La factura de la dana en Valencia
El Ayuntamiento ha pagado 11 millones tras la tragedia: desde desayunos para policías locales y barrenderos de Madrid, Zaragoza o Badajoz hasta millones para limpiar la Albufera o las playas
Ya aquella noche terrible, el Ayuntamiento de Valencia tuvo claro que el esfuerzo que se iba a pedir a las cuentas del Consistorio iba a ... ser ímprobo. Pese a que el cap i casal fue menos afectado por la dana que los pueblos alrededor, devastados por la barrancada del 29 de octubre, hubo que coordinar limpieza, alojamiento, ofrecimientos de ayuda... Muchas, por no decir todas, de estas cosas hubo que pagarlas. Y el Ayuntamiento lo hizo, gracias a unas cuentas saneadas tras los años del Rialto y a los esfuerzos de gestión de los concejales del nuevo equipo de gobierno. Un trabajo en equipo que se saldó con 11 millones de euros gastados en retirada de cañas, manutención de policías o barrenderos que venían a ayudar y compra de calderas o menaje para los colegios afectados por la dana.
La plataforma de contratación de la Junta de Gobierno exhibe tres decenas de contratos firmados por el Consistorio para dotar de material a los bomberos, alojamiento a quienes venían de fuera o simplemente encaje legal a la retirada de lodo o limpieza de la Albufera o de las playas, los contratos de más coste a los que tuvieron que hacer frente los servicios municipales, mermados en ocasiones por falta de personal en los días posteriores a la dana, dado que muchos de los funcionarios que trabajaban en la Casa Gran viven en pueblos afectados por la barrancada.
En la noche de la dana y días posteriores, el Consistorio invirtió más de 44.000 euros, divididos en un contrato de catering para víctimas, un seguro para los voluntarios de la Universidad Católica de Valencia que acudieron a ayudar y la contratación de psicólogos y asistentes sociales para echar una mano con las víctimas desplazadas que en aquella primera noche fueron trasladadas a la Petxina y la Alquería del Básquet. Se trataba sobre todo de vecinos de Pinedo, desalojada a eso de las 2 de la mañana, y de personas que vivían en la zona cero y fueron sorprendidas en Valencia sin tener a donde ir o rescatadas de la ratonera en que se convirtió la pista de Silla.
Los contratos de material componen el otro gran grupo de inversiones que tuvo que hacer el Consistorio. Ahí aparecen casi 46.000 euros para 180 mangueras que quedaron inservibles tras los servicios de la dana, cuando se emplearon para retirar lodos, y casi 4.000 para 600 guantes para el departamento de Bomberos. Además, el Ayuntamiento tuvo que gastarse 10.500 euros en mantenimiento de los equipos de bomberos, que quedaron dañados tras la dana.
En limpieza es donde más ha tenido que invertir el Consistorio. De hecho, sólo la limpieza de los jardines de la zona sur ha costado prácticamente un millón de euros. La retirada de lodos ha superado esa cantidad, mientras que la contratación de cinco brigadas para trabajos extraordinarios de limpieza en arbolado ha costado 209.000 euros.
Estos son algunos de los contratos que ha hecho el Consistorio y que están colgados en la Plataforma de Contratación. Hay más. La primera estimación habla de casi 139 millones de euros en obras de reparación o restitución de infraestructuras, equipamientos o instalaciones municipales, y otros gastos de emergencia. Según esta estimación, en contratos de emergencia se han gastado 3,7 millones, 8,5 en limpieza de la Albufera y 1,4 en la concejalía de Parques y Jardines. El resto de gastos provienen de los 6,6 millones de euros en edificios municipales, 13,7 en infraestructuras municipales, 96,4 en el Ciclo Integral del Agua y 7,4 en daños provocados en acequias, caminos y campos dependientes del Consell Agrari Municipal.
De hecho, un porcentaje elevado de la factura corresponde a daños provocados en los colegios municipales, en concreto en el Padre Manjón, el Horno de Alcedo y el Rosa Llàcer, que aunque gestiona la Conselleria de Educación, su mantenimiento corresponde al Ayuntamiento. En reparaciones en los tres el Consistorio ha invertido 51.000 euros, así como 38.000 en poner en marcha sus ascensores (y los de las alcaldías pedáneas de Castellar y Horno de Alcedo, sobre todo, muy dañadas). Sólo en la reparación del Rosa Llácer, además, se han invertido 248.000 euros extra. Además, ha habido que invertir en asegurarse de que los edificios eran estables y que comprar menaje para los comedores escolares y calderas nuevas. A estos contratos hay que añadir lo que el Consistorio se ha gastado en alojamiento y manutención de policías locales, bomberos y operarios de limpieza de ciudades como Madrid, Bilbao, Zaragoza o Badajoz, con los que el cap i casal tendrá una deuda eterna.
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