intentaba no herir y a pesar de ello, sabía ser duro».

Vicente Montáñez, edil de Vox, añadió que «era un político de toda la vida, respetuoso con las ideas de los demás y eso lo convierte en un político de raza».

Cabe destacar que tras el fallecimiento de Vilar, entrará en el Consistorio como concejal socialista Borja Sanjuán, que ocupaba el octavo puesto en la lista y que participó en la comisión negociadora con Compromís para formar gobierno. Sanjuán dijo ayer que «hoy no toca hablar de mi entrada como concejal. Ramón ha sido un maestro. Hemos perdido a un amigo».

El síndico socialista en Les Corts, Manolo Mata, acompañó a la familia, ya que además, era amigo de Vilar. «Para mí era un hermano. He compartido 40 años de política con él y la afición por el club del Levante. No creo que nadie pueda hablar mal de él».

Sandra Gómez junto a Borja Sanjuán; María José Catalá y el síndico del PSPV Manolo Mata. Irene Marsilla
Imagen principal - Sandra Gómez junto a Borja Sanjuán; María José Catalá y el síndico del PSPV Manolo Mata.
Imagen secundaria 1 - Sandra Gómez junto a Borja Sanjuán; María José Catalá y el síndico del PSPV Manolo Mata.
Imagen secundaria 2 - Sandra Gómez junto a Borja Sanjuán; María José Catalá y el síndico del PSPV Manolo Mata.

Vilar era un gran defensor del arte del toreo, pero como explicó la concejala de Bienestar Animal, Gloria Tello, «no me impidió tener gran amistad con él. Me decía con su típico humor que él era animalista porque le gustaban los toros». También estuvieron los seis concejales de Ciudadanos, con Fernando Giner a la cabeza.

El presidente del Levante UD, Quico Catalán, se mostró roto de dolor antes del partido que su equipo disputó ante el Athletic Club. Catalán no pudo aguantar las lágrimas en el minuto de silencio en memoria de su amigo y miembro del consejo. Catalán lo recordó como muchos de sus compañeros en otros ámbitos de la vida: «Era bondad y nobleza». Al tanatorio acudió el expresidente del Valencia CF, Juan Bautista Soler, ya que «éramos amigos de la pandilla de Turís desde los ocho años y la última vez que lo vi fue en la boda de su hija. Era una persona entrañable, con sus ideas y un ejemplo a seguir».

Por el tanatorio pasaron representantes del pasado o del presente de la política valenciana como M.ª Àngels Ramón-Llin; Consol Castillo; Carlos Galiana; Emiliano García; Maite Ibáñez; Blanca Marín; Pilar Soriano, Giuseppe Grezzi; Maite Girau; Elisa Valía; Mercedes Caballero; Aarón Cano; Eusebio Monzó o Rafa Rubio, entre otros.

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